|*|»•«Seven»•«|*|

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—Que pasa Danna, porque llegas así?

—Porque? Mama me acabo de llevar el susto de mi vida. Maldición! —resoplo con su mano en el pecho —

—Danna.

—Disculpa, pero es que ese imbécil me asusto mamá, porque me mandaste a seguir?

—Yo? Yo no te mande a seguir, me estaba dando un baño cuando salí me dijeron que te fuiste a la biblioteca, quien te siguió?

—Venia de camino para acá y un carro lo veía sospechoso, quise asegurarme de que me estaba siguiendo y me metí por uno de los callejones de la calle, voltie a ver si me había seguido y no, cuando mi mirada volvió al frente ahí estaba el auto, con sus luces alumbrándome. Iba a retroceder pero había unas personas por ahí, un hombre se bajo del auto y me dijo que era de tu gente, y que solo estaba siguiendo tus ordenes.

—A ver Danna, yo no mande a nadie a seguirte. Sabes muy bien como son los carros de mis guardaespaldas, todos son camionetas y mi carro solo lo saco yo

—Pues era un carro, un fiesta si no me equivoco.

—Matamoros!! —grite — Matamoros!!! —repetí —

—Doña, necesita algo?

—Alguien siguió a Danna, le dijo que trabajaba para mi. Quiero que averigüés quien fue, Danna dice que fue en un carro fiesta.

—El que salio del auto, era un hombre de aproximadamente 20 años, la verdad no lo pude ver bien, la luz de mi auto le pegaba en la cara y la luz de su auto pegaba en la mia, pero pude ver un tatuaje de una estrella de cinco puntas en su mano izquierda, cuando las alzo para que la luz no pegara en su cara. Mama me lleve el susto de mi vida

—Quiero que me busques a ese imbécil Matamoros, si puedes lo traes ante mi. Y lo quiero para mañana o pasado mas tardar. Te puedes retirar.

—Con permiso doña.

Asentí.

Me acerque a Danna y la abrace. Estaba pálida, su respiracion estaba un poco agitada aún.

—Vamos a cenar si?

—Si, muero de hambre.

Reí.

—Danna no tienes nada que contarme? Nada que me ocultes ?

Mire que trago en seco.

—No mamá, porque pasa algo ?

—Nada.

—Mama y mi tía ?

—Aqui estoy.. —se escuchó — estaba preparando un postre para la princesa de la casa.

—Si.. —comento feliz —

Pude ver como sus ojos cambiaban de color, era algo mágico cada vez que pasaba. Ya estaba empezando a creer en la magia, la mire este era un color nuevo, nunca le había visto este color en sus ojos.

—Danna amor, ven acá.

Se acerco a mi. Tome su rostro y mire esos hermosos ojos grises, plateados. Parecía la misma luna en ellos, se reflejaba la luna en ellos.

—Mi amor! Tus ojos están hermosos, Danna es un color nuevo están espectaculares me encantan. —Sonreí. —

—Llegue familia. —se escuchó. —

—Daddy.. —Danna corrió hacia Alejandro y lo abrazo.—

El era el padre que necesitaba mi hija, pero ¿como quererlo como hombre? Muy pocas veces estoy con el, solo cuando me obstina cuando tiene sus “necesidades” en urgencias, a mi manera pero lo hacemos.

El Rostro Del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora