Dulce.

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{ AU ; escolar }

Itachi, tal vez, jamás entendería el afán de sus compañeras de recibir chocolates el día de San Valentín. ¿Qué gracia tenía si era obligado, más un detalle por la fecha que salido del fondo de un corazón? Lo veía hueco, incluso sucio. 

— ¡I-itachi-san! ¡Por favor, acéptelos! 

Escuchó eso la mayor parte del día por parte de la población femenina, incluso algunos cuantos chicos tímidos se acercaron para darle hasta una carta. La amabilidad de Itachi le había resultado un arma de doble filo al aceptar los obsequios con una sonrisa y una disculpa por no tener nada que ofrecer a cambio. Era casi anormal verlo con dos bolsas cargadas de todo tipo de dulces y que no estuviera comiéndolos. 

Itachi amaba los dulces. 

— ¡Oye, Itachi! 

Itachi también amaba a Shisui, que era algo parecido a un dulce. O al menos, los besos que se daban tenían gusto a dangos e Itachi lo quería tanto como ellos. Volteó a verlo inmediatamente después de oír su nombre, relajándose cuando estuvo a su lado y le sonrió como sólo Shisui podía hacerlo. 

— Has recibido muchas golosinas, espero que no te las comas todas. 

— Es lo menos que puedo hacer —respondió el siempre amable Itachi. Shisui sólo asintió, comprendiendo—. Tú también has recibido algo. 

— Por supuesto, ¿acaso dudas de mi belleza? —Shisui le guiñó un ojo y el muchacho sonrió—. Esto... tú tienes muchos dulces y... 

Itachi enarcó una ceja sin comprender. 

— ¿Quieres la mitad? 

— ¡No! —Negó Shisui con la cabeza. Sus mejillas se colorearon de un tono rosado mientras dejaba las bolsas en el suelo—. Y como tienes muchos dulces, no sé si sea sano darte mi regalo. 

Shisui abrió su mochila y extrajo una caja plana de madera rectangular, los ojos de Itachi se abrieron y de su boca casi escurría saliva. Ansioso, sonrojado e incluso algo impaciente, Itachi miró a Shisui en busca de una explicación. 

— ¿Esos son...? 

— Los dangos de calabaza y té verde de edición limitada —completó el mayor, rascándose la nuca con vergüenza—. Los encontré el otro día por casualidad en una tienda y como sé que te gustan, pues... 

En una milésima de segundos, Itachi le había robado un beso y la caja, colgando las bolsas de regalos en los antebrazos mientras habría cuidadosamente la tapa de madera. Gloria, los dangos tenían un delicioso aroma a gloria. 

— ¿Sabes? Debería comprar estas cosas más seguido —exclamó Shisui con diversión después de recuperarse de la sorpresa—. Feliz San Valentín, comadreja. 

San Valentín era una fecha comercial para los chicos y chichas que deseaban regalar algo a quien creían amar, sólo algunos tenían un amor tan puro y dulce como ellos. 

Cabe mencionar que Itachi sufrió una muy difícil indigestión, un regaño de su madre y unos días de cuidados de Shisui. 


Drabbles {3} | ShiIta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora