You Are My Prince (Luhan, Baekhyun y tu)

Capítulo 30: "Encuentros"

- Mi nombre es Park Sanghyun, pero todo el mundo me conoce como Thunder -dijo, mientras mostraba su blanca sonrisa y luego tomaba un poco de su café, ya dentro del departamento de Sandara -. Incluso mi hermana se acostumbró a llamarme así.

La rubia llegó de la cocina a la sala con unas tazas y una jarra de café. Sirvió un poco a ambos hermanos y a ella, rellenó el de Thunder y se sentó en el sofá negro con él; mientras los otros dos se acomodaron en los sillones en frente de ellos.

- Perdonen por tantos fotógrafos en la puerta, realmente son fastidiosos y no se van ni aunque se lo pidas una y otra vez -se disculpó ella-. No sé cómo Thunder puede soportarlos todo el día con sus flashes y sus palabrerías estúpidas.

- No hay nada de malo -contestó Luhan, mientras Sehun sólo se dedicaba a beber rápidamente su café-. Además, nosotros llegamos sin avisar, no tenían por qué saber que estaríamos en la puerta.

- Entonces es perfecto -exclamó-, pero me gustaría saber algo. A tí te conozco, Luhan, eres amigo de mi hermana desde hace tiempo. Mi duda es quién es él -señaló a Sehun, quien todavía no se veía muy animado-, al menos para que Dara deje entrarlo a su casa y que se digne a mirarlo a los ojos.

- ¡Deja de hacerte el intelectual y hablar bien, Thunder! -dijo la rubia graciosamente, mientras le golpeaba el brazo derecho y él reía -. Perdona, Sehun, él suele ser celoso con la gente, y al parecer debo contarle que tenemos diez años de diferencia y soy una anciana -miró a su hermano como esperando una respuesta, por lo que el otro simplemente pasó su brazo por su hombro y la abrazó, haciéndola reír.

- Mírenla, mi hermana queriendo sentirse joven al mirar a un menor, maldita pedófila -bromeó riendo, mientras ella lo golpeaba amistosamente.

Esas acciones de confianza entre Sandara y Sanghyun hacían sentir un poco incómodos a Luhan y Sehun, pero aún así sonreían, viéndolos como "una guía de cómo los hermanos deben tratarse". El mayor recordó sus pocos momentos en ese día en el que de verdad se parecían a ellos, y todos eran luego de pelear o que algo malo pasara. Se prometió a él mismo, nuevamente, mejorar; para así poder llegar a ser plenamente como Dara y Thunder algún día.

Se quedaron a cenar, nada muy importante. Hablaron sobre temas triviales y también miraron un partido en la televisión, cosas sensillas. Luhan se preguntaba una y otra vez la razón por la que Thunder vino a visitar a Dara luego de que ella le contara que no se veían desde hacía mucho tiempo debido a sus responsabilidades como artista. Eso le parecía extraño, pero no fue hasta las doce que sus dudas fueron contestadas.

Sehun y Thunder se quedaron en la sala jugando a un videojuego que Luhan no entendía. Supuestamente el protagonista era un soldado con superpoderes que debía proteger a su ejército de, ¿un marciano? ¿Un monstruo? ¿Alguna criatura sobrenatural? Él no tenía idea, pero miraba atentamente como aquellos dos muchachos se entretenían jugando, aunque no podía asegurar quién iba ganando, ya que antes de las luchas cada uno debía atravesar bosques, desiertos y mares. Algo muy complicado para su mente.

Dara lo llamó desde la cocina y él se dirigió allí, aliviado de ya no tener que trabajar su mente intentando entender aquel confuso juego.

— ¿Quieres saber por qué el rubio bonito, infantil y famoso se encuentra en casa de tu amiga rubia, bonita, infantil y no famosa? -le preguntó ella, cruzada de brazos, con una cinta en su cabello y un trapo en sus manos.

— ¿Soy tan obvio?

— No —negó—, simplemente te conozco y pensé que te interesaría saberlo.

Dara rió nerviosamente, por lo que él dedujo que ella quería contarle a alguien lo que pasaba, más que sólo contárselo porque él se lo pidiera.