Ourense

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Llegué a Ourense, por fin estaba allí, por fin podria verle, abrazarle, decirle que todo fue un error, que le quiero, que llega la noche, y comprendo que le necesito.

No se hacía donde ir, empece a recorrer todas las calles, preguntado a la gente si le conocía, nadie sabia de él. Empezaba a creer que no lo encontraría.
Oí una voz detrás de mi
-Buscas a Cepeda?
-Si
-Vive en esa casa de allí al final, la amarilla

Salí corriendo sin pensarlo, no le dí ni las gracias, solo me importaba llegar hasta Luis
Llamé a la puerta con fuerza, no hubo respuesta alguna, volví a llamar, nada.
Me acerqué para llamar una tercera vez y la puerta se abrió.
Y allí estaba él, sin camiseta, con pantalón de chandal y un cigarro en la boca.
Me tire encima de él para abrazarle, él me aparto friamente.

-Que haces aquí? dijo alterado
-He vindo porque te quiero, nunca volví con Vicente
-Basta, basta de esta historia, creía que tu me querías, que podiamos estar juntos, pero solo era un maldito juguete pasajero para ti.
-Lui...pare de hablar de golpe al oir la voz de una chica llamandole
-Debes irte, estoy ocupado
-Luis, le agarré del brazo, por favor...

Me miro fijamente a los ojos, nunca había visto esa mirada en él, tenía la respiración acelerada y olía a alchol.

-Aitana, no te quiero.

Esas palabras traspasaron mi corazón como flechas punzantes. No podia creer lo que estaba diciendo.

-Ahora porfavor marchate, olvidate de mi como yo lo he echo. Y cerró la puerta en mis narices.

Cojí un taxi para volver a la estación, no tenía fuerzas para caminar, cojí el ave y encendí la música, busque la canción y la puse en modo repetición "Procuro olvidarte".
Mi cara se llenó de lágrimas, el cuerpo entero temblaba, mi pecho se encojía y me dolia el corazón, no podía creer lo que estaba pasando, él, mi gran apoyo, mi yo interior, mi ser, el que yo creía ser el amor de mi vida, me rechazó, me sacó de su vida, y yo no podía hacer nada más que sentirme culpable, que había echo mal? que le hizo cambiar de esa forma.

Llegué a casa y me tumbé en la cama, sin cambiarme ni desmaquillarme, solo quería dormir y olvidarme de todo.

Una semana despúes

Alguien llamó repetidas veces a la puerta de mi piso, me levanté de la cama como pude y fuí a abrir la puerta.

Se abalanzó sobre mi, era Amaia
-Aitana, buah menos mal que estas bien, pero que haces en pijama aún? son las cuatro de la tarde
-Estaba, bueno, en la cama
-En la cama? Aitana no puedes seguir así, debes salir, que te de el aire, comer, despejar la mente.
-Pero....me cortó
-Nada de peros! vete a duchar, te preparo el desayuno y saldremos a que te de el aire.
-Pero...
-He dicho nada de peros! Aitiana voy a cuidar de ti.
-Gracias por tanto, la abrazé

Narra Cepeda

Cerré la puerta, respire profundamente, no pensé que doliera tanto verla, pero más me dolió que me engañara, que haya jugado conmigo, no significo nada para ella, y ahora, ella tampoco para mi.

Terminé lo que estaba haciendo con esa chica, ella se fue y yo me quede durmiendo en mi cama.
El sonido del móvil me despertó.

-Se puede saber que pasa contigo?
-Hombre Roi, que tal tio
-Dejate de tonterias, que ha pasado con Aitana?
-Que me ha engañado, que me ha utilizado
-Pero que dices? oye deberías hablar con ella
-No, estoy harto de ir tras de ella, de no tener una atracción mutua, ha vuelto con el maldito cactus.
-No quiero nada de ella. He estado, estoy y estaré enamorado de ella, pero me hizo daño,  ella no siente lo mismo, y creeme si te digo que sin ella mi vida no tiene sentido.
Colgué el movil y seguí durmiendo.

El cuadro de tu boca - Historia AitedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora