A la edad de ocho años, Tadahiro comprendió que los hombres con los que salía su madre eran citas. También entendió que, si ella los traía a casa, era una relación seria. Lo suficientemente grave como para querer que él los conociera.
Así que la tarde en que le presentó a Katsuki Bakugou, entendió que el hombre era su novio.
Katsuki, encontró que Tadahiro, no se parecía mucho a Izuku. Aunque tuvieran el mismo cabello verde enrulado y ojos color esmeralda, Tadahiro tenía una mitad de cabello blanca y la piel más pálida.
Era extraño, de alguna manera, que su madre saliera con alguien que parecía ser un loco psicópata, pero Katsuki la hizo sonreír y reír y, supuso, eso fue lo suficientemente bueno para él.
Y cuando llegó a conocer a Katsuki o Kacchan como le decía su madre, descubrió que le gustaba ese hombre.
Katsuki era un buen hombre.
Trataba a Izuku como a una reina, algo que al menor de los peliverdes le gustaba de inmediato, y no actuaba como si fuera su padre. Parecía no sentir que, solo porque él y Izuku estaban saliendo, él tenía derecho a ese papel en la vida de Tadahiro.
Y luego las cosas cambiaron.
Cuando Kacchan y Izuku comenzaron a discutir, mucho, y con el tiempo parecía que eso era todo lo que hacían.
Aunque nunca peleaban delante de él, Tadahiro los oía a veces por la noche mientras permanecía despierto en su habitación.
Pero eso también cambió rápidamente.
Una tarde, entró en la cocina en medio de un grito entre su madre y Kacchan justo a tiempo para escuchar al rubio gritar algo que él no entendió.
—¡¡¡Puedo ser un idiota, Deku, pero al menos no soy la puta que le abrió las piernas a un jodido hombre casado!!!—
Izuku, al ver a Tadahiro, que estaba de pie en la puerta, se puso pálida y Kacchan, de espaldas a él, se dio la vuelta, con los ojos muy abiertos al ver al niño de ocho años confundido, Tadahiro alzó la vista hacia el hombre.
—¿Qué es una puta?—
Las cosas después de eso fueron apresuradas y borrosas para el niño. Todo lo que sabía era que su madre casi empujó a Katsuki fuera del departamento y que fue la última vez que vio al hombre.
Nunca recibió una respuesta a su pregunta sobre qué era una prostituta hasta que, unos días después, que le preguntó al abuelo Yagi, el rubio de apariencia esqueletica casi se ahoga en el café (con un poco de sangre) que la abuela Inko le había preparado, el mayor le preguntó silenciosamente dónde había escuchado la palabra, una palabra que era mala y no estaba destinada a que los niños dijesen y Tadahiro le contó sobre la pelea, sobre como Katsuki había llamado a su madre.
Esa noche escuchó a su madre y su abuelo hablando de eso y se enteró de lo que era una puta.
Cualquier afecto que aún sentía por Katsuki murió esa noche.
*********Corrió a verlo a toda prisa, con el resultado en sus manos y el corazón en la garganta.
Y cuando llegó.
Vio como besaba a otra mujer.