Perfect {Reituki}

Capítulo XVIII

Akira regreso a casa aún con la pequeña incomodidad que cargaba en su pecho, necesitaba a su pequeño, por alguna razón que incluso el desconocía, necesitaba de el, una corazonada quizás, pensó que más tarde podía llamarlo, pero interrumpirá la cena que Takanori le menciono, así que lo mejor sería que al llegar conversaran siquiera un momento por teléfono.

Llegó a su casa y su madre lo recibió con una gran sonrisa.

-Akira, ¿Que tal, como te fue- el tan solo con una sonrisa le entrego la hoja con sus calificaciones, la mujer sonrió.

-se que no es un diez pero mejorare- el rubio había obtenido una calificación final de 9.

-mi pequeño, cumpliste lo que prometiste y subiste tus notas, me alegra mucho- ella lo abrazo con gran calidez.

-¿Y mi padre?-.

-en em trabajo, está arreglando unas cosas para tener todo el fin de semana libre-.

-¿Podemos salir después?- dijo el joven con entusiasmo.

Su madre asintió haciendo que el soltará una gran risa, el añoraba por esos momentos en familia, lamentablemente sus padres no pudieron asistir en la mañana ya que su madre tenía pendientes con la familia y su padre con el trabajo, pero eso era lo que menos le importaba, pues había Sido recompensado con un fin de semana los tres juntos.

Entró a su habitación y se recostó en su cama, cerró los ojos un momento mientras escuchaba música, pero decidió ir a ducharse y así bajar a cenar.

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Cuando salió de la ducha quitó el el baho formado en el espejo, permitiéndole ver su rostro, sin la venda.

Se dió cuenta de lo que todos estos años trataba de ocultar, algo en su rostro que le daba vergüenza, y todos los recuerdos volvieron a él.

...

Hace 9 años...

El pequeño Akira de 8 años caminaba tranquilo por el patio de su escuela, esta vez fue diferente, pues siempre acostumbraba a quedarse en el aula con su maestra, o como otras veces, sólo.

Ese día se sentía diferente, con una nueva cara que mostrarle al mundo, hace unos días atrás había visto a su querida madre frente al espejo, retocando un poco de su maquillaje, y que por capricho de su niño, había hecho un pequeño delineado marrón en sus párpados de él, desde entonces siempre pedía a su madre ayudarle a hecerselo.

Más nunca se imaginó que esto causaría dolor en el...

Ese día él Pequeño hablaría por primera vez con ella, una niña de la misma edad que el, de cabellos castaños, que daban un toque angelical ante los rayos del sol, sumado a su inocente sonrisa, de la cual el estaba enamorado, pero pronto se daría cuenta que aquella fachada no iba con la verdadera personalidad de la niña.

Poco a poco se acercaba a ella, por alguna razón quería cubrir su rostro, esa razón: burlas, por eso era tan solitario, por las burlas que recibía por sus facciones y su forma de ser.

Cuando estuvo al lado de Hina esta lo miró con indiferencia.

- h-hola Hi-na - el pequeño nompodia evitar estar nervioso frente a ella.

-¿Quien eres?- aquello le llegó al alma a Akira, pues habían Sido compañeeos inclusive desde el año pasado, son embargo decidió no darle importancia.

-A-Akira- respondió.

-Ahh, ¿Que no Akira es un chico?-¿que acaso no notaba el uniforme de varón que llevaba Akira...?