Capítulo 18

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Me deslize por las sábanas sin hacer ruido. Ross aún estaba durmiendo, pero ya había dormido mucho.

Me coloqué entre sus piernas y mire su calmando pene.

El lo tenía grande, incluso cuando no estaba excitado. Me acerque a él y empezé a dejar besitos en todo este.

Ross gimió, pero aún estaba inconciente. Seguí haciendolo y el levanto ligeramente las caderas.

Pasé mi lengua por este, y aumenté el ritmo de mis besos. Saboreaba cada parte suya.

-Oh.-dijo Ross. Al parecer si sentía, pero no estaba suficientemente despierto.

Metí su polla a mi boca y empezé a chuparla lento. Sus caderas se levantaron y esta vez el gimió fuerte.

-¿Qué...estás...haciendo?- dijo entre gemidos. Levante la mirada y lo encontre con el cabello revuelto y la mirada confundida, pero con clara excitación.

-Te dije que te debía un orgasmo.- volví a besar su miembro.

Ross no respondió al instante. Solo se miró mientras se lo hacía.

-Entonces hazlo bien.- soltó finalmente. Cogió mi cabeza y la empujó contra su polla.

Su pene me tocó la garganta, tuve que retroceder un poco, porque me ahogaría. Con sus manos controlaban mis movimientos (como siempre), le gustaba tener el control en la cama.

Chupe fuerte y lo jalé hasta que Ross gritó.

-Me lo arrancarás, nena.

Jalé más despació pero seguía chupando igual de intenso.

-¡No pares,_____!- gritó.

Le mordí la punta como respuesta.

Gimió más y movió las caderas al ritmo de mis lamidas.

-Ya se que se siente cuando tambien te lo hago.- dijo.- Entiendo porque te vuelves loca.

Pare por un segundo para responder, pero él me tomó por el cabello y tiró de el.

-No pares porfavor.- suplicó.- Se siente demasiado bien.

Habían pasado unos días desde que no le hacia esto, Ross siempre me lo hacía a mi con la excusa de "Tienes que estár más mojada para cuando entre a ti". Y a él le gustaba más que lo hagamos de la manera normal, pero tambien le gustaba cuando se lo hacía.

Ross estaba gimiendo como loco. Ya no controlaba los sonidos que salían de su boca, estaba siendo poseido por mi boca.

-Tengo miedo.- soltó derrepente.

Hize mis movimientos más lentos, creí que lo estaba lastimando.

-No quiero que vuelvas a tu vida y me olvides.- dijo entre gemidos.

Lo miré retorcerce... No solo lo hacía de placer, si no tambien de dolor.

Pero no dolor por lo que le estaba haciendo, si no por miedo a que lo deje.

Me lastimó tanto verlo así.

Aumenté el ritmo de mi boca y succioné más fuerte hasta que finalmente se corrió en mi boca. Lamí todo su semen y luego subí para poder estár junto a él y lo abrazé mientras él recuperaba su respiración.

No lo iba a dejar nunca. Y mi "nunca" era para siempre.

Simplemente no veía mi vida sin él en ella.

-Tu.- me dijo en susurro.

Me aferre a él esperando que eso le respondiera.

-Tu.- respondí.

Besé sus labios de manera suave, pero con amor. Me puso sobre él para poder besarlo mejor y empezamos un juego de labios y lenguas.

-Nunca...te...olvidaré.-dije cada vez que dejaba un beso en él.

Puso sus manos en mis caderas y me las frotó.

-Dejaría...todo...solo...por...estár...contigo.- respondió.

Abrió sus piernas y me colocó entre ellas, continuó besandome mientras que empezaba a levantar sus caderas, generando un roze tentador.

Atrapé su labio inferior y los mordí. Ross gimió como respuesta.

-¿Crees que te voy a olvidar?- pregunté.

-Talvez.- respondió. Continuabamos besandonos apasionadamente.

-¿Crees que algún día te voy a poder superar y simplemente olvidar?

No respondió esta vez, pero si intensificó sus besos.

-Ross.- dije firme y separé mis labios. Cojí su hermoso rostro en mis manos y lo obligué a mirarme a los ojos.

Color caramelo y miel se enfrentaban.

-Tu.- empezé.- Tu fuiste mi primer amor, tu fuiste quien me mostró que apesar de estár sola en un pais, aún puedes en encontrar el amor. Me enseñaste a amar, me enseñaste a ser fuerte y a conocer mis límites. Me has arreglado completamente la vida...Soy como una torre inestable de bloques, si quitas uno estaré indesisa, y si que quitas otro caeré.

Vi como sus ojos se ponían húmedos.

-Recuerdas este anillo?- pregunté mostrando el mío.

Ross asintió.

-¿Aún recuerdas que significa verdad?- busqué su anillo en su mano.- Ambos lo tenemos, y ambos prometimos algo ese día.

Ross volvió a asentir y me abrazó con fuerza.

Sentí mi pecho mojado por sus lágrimas, besé con cariño su cabeza y se la sobé.

-No llores, amor.- dije tratando de calmarlo.

Levantó su cabeza y me mostró su perfecto rostro con lágrimas en el. Sentí que los míos tambien se humedecían y gotitas amenazaban con salir de ellos. Pero me mantuve fuerte.

-Te quiero.- susurré.

-Tú.-respondió.

El "Tú" me bastó para saber que estaba todo bien, era una manera suya para expresar su amor.

Besé sus labios con delicadeza esperando que él tambien lo hiziera.

Y lo hizó, me devolvió el beso y fue más humedo por todas sus lágrimas.

-¿Sigues cansado?- pregunté.

-No.- respondió tranquilamente.- En realidad estoy ansioso. Me siento que mucha energía...¿Que hora es?

Chequeé en mi teléfono.

-7:45.

Sonrió.

-¿Qué?- pregunté.

-Aún tenemos tiempo.

-¿Para que?

-Para que hagamos lo que queramos.- respondió sonriente.

Le sonreí y pase mis manos por su cabello.

-Tú.- respondí.

RED (Ross Lynch) (Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora