Eternidad...

Despierta...

-Vamos amigo debes despiertarte-

De nuevo esa molesta voz.

Llevaba ya dos días en ese lugar, y solo escuchaba esa malita voz.

Y sentía las dolorosas inyecciones en mi brazo.

Lo cual no sabía si me alegraba o asustaba.

Tenía tanto sin sentir nada.

Solo escuchando la voz de Chris.

Pero sin poder sentir sus cálidas manos sobre mi piel.

Eso era lo que más extrañaba.

Mi Chris.

Mi amado.

Daría todo por abrazarlo y besarlo.

Por caminar y abandonar las camillas.

-ya es hora Miles, debes levantarte-

Estaba bromeando verdad.

Él no podía ni moverse.

-abre los ojos-

Fue entonces que lo intento.

Tan sencillo como sonaba.

Logro despertar al fin.

*

*

*

Algo estaba mal.

Miles estaba muy inquieto desde anoche.

-¿Qué pasa compañero?-

Este no respondía.

Solo gruñía contra la ventana.

Como si supiera que algo afuera le haría daño.

Pero él no lo permitiría.

Mataría a cualquiera que intentara quitárselo.

Igual que se encargó de Blaire.

El bastardo trato de tocar a su Miles.

Y eso no le gusto a ninguno de los dos.

Miles le mordió.

Y el termino el trabajo.

Fue fascinante ver a su amado jugando entre las entrañas de su ex socio.

Devorar cada parte de ese cuerpo sangrante y aun tibio.

Había algo placentero en aquella imagen.

Sobre todo cuando Miles insistía en estar desnudo todo el día.

*

*

*

Eddie manejaba a toda velocidad de regreso a casa.

Todo estaba mal.

Terriblemente mal.

Después de dejar a Chris en el hospital, decidió fumar un momento.

La noche era fría y no podía hacer eso en casa, a Waylon no le gustaba.

Pero darse un pequeño placer de vez en cuando no importaba.

-gustas uno-ofreció a su compañero.

-no gracias, no fumo-

-vale, no le digas a Waylon quieres-

-entiendo, mi esposa tampoco me deja hacer varias cosas-

-los hombres tenemos que hacer muchas cosas para tener felices a nuestros seres amados-

-y que lo diga...ese no es Chris-

-CHRIS QUE HA OCURRIDO-

El gran hombre corrió hasta ellos, y se veía asustado.

-Miles no está...-

-QUE...-

-desapareció, nadie sabe dónde está-

-iré a buscar a seguridad-

-no servirá de nada.-afirmo Gluskin.

-tiene razón, volvamos a casa e informemos a Pauline ella sabrá que hacer-

Entraron al auto y Eddie no tuvo ni tiempo de apagar su cigarrillo, cuando ya estaban en la carretera.

Esto era malo.

Horriblemente malo.

Y nadie tenía palabras para describir lo que todos sabían que venía.

*

*

*

Me gusta Trager.

Su olor, su sabor, sus caricias.

Él es delicioso.

Me gusta.

Me gusta.

Me gusta.

Deseo más y más de él.

Cada vez que me toca solo puedo desear más.

Jamás estoy saciado.

Solo quiero más y más.

Mas

Mas

Mas.

Y voy a obtenerlo.