PREGUNTAS

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La tarde pasaba tan despacio que se la paso durmiendo por agotamiento y así fue hasta la mañana siguiente.               

                                                              

Pasaron los días, la primera semana se fue volando.

Los chicos se despertaron a la misma hora, eran las 11:13 y ya cada uno de ellos desayunaba sus cereales con leche, sus piezas de fruta, sus zumos y sus tortitas. Menos Eileen que seguía sin pegar mordisco a nada. –Me preocupas. –Le dijo Link acercándose a ella con una manzana en la mano. –Ne hace falta, estoy bien. –Clarise está bien, Chelsea, yo estoy bien. Tú no estás bien cielo. Tienes que comer algo, no quiero que te me deshidrates. –Link que dices? Si ya bebe agua. –No tiene nada que ver Chelsea. –Chelsea dio a Link por un clarísimo caso perdido. – Me voy a comprar comida.  –Dijo Eileen cogiendo una copia de las llaves de la casa. –Te vas a ir sola? –Sí, quiero que me dé un poco el aire, cojo el coche, adiós!

Antes de que nadie pudiera oponerse a nada Eileen ya había puesto en marcha el coche camino de la tienda. Cuando llegó fue directa al puesto de frutas. –Buenos días Roger. –Roger como siempre miraba la nueva edición de su revista de coches, detrás del mostrador de la tienda. –Buenos días. –Sonrío. –Esta vez sí que tenemos sandias expuestas. –Ya lo veo ya, gracias Roger. –No hay de qué.  –Lleno 3 bolsas de comida, dos de ellas de fruta, la verdad es que compró mucho pero ella sabía que a la hora de comer no le apetecería ni la mitad del plato. –Te lo dejo aquí un momento. –Dejó las 3 bolsas a un lado del mostrador y fue al final de la tienda para coger los filetes que se había dejado.

-Tío donde te dejo las piñas de temporada? –Déjamelas aquí Logan, luego las ordeno yo.  –De acuerdo. –Dejo las cajas de piña al lado de la puerta, de alguna manera a Eileen le dio un vuelco el estomago y se giro bruscamente hacía Logan, que iba a entrar de nuevo al trastero para ordenar más cosas. –Logan. -Fue la única palabra que logro sacar de su boca. –Eileen que, que haces aquí? –Vine con unos amigos de vacaciones. –Un incomodo silencio resonaba por la tienda. –No me llamaste ninguna vez. –Perdí el número. –Bueno por lo menos no fue porque pasases de mí. –Se alegro.  –Para nada. –Oh, tienes algo que hacer ahora? –Pues no jeje, pero debo marcharme ya, para dejar la compra en casa. –Dijo mientras levantaba la mano con los filetes. –Te acompaño! –Dijo Logan sin dudar. –Quiero enseñarte un poco todo esto. –No lo sé, no estoy segura… 

Logan se puso delante suyo impidiéndole el paso, y con sus ojos tiernos la convenció.

-Esta bien, pero antes de comer quiero estar en casa. –Sus condiciones son ordenes, señorita.

Mientras Eileen pagaba la compra, Logan iba guardando las bolsas en el coche para ir más rápido y tener más tiempo para disfrutar, terminó y entró de nuevo en la tienda de su tío para marcharse con Eileen. –Estas lista? –Sí. –Un momento, lista para que!?

Pregunto Roger apartando su revista de coches. –Tío me voy con Eileen para enseñarle un poco la ciudad. –Logan agarro del hombro a Eileen y la acompaño hacía la puerta de salida, mientras sacaba una de sus mejores sonrisas hacia su tío. –No te preocupes no vamos a tardar mucho, adiós!

-Ay que ver con los chicos de hoy en día. –Decía Roger mientras observaba a los dos irse con el coche de Chelsea.   

Por fin llegaron donde se alojaba Eileen, no tardaron mucho en irse de nuevo ya que cuando Eileen llamo a sus amigos para avisarles de que había llegado, ninguno de ellos respondió. Seguramente se encontraban en las habitaciones de arriba viendo alguna película. Así que Logan tubo la genial idea de escribir una nota informando de que se había marchado de nuevo con un “amigo” y que volvería cercano las 2 del mediodía, y así ahorrarse explicaciones. Por lo menos hasta que volviese a casa.

EL CHICO DEL CAMPAMENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora