your fuckin' name

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Las tardes de septiembre. Si había algo que NamJoon amara de la naturaleza, eran las tranquilas tardes de septiembre. Tan frescas y asoleadas, tan acogedoras.

Estaba sentado en una de las decenas de gradas esparcidas por el pasto verde del patio de la escuela, bajo la sombra de un árbol hermoso y abundante de hojas. El lugar estaba casi vacío, de no ser por algunas pocas parejas más apartadas de donde él se encontraba, pero no le molestaban, tenía su apacible privacidad.

NamJoon estaba recargado con los codos sobre la mesa repleta de cuadernos, y un libro entre las manos, leyendo en ese momento uno de los clásicos de la literatura que el profesor Jung le había mandado a estudiar.

"Uno no entiende a los demás hasta que no considera las cosas desde su punto de vista; hasta que no se mete bajo su piel y camina con ella por la vida"

Leyó en voz baja, a la vez que fruncía el ceño, pensando. Quizás las palabras eran ciertas, pero NamJoon no era alguien que se preocupara mucho por los demás. No era alguien que supiera empatizar con las personas, por eso prefería ser alguien más reservado; porque era más sencillo, aunque a veces no mucho, comprenderse a sí mismo que a las otras personas. Y si era sincero, no le apetecía comprender a alguien más.

Un golpe seco a su lado se hizo sonar, sobresaltandolo instintivamente por la sorpresa. Dejó caer el libro sobre su regazo, y dirigió su vista al causante del arrebato de toda su paz.

Y Oh, sorpresa. Era ese chico raro. Llevaba una enorme sonrisa consigo, aparentemente feliz por algo. Traía una camiseta negra que decía algo como: 'Haters gonna hate' y unos vaqueros ajustados. Había tomado uno de sus cuadernos de apuntes, el de álgebra para ser más exactos, observando todo sin entender ni una mierda.

—¡Hola! —Exclamó, girando el cuaderno al revés, como si aquello lo hiciera comprender más, antes de girarse a NamJoon con su gran sonrisa contenta. El castaño suspiró con fuerza, tomando su libro y posándose sobre la mesa.

—¿Siempre eres así? —Cuestionó irritando, lanzándole una de sus miradas acusadoras. Jimin pretendió no haberlo escuchado, y botó el cuaderno junto a los demás con una cara de desagrado.

—Esto es una mierda, compañero. No desperdicies tu tiempo aprendiendo ecuaciones estúpidas, no las utilizaras cuando vayas a comprar el pan. —NamJoon entornó los ojos, a lo que el contrario se encogió de hombros y agregó—: Es más divertido leer, yo qué sé, novelas homoeróticas.

NamJoon rió entre dientes.

—Lo que digas, majete —Concedió en tono altanero, antes de volver a tomar el libro y comenzar a intentar ignorarlo, pero era una tarea difícil. Jimin infló sus mofletes cual niño pequeño, tal y como hacía cada que algo le disgustaba, como era en esos momentos la actitud del castaño. Se cruzó de brazos y alzó la voz al hablar, y NamJoon agradeció estar apartado del resto para que no escucharan las rabietas del chico loco a su lado.

—Vine aquí por algo —Dijo, sin descruzar los brazos. NamJoon emitió un mhmm sin dejar de leer el texto o siquiera verlo al rostro-. Algo importante.

—Ajá —Contestó, y Jimin enrojeció.

—Vine a decirte que ya sé cuál es tu nombre.

NamJoon alzó las cejas, pero continuó sin observar.

—¿Ah, en serio? Adelante, dilo —Habló NamJoon con gesto tranquilo aunque riendo para sus adentros. Estaba casi por seguro, vamos, que podía apostarlo, a que aquello era una farsa.

Jimin apartó su mirada hacía sus manos, jugando con ellas ansioso. Luego mordió su labio inferior y habló, con más seguridad.

—Johnny

Fanático ❜ Nammin + Jungkook  ﹙ 𝗔𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 ﹚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora