Itachi era inteligente, tal vez demasiado para sus cortos diez años, pero a pesar de todo su poder intelectual no llegaba a comprender porqué era malo estar con un chico. Se suponía que las parejas se formaban porque se querían y compartían un deseo de estar juntas.
¿Por qué todos los Uchiha veían mal uns unión "diferente"? ¿Realmente era «diferente» la palabra correcta, o antitradicional se ajusta mejor? Como fuera, veían mal la relación sentimental que una pareja del mismo sexo tenían. E Itachi no lo entendía, así que cuando le preguntó a su madre, ella respondió algo así como: «Sólo las mujeres pueden darles hijos a sus maridos, Itachi»
— Pero madre, ¿ellos no pueden adoptar?
— No es aceptable, cariño, los niños imitan a sus padres —cortó ella, y continuó con la cena.
Lejos de recibir respuestas, el pequeño Uchiha formuló más preguntas en su mente. No se arriesgaría a preguntarle a su progenitor, ya conocía la postura de Fugaku frente al tema y no podía arriesgarse a que lo tacharan de "diferente".
Itachi descubrió que ni siquiera conocía la palabra para nombrar a los que eran así.
Decidió que llamarlos «prohibidos» era lo ideal; entablar relación de amistad con un prohibido estaba prohibido, tener familia así estaba prohibido, y más prohibiciones que no recordaba en ese momento.
— Hey, Shisui.
Después de unas semanas, Itachi consideró que preguntarle a la persona en la que más confiaba era lo correcto.
— ¿Qué sucede, Itachi? —Ante la duda, Shisui sonrió y acarició la coleta baja del menor—. Puedes contarme lo que quieras, somos amigos.
— Tú... ¿Por qué ser un diferente es malo?
Itachi esperó una respuesta que trajera consigo más dudas que debería resolver, pero se había quedado sin personas a las cuáles preguntar. Lo que no previó fue la risa mal contenida del mayor.
— Lo siento, lo siento —Shisui movió la mano para restarle importancia a su ataque de risa—. Itachi, no hay nada de malo en tener gustos diferentes. Sé un chico listo y arma tu propia opinión sin oír los prejuicios del clan.
. . .
Itachi mordió sus labios para no dejar escapar una risa. El rostro de Fugaku era un poema trágico, ¿qué había hecho mal para que su primogénito fuera un diferente?
— Así que dejo el barrio y renuncio a tomar el mando del clan, padre —continuó Itachi ante la conmoción de su padre—. Shisui me espera. Adiós.
Ah, con tantos años de investigación y observación, Itachi concluyó que él era un prohibido, y Shisui se había encargado de enamorarlo para que no cometiera la locura de contraer matrimonio con una joven cualquiera, temeroso de alguna represalia contra el mayor.
Mikoto no comprendía, Fugaku se negaba a creerlo, pero su hermano Sasuke simplemente lo aceptaba con las indiferentes y burlonas palabras de «Es tu trasero, nii-san, no el mío».
Apenas salió del recinto, Shisui tomó su mano bajo las miradas hostiles de los demás miembros del clan. Hostiles en su mayoría, sorprendidas en otrad y una mínima parte con respeto; hombres y mujeres diferentes que mantenían la cabeza agachada para no ser prohibidos.
— Vamos, comadreja. Te invito unos dangos.
Ser prohibido no era malo, no si tenía el amor de Shisui, el apoyo de Sasuke y la silenciosa aprobación de Izumi.
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Drabbles {3} | ShiIta.
FanfictionHistorias cortas del ciego y la comadreja; {AU; Canon; Yaoi}