Tenía tres años cuando su madre trajo por primera vez a alguien a casa para conocerlo.
—Tadahiro, cariño—, dijo Izuku, sonriendo esa sonrisa brillante y feliz que siempre le daba, mientras se sentaba en el suelo junto a él, pasando su mano por sus rizos. —Este es Kirishima. Él es ...— Se detuvo momentáneamente. —Es un amigo—.
Tadahiro parpadeó hacia el hombre grande.
Lo había visto antes. En la casa de la tía Ochako.
—Hola—, dijo en voz baja, sonriendo porque su madre siempre decía que era agradable sonreír cuando conocías a alguien por primera vez.
"Hola, Hiro", respondió el pelirrojo, arrodillandose. "Es un placer conocerte finalmente".
Kirishima se quedó un rato, jugando con él, ayudándolo a construir una torre con los bloques de madera que el tío Iida le había regalado por su cumpleaños, y después de irse, Izuku le preguntó si le gustaba Kirishima. El dijo que sí. Y era verdad. Le había gustado ese agradable hombre de cabello en puntas y dientes de tiburón.
Pero unos días más tarde escuchó a su madre llorar en su habitación, escuchó a la tía Ochako hablando y oyó a su madre decir algo sobre Kirishima y una mujer.
No entendió y, cuando encontró al tío Tomura en la cocina, de pie junto al fregadero, hizo lo único que pudo y le preguntó por qué su madre estaba molesta con Kirishima.
El tío Tomura frunció el ceño, pero lo levantó.
"Porque era malo, pequeña manito", dijo el tío Tomura, llevándolo a la sala de estar. "Rompió la confianza de tu mamá y su corazón".
No había entendido lo que eso significaba, no lo entendería hasta que fuera mucho mayor, pero sabía que no quería que su madre se molestara. Él no quería que su corazón se rompiera.
La próxima vez que vio a Kirishima fue en la fiesta de cumpleaños de su primo Miko.
Vio que el hombre intentaba hablar con su madre, pero ella apenas lo vio escapó de él. Él vio las lágrimas en sus mejillas y se enojó. Cuando el pelirrojo lo vio, el hombre intentó hablar con él y, antes de que él, ni nadie, supiera lo que estaba sucediendo, arrojó su jugo en la cara de Kirishima.
"Te odio", escupió, haciendo caso omiso de la forma aguda en que el tío Iida decía su nombre. Estaba en problemas, lo sabía, pero no le importaba. "Lastimaste a mamá. ¡Te odio !"
Kirishima lo miró, sorprendido, el jugo todavía le corría por la cara y Tadahiro, muy consciente de que el abuelo Yagi y la abuela Inko comenzaban a caminar hacia él, dio media vuelta y echó a correr.
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Por q hago más historias cuando no puedo ni hacer la d debo :v
No lo se
Fue una pequeña idea q no ma salió d la cabeza hasta escribirla y aquí estoy haciéndolo d nuevo
:v
