Perfect {Reituki}

Capitulo VIII

Takanori.

Mi cabeza duele a horrores, la alarma empeora aún no estado, me levantó de la cama, pero... ¡¿Donde esta mi playera?!.

Estoy en la casa de Akira, pero, ¿Donde esta el?.

Pero ahora no tengo tiempo, tengo que sacar mi uniforme de mi mochila y vestirme rápido, pero difícilmente puedo caminar, la luz me lastima demasiado la vista, si a eso sumamos que tengo unas náuseas horribles, estoy muerto.

Mientras me cambiaba en el baño escuche la puerta de la habitación ser abierta, para después la voz de Akira llamándome.

-takanori...-

-estoy aquí, vistiendome- dije.

-bien, no te preocupes en apurarte, llamaré un taxi para llegar más rapido- bien, algo menos de que preocuparse.

-esta bien- cuando salí del baño ya con mi uniforme el también ya portaba el suyo, con sus típicos accesorios de cuero.

Desayunamos ligero ya que ninguno de los dos teníamos apetito de algo, yo en cambio tenía demasiada sed, pero sabía que no debía de tomar mucha agua en estos casos.

-¿Te duele mucho tu cabeza?- preguntó.

-si, pero ya es poco que cuando desperte- a pesar de eso el me dió una pastilla la cual ayuda sólo un poco mientras los minutos pasaban. -¿Cómo es que tú estás bien?-

- no te creas, igual me siento fatal, tomamos casi dos botellas- es cierto, o eso es hasta donde recuerdo, si no en todo caso bebimos aún más.

-Akira, ¿Por que desperté... Sin camisa?- baje mi mirada, estaba avergonzado.

-ah es cierto, tuve que quitartela por que, te tiraste tu cerveza encima- el estaba reteniendo su risa, en cambio yo quería desaparecer en ese mismo momento.

Es cierto, aún tenía cierto olor a alcohol que gracias a mi perfume pide disimular un poco para al fin irnos a la escuela.

Olvidamos el tema, puesto que recordabamos solo pequeñas cosas, hasta cierta hora de la noche ya no éramos nosotros.
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Mientras estábamos en clases salí un momento al baño, cuando llegue enseguida enjuague mi boca pues cierto sabor ácido llegó, dándome una horrible sensación, nunca vuelvo a tomar mas.

Akira sólo se dio cuenta de las expresiones extrañas que hacía, y el sólo reía.

De verdad que no aguantaba las clases, incluso me quedé dormido por lo que parecían ser dos horas, Akira se veía mejor que yo.

Tenía dos teorías. Una, me mintio y no tomó nada, o dos, ya tiene experiencia en esto, cualquier de las dos era mala para mí, me veía ridículo a su lado.

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-enserio, estas demasiado palido- dijo, ya cuando nos encontramos de camino a nuestras casas.

-uy que ayuda- dije, pero el siguió riendo, hasta que cierto momento era molestó y comencé a caminar más rápido.

-Taka~-me llamo pero no hice caso- ya perdón.

-ya no vuelvo a salir contigo a ningún lado- me hice el ofendido por todas sus acciones.

-ya lo siento- y me abrazo por la espalda, aquello me hizo sobresaltar un poco.

-no, eres malo conmigo- seguí con el juego.

-ya no lo seré, perdóname, sabes que todo lo que te digo es broma- y comencé a reír.