I- Atardecer

2.4K 105 30
                                    

Era un día caluroso, una suave brisa soplaba entre las nubes anunciando el cambio de estación.

Los últimos atisbos primaverales daban paso a un verano que esta vez se había demorado notablemente...

Se encontraba en una ladera empinada, tumbada encima de una manta sobre la hierba fresca y con las manos en alto apuntando al firmamento.

Sus ojos resplandecían llenos de emoción y un sinfín de recuerdos vertiginosos surcaban su mente para provocarle una tímida sonrisa, casi imperceptible...

A su espalda , un árbol que se mecía al compás del viento y dejaba caer sus hojas de color ocre con parsimonia.

Y justo a su lado, él.

La persona con quien tantos momentos había pasado, con quien tanto había discutido, con quien tanto había reído...

Quien le daba un motivo a su existencia, una razón de vivir y un propósito en la vida.

Nick. El solo hecho de mencionar su nombre le ponía el pelaje de punta y la ruborizaba enormemente. Sus orejas se empinaban y su nariz le cosquilleaba provocándole un gesto muy particular...

Allí se encontraban los dos, juntos observando con calma el cénit del crepúsculo. Como ese maravilloso momento danzaba ante sus ojos...

-¡Eh zanahorias! ¿Quieres hacer los honores? (Dijo Nick con dulzura)

-Por supuesto cariño. Pero mejor si me echas una mano, ¿no crees?

-Hmpfff, como quieras

...

-como calcules mal vas a fastidi

-¡Diez!

...

-Vamos zorro bobo, ¿no decías que me ibas a ayudar?

-nueve (dijo Nick poco entusiasmado)

-¡Ocho!

-siete

-¡Seis!

-cuatro

-¿No sabes contar o qué? Vas a fastidiar el momento

-cuatro. Ahora sí jeje (Judy le da un puñetazo suave)

¡Tres!

-dos (dijo Nick acercándose levemente)

¡Uno! (Judy no se dio cuenta de que el zorro estaba ya sobre ella)

-cero (Dijo Nick a la vez que juntaba su boca con la de Judy para conectar con pasión sus lenguas)

Judy estaba extasiada, no tenía tiempo ni ganas de pensar en nada. Solo se preocupaba de disfrutar al máximo el momento, apreciando cada contacto que tenían, cada jadeo que intercambiaban...

Era justo como ella quería, un par de besos apasionados para luego separarse y posteriormente juntarse de nuevo.

Parecían dos imanes atrayéndose con fuerza cuando estaban cerca y repeliéndose cada vez que se distanciaban. Todo era una sincronización perfecta que hacía de esto un juego amoroso intenso.

Un hilo de saliva los mantenía unidos cada vez que el zorro se inclinaba para besarla una y otra vez.

Pero no bastaba. Ninguno tenía suficiente. Necesitaban más y ambos lo sabían.

Tras un largo instante, Nick comenzó descender hasta su cuello mientras gruñía y se paró para lamerlo con delicadeza y besarlo con ternura.

Judy lo disfrutaba como nunca pero no pudo soportar la idea de quedarse impasible, de no hacer nada. Necesitaba tomar el control, ese era su deseo en ese momento.

Presa de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora