IX- Sombras del pasado

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Nick perdió la noción del tiempo. Estaba incómodo, de eso no había duda. Además respiraba con dificultad y tenía mucho calor porque el aire de la habitación estaba viciado y solo había una pequeña ventana.

Se recostó contra la pared y suspiró hondamente. Hacía ya un rato que la agonía de Brenda había alcanzado su límite. Después de destrozar la colchoneta que tenía delante, se había ido deteniendo.

Llegó a un punto en que sus sollozos casi habían cesado por completo y ya únicamente se oía un leve gimoteo.

Mejor para Nick, que se estaba desquiciando por no saber qué hacer y aquellos llantos desconsolados no ayudaban en absoluto. Brenda estaba sufriendo y él se odiaba a sí mismo por no poder remediarlo.

En cierto momento, lo invadió un aura de seguridad y optó por tomar una decisión. Intentaría hablar con ella acercándose con cautela y midiendo sus palabras al milímetro.

"Creo que es lo mejor" -se dijo a sí mismo mientras abandonaba su posición y se colocaba detrás de ella

-¿Brenda? -preguntó en voz baja

No obtuvo respuesta alguna. Volvió a intentarlo con un poco más de firmeza

-Brenda, ¿Me estás oyendo?

Esta vez la loba se quedó en silencio. Nick se tomó su reacción como un sí.

El zorro tomó aire y apoyó una zarpa en el hombro de ella.

-Mira. No sé qué es lo que te ha sucedido. Pero si no me cuentas nada, no podré ayudarte, ¿Lo entiendes? -dijo dulcemente

Brenda ladeó la cabeza y se enjuagó las lágrimas por enésima vez. Habló entrecortada y casi imperceptible.

-Yo... no puedo... no... quiero... que... sufras por... mí

La última palabra la dijo prácticamente sin voz

Nick se estaba desesperando. Había conseguido hacerla hablar, pero no era suficiente. Estaba aún lejos de resolver el problema.

Para mí esto no es fácil -añadió en un intento de queja

-Quiero ayudarte con lo que sea. Estoy aquí contigo y... y no me voy a ir hasta tú estés bien

A Nick le costaba encontrar las palabras adecuadas

-Sé lo que es estar así. Mi vida no ha sido fácil y... aunque siempre creo que lo tengo superado... no es así... y en momentos como este me doy cuenta de ello

Lo último lo dijo al borde del llanto

Brenda seguía de espaldas a él. No iba a moverse. No iba a dejar que Nick viese la debilidad en su rostro, su sufrimiento. No iba a ceder

Súbitamente buscó a tientas la mano de Nick y la estrechó con fuerza. Como si le diese ánimos en silencio, mostrándole que estaba escuchándolo y que de verdad le importaba.

Con ese gesto le había dado a entender que lo apoyaba. Sabía en el fondo que Nick iba a seguir desahogándose ahora que tenía con quien hacerlo. Pero en aquel momento, Brenda ya tenía bastante con el dolor que le causaban sus recuerdos.

Nick era muy listo. Se había dado cuenta de que en ese pozo de oscuridad infinita, se había abierto un resquicio lo suficientemente grande como para dejar pasar un rayo de luz, un destello de esperanza. Se había dado cuenta de que la única forma de que Brenda se abriese a él, era abriéndose él primero a ella. Iba a tener que hablarle de su terrible pasado.

Devolvió el apretón de manos con fuerza y se dispuso a comenzar.

. . .

Los padres de Nick fueron muy buenas personas. El hecho de que sus vidas terminasen tan pronto, resulta irónico aunque cruel al mismo tiempo.

Presa de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora