Aunque sea lo último que haga

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-Aitana que ocurre?
-Puedes venir a buscarme porfavor?
-Estoy en mitad de la firma, ahora no puedo
-Él....él me ha pegado...
-Como? que? Aiti amor, mandare alguien a por ti, vendre en cuando termine. te quiero chiquitina, y colgó.

Me quede escondida, en ese pequeño callejon, sentada en el suelo, tenia los brazos apoyados en las rodillas y las manos tapandome la cara, no comprendía que había ocurrido, yo lo creí, confie en él y me pego, el me odia, soy un juego para él.
Y que ocurrio con Luis? él cree que hemos vuelto, pero es mentira, siento algo por él, pero no volvimos.

Noté una mano fria tocandome el brazo derecho, levanté la mirada despacio, y ahí estaba, ahí estaba quien siempre estuvo para mi, quien daría lo que fuera para mi, o eso pensaba yo.

-Levantate, te llevo a tu casa.
Me levante despacio, me dolia la cara, pero más me dolia el corazón por verle así, andaba en línia recta como si no fuera a ninguna parte, no me miro en ningun momento. Abrio el coche y se subió, yo me subí a su lado.

-Gracias por llevarme, yo, no sabia que hacer
-Lo hice por Ana, ella me pidio que te recogiera y te llevara a tu casa.
-Gracias igualmente Luis.

Siguió en silencio todo el camino hasta llegar a mi casa, paro el coche y siguió mirando hacía delante.

-Quieres subir?
-Debo irme, tengo cosas a hacer.
Baje del coche y cerré la puerta, le dije adiós con la mano y ni me miro, solo se fue.

Subí a casa, me quite toda la ropa y me metí entera en la bañera. El agua estaba hirviendo, pero eso me reconfortaba, no se por qué.
Respiré hondo y me vinieron mil imagenes en la cabeza.
En la academia, Luís abrazandome por detrás, subia en su espalda, tumbada en su estomago, el sonido de su corazón al latir, su respiración.

Agarré el movil, y empezó a sonar "No puedo vivir sin tí". Respiré hondo y me centré en la letra. Hundí la cabeza entera en el agua y la volví a sacar, las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas.
Que estaba haciendo, Luís lo hizo todo por mi, estuvo siempre por mi, me quería, me amaba y yo que hice? echarle de mi vida, y ahora que no esta le echo de menos. Solo quería abrazarle y decir que lo sentía, que no debí hacerle daño.

Salí del baño, me vestí, me hice una pequeña bolsa, debía de ir a por él, debía de decirle que sentia.
Cojí la bolsa y al abrir la puerta me encontré con Ana.
-A donde vas?
-A casa de Luis, yo le hice daño
-Aiti...él...él volvio a Ourense.
-Como? a su casa?
-Él tiene mucho dolor dentro, él te quiere, y por eso se ha ido, él sabe que a su lado tu no vas a ser feliz. Él no debe estar en tu vida.
-Pero yo le quiero Ana. Empezé a llorar, le quiero de verdad, le amo.
-Él te quiere, pero él no es tu futuro. Me abrazó la canaria, eché a llorar entre sus brazos, no podía perderle, no ahora.

-Has visto que cara llevas?
En ese momento recorde la conversación con Vicente, como me trató y cuando me pego.

-No me he mirado la cara
-Ven al baño, voy a curarte

La seguí sin más, no hacía más que pensar en Luis

-He sido una estupida. Hice una mueca de dolor mientras me curaba las heridas.
-Por que dices esto?
Dudé unos segundos
-Luis lo ha dado todo por mi, él siempre a estado cuando me hacía falta, siempre he tenido su apoyo, y él nunca recibió nada de mi.
-Pero él sabe que tu le quieres
-No, él cree que volví con Vicente. Cepeda...Luis fue a su casa despues que le contara que abuso de mi, y Vicente le dijo que habíamos vuelto...bajé la mirada.
-Pero no habeis vuelto verdad?
-No, pero él no lo sabe. Empecé a llorar de nuevo.
-Debo irme, debo ir a buscarle, iré a su casa y hablaré con él.
-Pero no sabemos nada, no sabemos ni donde vive, ni si quiera si sigue allí.
-Le preguntaré a Roi, él seguro que lo sabe, y sino sigue allí iré a donde haga falta, voy a recueperarle, aunque sea lo último que haga.

Ana me abrazó con fuerza y me beso en la frente.
-Estoy muy orgullosa de ti, de que luches por lo que quieres, te quiero chiquitina
-Te quiero Ana, espero que todo salga bien.

Me dirigí hacía la estación de tren para coger el ave, en menos de seis horas estaría en Ourense y ni siquiera sabia si él seguía allí, ni siquiera sabia a donde ir, ni que buscar, lo único que tenía claro era que lo quería.

El cuadro de tu boca - Historia AitedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora