-¡_______!
Rydel se lanzó sobre mí, puse los brazos alrededor de ella y la cargué fuera del elevador.
-¿Donde está?- prengunté.
-Adentro durmiendo.- me respondió.- Los doctores dicen que se le cerraron los pulmones. Pero afortunadamente llegaron a tiempo.
¡Llegaron a tiempo! No quería ni imaginarme que pudo pasar si esque no hubieran llegado a tiempo.
-¿Puedo ir a verlo?- Rydel asintió.
Caminé por el pasillo de el tercer piso, entre sus paredes impecablemente blancas, hasta llegar a la única puerta que estaba abierta. Entré en silencio sin hacer ruida alguno. Levanté la mirada y me encontre con la mirada destrozada de Riker, Rocky, Ryland, Stormie y Mark. Moví la cabeza y lo ví.
Tenía una máscara que le cubría toda la nariz pero no los labios, tambien unos tubos conectados a su cuerpo, uno de ellos mostraba el latidos de su corazón.
¡Latía normal! Sentí que un gran peso se me quitó de encima.
-Hola, ______.- Mark se me acercó y me pasó un brazo por encima.
Me sentí agradecida por eso.
-¿Como está?.- pregunté dejando el bolso en uno de los sofas que habían en la habitación.
-Vivo.- comentó Rocky sonriendo.
Todos los Lynch le dirigieron una mirada fría.
-Iré por café.- dijo Rocky y salió de la habitación dejando un espacio vacio en la cama de Ross.
-Iré con él.- dijo Riker.- No sabe como funcionan esas máquinas.
-Voy con ustedes.- se unió Ryland.
Los 3 salieron y cerraron la puerta detràs de ellos.
Mark tambien salió mientras marcaba un número en su teléfono.
-Ahora vuelvo.- anunció justo antes de cerrar la puerta.
Stormie suspiró fuerte, se acercó a mí y me abrazó.
-Si esque los doctores no hubieran llegado...- lloró en mi hombro. La abrazé y sentí su dolor.
-¿Ya puede respirar cierto?
-Sí.- dijo Stormie debilmente.- Solo está dormido.
Asentí aprentando los labios.
Estuvimos en silencio por unos minutos más hasta que ella se levantó y se recostó en el sofá.
-¿Te molesta si te lo encargó? Estoy muy cansada.
-No hay problema.- le dije. Me levanté y cogí una manta del armario que había más allá. Se la dí a Stormie y ella se cubrió.
-Grita si pasa algo.- me dijo antes de quedarce dormida.
Me senté en la silla que estaba junto a la cama de Ross. Tomé con cuidado su mano derecha, que era la que no tenía ningún cable conectado, y la apreté. La tenía fría, se la froté y trate de pasarle mi calor.
Sus ojos se abrieron lentamente y tardo unos segundo en reconocerme. Luego Ross miró a su alrededor y luego se miró a él.
-¿Estás bien?.- preguntó Ross. Sonreí preguntandome como rayos puede preguntar eso cuando acaba de ver que es él el que estaba mal.
-Si ¿y tu?- pregunté acercándome a él.
-Me desperté y estoy concetado.- respondió algo adormilado.
-¿Te duele algo?
Lo pensó por unos segundos.
-La cabeza.- respondió finalmente.- y aquí.
Levantó su mano y la llevó a su corazón.
-¿El corazón?.- mire la pantalla que mostraba sus látidos, para asegurarme que todo estaba bien.
-¿Que tal si descanzas un poco?- me acerqué aún más a él. Quedando nariz a máscara.
Examinó mi rostro.
-¿Estaras acá cuando despierte?
Asentí y me levante un poco para besar su frente pero el me detuvo.
-Aquí.- me dijo señalando sus labios.
Le sonreí ignorando la punzada de dolor y amor que sentí en el corazòn.
Sentí sus labios frios contra los mios, quería calentarlos, pero talvez no iba a poder respirar.
Finalmente nuestros labios se separaron y él cerró los párpados.
...A las 5 de tarde estaba en mi casa saliendo de la ducha, luego de haber tenido una ducha relajante.
Me coloqué unos jeans, y una camiseta que Ross alguna vez había olvidado acá. Pero me quedaba bien, porque era ajustada para él, pero normal para mí.
Encontré mis converse negras y me sequé el pelo hasta que quedo casi seco.
Cojí el movil y me lo guarde en el bolsillo trasero.
Salí de y me metí en mi auto mientras me colocaba una chaqueta encima.
Conducí hasta el hospital sintiendome más tranquila que en la mañana.
Ross estaba bien, bueno... No tan bien. Es decir, estaba en el hospital pero aún así se sentía normal. Pero se iría mañana si esque no volvía a tener problemas esta noche.
El doctor dijo que eso suele pasarle a muchas personas mientras duermen, y que no debían preocuparce mucho, pero tambien que Ross debía evitar hacer actividades que impliquen mucho movimiento.
Cuando llegué subí en el elevador rapidamente para evitar preguntas. Y cuando llegué hasta la habitación Rydel y Ross charlaban normalmente.
-_____.- me saludo Rydel con una sonrida verdadera. No era para nada la Rydel que era en la mañana.
-Hola preciosa.- saludó Ross mientras abrazaba a Rydel.
Me acerqué a él y le dí un corto beso en los labios.
-Ratliff no tardará.- comentó Rydel tecleando un su teléfono.
-¿Donde está?-pregunté.
-En una cena con su familia.- contestó de inmediato.- Y al parecer tendré que ir a recogerlo.
Ross pusó los ojos en blanco, "Rydellington" no lo volvía loco.
-¿Pueden llamarme un taxi?
-Llevate mi auto.- respondí.
-¿En serio?
-Claro.- le tendí las llaves que saqué de mi bolsillo.
Rydel las tomó, me besó en la cabeza.
-Ten cuidado Ross, talvez yo me enamore de ella y te la quite.- dijo Rydel antes de salir.
-Si... Eso no va a pasar.-dijo Ross para mí.- Ven aquí.
Me acercó a él y me puso sobre él. Teniendo cuidado de no aplastarlo. Puso sus labios sobre los mios y me besó lento. Le devolví el beso y sentí como sus manos se posaban en mis caderas y bajaban lentamente a mi trasero. Nuestro beso se intensificó, y mi respiración se aceleró.
Oh no... No lo ibamos a hacer acá...¿o si?
-Ross.- dije y al abrir mi boca le dí acceso para que su lengua entre en mi boca.
Le mordí el labio, y el gimió. Aproveché eso para levantarme. Lo fulminé con la mirada.
-No lo haré en el hospital.- le dije.
-Solo teniamos que cerrar bien la puerta y ya.- se limitó a responder.
-¿Estás conciente de que estás conectado a una maquina que mide todos tus movimientos?
-¿Y qué?
-Te dijeron que no hagas ningún tipo de esfuerzo y lo primero que haces es tratar de follar.
-Di follar de nuevo.- me pidió.- Me excita.
Me dí la vuelta y caminé lejos de él para poder concentrarme.
-Veo tu lindo trasero desde aquí.
Afortunadamente la puerta se abrió y entró una enfermera joven, rubia y muy atractiva con unos papeles en las manos.
-Señor Lynch, tenemos que hacerle unos examenes...¡Oh lo siento!- se disculpó conmigo por no haberme notado.-Señorita...
-Red.- respondí sintiendome algo incomoda.
-Lynch.- corrigió Ross.
La enfermera abrió bien los ojos, pero trato de lucir no sorprendida.
-Lo siento señorita Lynch, pero tendrá que retirarce, necesitamos hacerle unas evaluaciones a su novio.- Y dijo "novio" con algo de tristeza.
-Esta bien.- respondí, me acerqué a Ross para despedirme y el me jaló para alcanzar a mis labios. Me beso con pasión y luego me soltó. Me dí la vuelta y sentí como me dió un pequeño golpe en el trasero.
Salí de la habitación algo avergonzada y miré a Ross antes de cerrar la puerta.
..."Follame"...
Leí sus labios y se sentí aún más avergonzada, pero esperé que la enfermera no lo halla notado.