Del sufrimiento se aprende

Uno: Sociedad

Henos aquí una vez más, mi cabeza llena de pensamientos me obliga a plasmar mis emociones en busca de paz para ese bajón de pensamientos cargados de sentimientos insensatos. 

Esta es nada más que mi historía, no una biografía. No. algo más profundo: un espacio para liberar todo lo que mi alma lleva dentro aún con el temor a ser juzgado como siempre, mi nombre no es importante, lo importante es lo que tenemos en común tú yo. Ambos somos miembros de una sociedad, para bien o para mal tenemos que afrontar día a día lo que la sociedad diga o haga para lastimar nuestro ser. Es así la humanidad ¿que podemos hacer?

Comencemos en mi iniciación para entrar a la sociedad. El kinder. ¿El kinder dirás? — Sí te daré el lujo de pecar al llamarme dramatico antes de leer lo que tengo para decir al respecto. Veras el kinder fue mi primera escuela de vida y aunque pienses que es un lugar al que solo vas a jugar, pues para mí fue nada más que el inicio de los problemas por los cuales fuí castigado sin tener ninguna culpa.

Yo desde muy pequeño era un niño super hiperactivo cosa que con justa razón era cansado para cualquiera que tuviera la labor de cuidarme. Lo preguntaba TODO. absolutamente todo. Le buscaba un porqué a cada cosa que afrontaba para llenar la esponja que fue mi cerebro insanciable que en aquel entonces buscaba aprender, pero mi parlanchina forma de ser cansó a mi maestra la cuál se encargó de enseñarme que aunque seas un niño la vida no se trata de sonreir, y fue una profesional demostrandome esto último cuando se dedico a lastimarme siendo brusca conmigo por cualquier cosa y hacerme sentir menos frente a los demás niños que aprendían que era algo bueno hacer sentir mal a las personas sin razón. Claró todo esto sucedió hasta que un día para mi buena suerte, mi madre se enterasé de lo que sucedía y fuese a poner a aquella dañina maestra en su lugar. de la única forma responsable en la que cualquier adulto hubiese solucionado aquella situación. Dandole una paliza. Mi madre es asombrosa, lo sé.

Mi fortaleza mental fue inculcada por el amor que mis padres me otorgarón siempre en casa cosa que obviamente contrastaba a mis medios de educación fuera de mi hogar. Luego de vivir mi primera situación de maltrato podemos pasar a la segunda: la escuela. Mi primera experiencia con niños que ya eran capaces de expresarse y conversar. La escuela de educación primaria de educación músical tremendo nombre tenía para ser la que se encargó de alejarme de mi don en la música. Ironico ¿cierto? pero vamos a ver... ¿por donde empezar? ¡Ah sí! desde que llegue empezó el rechazo social. Era un niño como cualquier otro, sin ninguna razón para ser apartado de los demás. Absolutamente nadie merece ser tratado con desprecio en su edad de aprendizaje pero ¡ya ves! ahí empezamos sin ninguna culpa consiguiendo un total de tres amigos en todo lo que fueron seis años de educación primaria. ¿Yey? no.

Mis problemas de motor fino (algo que sufrimos muchas personas al tener una descordinación no voluntaria de las extremidades, estado que me generaba una pesima caligrafía y ritmo) se encargó de marcarme para siempre, porqué me generaba problemas con las tareas ya que mi letra era tan pésima e ilegible que muchas veces me hacía perder puntos y ganar la burla de mis compañeros. Quien lo diría los "buenos" niños de primer grado, disfrutan mucho de ver la desgracia ajena. y luego hay gente que los tacha de inocentes. Aunque esta no es culpa de la escuela, esto es culpa directa de la mala educación de los padres pero ese ya es tema aparte. Sigamos en la anécdota con primer grado. El que me categorizo como raro sin dudarlo y ahí fue la cuspide de mi discordia en la escuela.

¿Para qué contarte paso por paso lo que sucedió ahi? sería innecesario ir grado por grado. Sencillo te lo resumiré en un párrafo: Desprecio de mis compañeros, burlas y problemas con los maestros comenzando por la directora de la escuela.
Una persona que se desquitaba conmigo la frustración por los castigos que sufría su hijo en el colegio donde mi padre imparte clases. Castigos merecidos ya que su adorable hijo no era más que un delincuente juvenil. ¿En que me basó para decir esto? el chiquillo falsificaba las firmas de los profesores para solucionar sus problemas, era el invitado de honor de la dirección y sacaba pésimas notas. Hombre sus motivos psicologicos tendría que tener pero que culpa tenía yo para que ella obligará a su personal a aplazarme en materías donde tenía buenas notas, hasta sacarmree de conciertos de gala con tal de ver destruido a un niño que no le había hecho nada. Una profesora fue tan lejos como para ponerme una partitura de violín de 5 años de experiencia a un niño que recién aprendía a sostener el arco. (Sí toco el violín, tengo mis encantos). Pero lo importante ¿Que estaba pagando con 10 años de edad para que me tocará vivir cosas así? Nunca tendré una respuesta concreta pero sí puedo darte mi reflexión acerca de mis primeros años escolares y es la siguiente:

  ¿Que aprendí? A no huir de mis problemas, a enfrentar a mi peor enemigo que soy yo mismo y a nunca más permitirle a nadie decirme que no puedo. ¿quieres saber porqué? Me gradué de esos infiernos.

Mi reflexión: 

Aunque parezca trágico que un niño de esa edad reciba esos maltratos que ocurren día a día y aún así sean pocas las personas que se preocupan en regular estos comportamientos.
Si tú eres de los que ha vivido también está situación lo mejor que puedo aconsejar basado en mi propia experiencia es... ¡Desahogalo y supéralo! amigo o amiga que lees esto. ¿Has pensado lo fuerte, valiente y especial que se debes ser para haber vivido o estar viviendo algo así y estar aquí aún leyendo esto? ¿Has visto la cantidad de personas que se rinden y escogen el camino del suicidio para evadir su realidad? Estas cosas te diré, me han hecho fuerte y quien soy ahora mismo. Cada una de las cosas que has leído y te contaré en los siguientes capítulos me han hecho ser el humano que soy hoy en día y sí te soy sincero ¡Ha valido la pena! Lo que debes tener muy en claro es la siguiente conclusión. 

Mi conclusión: 

  Por más fuerte que sea la prueba, NUNCA TE RINDAS. no hay más opciones. Ganar o ganar. Si la vida te golpea ponte de pie y golpeala más fuerte. Los cobardes son los que necesitan hacer sentir mal a otras personas para llenar su propio vacío. Se la diferencia.