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CAPÍTULO 1
BLUE


—¡Te lo juro! ¡No lo soñé! —Mi madre apretó el corsé a mi cintura, estirando los tirantes de este mientras me sostenía en los bordes de mi cama.

—Claro que sí, cariño —El sarcasmo adornaba su respuesta—. Como digas, ahora ven, hay que desayunar... — Sin más, salió por la puerta dejándome sola en la habitación.

No soportaba, era en verdad agotador volver a la rutina que, en su momento, creí había terminado. Me asomé al ventanal desde mi habitación, un soleado día en Dunbroch. Las personas iniciando sus labores bajo el brillante sol del verano, un cielo azul disponía un buen clima para las actividades al aire libre; sí, definitivamente saldría a cabalgar.

Sin más, tomé mi arco y bajé con desgano las escaleras, siguiendo el paso de Elinor.

Mamá, papá y los trillizos ya estaban en la mesa para cuando yo llegué. Los últimos corrían al rededor, aventándose la comida entre juego y juego. Papá tragaba desmesurado y mi madre portaba una invaluable cara de hastío.

Un día normal en mi vida.

Mi nombre es Mérida, soy la primogénita del Clan Dunbronch y tengo 16 años.
Hace meses atrás me enfrenté a los primogénitos de los clanes en el área para salvar mi mano.
Esperé mejorar la relación con mi madre, hubo cambio, mas es difícil mantenernos al mismo ritmo.

No hay muchas cosas interesantes de las cuales hablar, tal vez...
Éstas noches que han pasado, he visto una sombra calarse en mi habitación, un dragón o algo así, no me he dado el tiempo de investigar pero es mi hipótesis más lógica.
No planeo contarle a nadie, será algo que investigaré por cuenta propia, el riesgo y adrenalina cuando lo halle no me lo arrebatará nadie.

Fuera de mis pensamientos, encontré a la Reina haciendo un gesto en mi dirección.

—Cierto... —murmuré. En un santiamén me dirigí a la cocina y tomé la bandeja con panecillos, al regresar al comedor tiré la charola de un golpe en la mesa, provocando un desagradable ruido a los oídos de los presentes.

—¡Mérida! —gruñó mi madre, reprendiendo mi acción. Los tres pelirrojos comenzaron a reír a carcajadas, siendo distraídos de sus travesuras.

—Buenos días, hija —saludó mi padre con la comida en la boca y un trozo de pollo asado en su mano.
Me senté a un lado de mamá, quien me seguía juzgando con la mirada. —Buenos días, Papá — correspondí con una sonrisilla traviesa y giré la vista a mi madre—. ¿Qué?

—Uhg, no interesa —volteó sus ojos, fastidiada por nuestro comportamiento—, lo importante ahora es la noticia que te daremos —su semblante cambió al instante, con una sonrisa miró a mi padre, incitándole a hablar—. Fergus... —llamó.

—¿Noticia? —susurré para mí misma. Mi padre dejó de comer su pollo y nos miró a ambas, desconociendo nuestro tema de conversación.

—¿Uh? —Se limpió la boca con su brazo, quitando los restos de comida—. ¿Qué?

—La noticia... —habló mamá entre dientes con una mirada mordaz.

—Sí, esto... La noticia es que, uh, ¿cuál era? —Si las miradas mataran, mamá ya habría aniquilado  a papá—. ¡Tenemos aliados! Sí y... ¡Son tres! ¡Vienen de la isla de Berk! —Mi madre negó, frotándose la frente con una mano.

—¿La isla de qué? —cuestioné puesto no logré entender el nombre.

—Se encuentra cruzando las montañas, más allá del bosque y las ruinas del antiguo reino, al otro lado del mar —aclaró mamá desesperada—. Pero esa no es la noticia.

Touch The Sky » MericcupDonde viven las historias. Descúbrelo ahora