Futuro Brillante.

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Jade

Te amo, Jade.

No sé si estaba soñando o realmente lo había dicho, aún no soy capaz de saberlo y no me atrevo a preguntárselo pues eso puede alejarlo.

Abro los ojos sintiendo el roce de las sábanas de Harry sobre mi piel, escucho su respiración y noto que tengo mi cabeza apoyada en su brazo, lentamente volteo sobre la cama y él sigue durmiendo pero su cara da hacia la puerta.

Lentamente me quito las sábanas de encima para salir de la cama, busco mis bragas, sujetador y tomo prestada una de las camisetas de Harry, camino de puntitas desnuda hacia el cuarto de baño y me encierro en él, la imagen que veo frente al espejo me resulta un poco extraña, es decir, estoy desnuda en el cuarto de baño de mi mejor amigo, cuantas chicas ya han estado en mi lugar y además de eso tengo algunas marcas en mis senos provocando que me sonroje de solo recordar que Harry es responsable de ellas.

Debo admitir que se sintió muy bien, pero ahora tengo miedo, miedo de que esto comience a torcer mis sentimientos por Harry y que él al saberlo simplemente se aleje de mí.

Decido vestirme y orinar como todas las mañanas, cuando he acabado me lavo las manos y la cara para bajar el ardor de los mejillas.

¿Jade? –la voz de Harry me sorprende y no sé qué responder—. ¿Jade, estás ahí?

—Sí, ¿Qué pasa? –pregunto nerviosa.

Necesito usar el baño –responde y veo que la manilla se mueve, pero gracias al seguro él no puede entrar.

—Ya voy –respondo.

Trato de calmarme, tengo que ser capaz de actuar normal. Fue solo sexo, nada más.

Me armo de valor y quito el seguro de la puerta para posteriormente abrirla, ruego al cielo porque él tenga al menos su ropa interior puesta y agradezco al cielo al notar que así es.

—A un lado –dice pasando rápido junto a mí y cierra la puerta dejándome afuera.

Me encantaría tener la maldita habilidad que tiene Harry de que todo le importe un reverendo pepino.

Decido volver a la cama, aún tengo un poco de sueño y mi casa está sola, no es tiempo de volver aún.

Me acomodo en el lugar que desperté esta mañana, pero en lugar de apoyar mi cabeza en el brazo de Styles, tomo una de sus almohadas y me acomodo de espalda a él.

¿Cómo dormiste? –la voz de Harry me hace dar un respingo sobre la cama y volteo mi cabeza a verlo.

—Tienes que dejar de hacer eso –le regaño.

—No hice nada –asegura mientras se ríe y se mete en la cama otra vez, dejo caer mi cabeza sobre la almohada una vez más y cierro mis ojos—. ¿Tienes hambre?

—No.

—¿Quieres hacer algo?

—Dormir –respondo y abro solo uno de mis ojos para ver su reacción, él se encoge de hombros, se acomoda sobre la cama y toma su teléfono.

Vuelvo a cerrar mis ojos y me quedo ahí un momento, pero no puedo dormir, no logro hacerlo.

Que Harry esté tan cerca y sin tocarme me resulta extraño, por lo que me acerco a él rápidamente y me acurruco junto a su cuerpo como solía hacerlo antes de que todo esto del sexo se entrometiera entre nosotros.

Harry y yo siempre fuimos muy buenos amigos, casi hermanos por lo que acurrucarnos juntos no resultaba extraño y espero que ahora tampoco lo haga.

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