Es un bello día, el sol resplandece, una suave brisa corre por las calles de Seúl, el cielo está despejado y la pareja ríe. El rubio fresa se ríe por las tonterías que el pelirrojo hace.
— TaeHyung, para. Me vas a matar. — El menor tapa su boca con la mano para que sus dientes no se vean.
— Ay no, yo no puedo matar a mi lindo Kookie. ¿Qué haría yo sin él? Ay, ya sé. Me compraría un perrito y le daría el amor que no le pude dar a él. — El mayor hace un puchero mientras abraza al rubio.
— Hey, sigo aquí. No me he muerto y tampoco tengo pensado hacer algo así. — JungKook rodea la cintura del pelirrojo mientras besa su frente. — ¿Vamos a por los helados Kim? — El nombrado asiente de manera rápida e infantil, arrancando al menor una sonrisa repleta de amor. Se separa levemente y entrelaza su mano con la del contrario mientras sus sonrisas se ensanchan. — Entonces pongámonos en camino, no me apetece que cierren y mi bebé se quede sin su helado. TaeHyung frena al joven, atrae al menor mientras abraza la cintura de este y frunce el ceño ante la curiosa mirada del menor. — ¿Qué pasa?
— ¿Yo soy tu bebé? No, no, no JungKook. El bebé aquí eres tú lindo. — Tae toca con su dedo índice de la mano libre la punta de la nariz del menor haciendo que este se sonroje y esconda su cara en el hueco del cuello del mayor. — ¿Ves? Eres la cosita más adorable que he visto en mi vida Kookie, pero a la vez eres el hombre esculpido por dioses que es arrogante en la cama. — El nombrado golpea levemente el pecho contrario mientras suspira sin retirar su cara del cuello del pelirrojo evitando que este vea el sonrojo. TaeHyung ríe ante esta acción ya que sabe perfectamente lo que le sucede a su lindo novio. — Venga, vamos. — Ríe y arrastra al menor hasta la heladería más cercana, entra y sienta en una mesa al chico. Sin decir nada se coloca en la fila y JungKook sonríe. Ama cuando hace eso. Al cabo de unos minutos, Kim regresa a la mesa y coloca la tarrina delante del chico y se sienta en el asiento de en frente mientras lleva una cucharadita de su helado de fresa a su boca. — ¿Te gusta? — El menor asiente de manera efusiva y sonriente con la cucharadita en la boca. Ambos chicos comen su helado dándose miradas cómplices de vez en cuando, pero sin hablar. Cuando ambos acaban deciden andar sin un rumbo fijo, tomados de la mano y riendo. Cuando llegan a la puerta de la casa del menor ambos sonríen.
— Hoy me la he pasado muy bien Tae. Gracias. — JungKook besa la punta de la nariz de su novio haciendo a este reír.
— ¿Me lo agradeces con un besito en la nariz? ¿Qué deberé hacer para conseguir probar tus labios Kookie? — El rubio abraza al pelirrojo y apoya su cabeza en uno de los hombros.
— Debes sacrificar y traer la sangre de una virgen y un cuerno de unicornio. — Ambos ríen mientras se separan del abrazo quedando frente con frente. JungKook pasa sus brazos por los hombros del mayor y TaeHyung rodea la cintura. — La verdad es que con pedirlo sirve.
— ¿En serio? ¿Tanto tiempo con esa duda existencial y así de fácil era? — El rubio fresa rueda los ojos y junta sus labios con los contrarios en un delicado y suave beso. El pelirrojo rápidamente sigue los dulces movimientos del chico, tomando el control. Unos golpecitos en la ventana de la casa los sobresalta haciendo que JungKook se separe y cubra su boca mirando a su padre. Este tiene una sonrisa burlona en el rostro. — Yo mejor me voy. Adiós amor. — Besa costamente los belfos contrarios, camina hasta la acera, se despide con la mano y una sonrisa y camina con las manos en sus bolsillos hasta su casa. JungKook suspira y entra a su casa. Al instante que se habre la puerta, su madre se lanza sobre él y lo abraza.
— MI NIÑO GRANDE YA TIENE NOVIO. Uno muy apuesto y dule por lo visto. — La mirada y la voz que la mujer le da a su hijo consiguen incomodarlo un poco.
— Mujer, lo estás asfixiando. Suéltalo y déjalo hablar. — La mujer obedece y JungKook mira a sus padres confundido. — La pregunta importante aquí es... ¿Habeis tenido sexo? ¿Te has protegido?
— PAPÁ. POR FAVOR. — El chico tapa su cara y sube las escaleras hasta su cuarto, agarra el móvil y llama a TaeHyung. A los dos pitidos el palirrojo atiende.
— ¿Estás bien? ¿Te ha pasado algo? — El menor ríe mientras se tumba boca-arriba en su cama.
— No Hyung. Mi padre me acaba de preguntar si hemos tenido sexo.
— ¿Sigues sin saber hablar con naturalidad de este tema? Ay Kookie, eres adorable. — TaeHyung ríe al otro lado de la línea.
— Calla, yo no soy adorable. Es solo que... Mierda, ¿cómo decir esto sin sonar un pervertido? — JungKook se sonroja por enésima vez en el día.
— Espera... ¿Tú quieres tener sexo conmigo?
— S-Sí Hyung, me gustaría... Dios que vergüenza.
— Kookie. — El menor realiza un sonido de afirmación con su garganta , dando a entender que lo escucha. — En diez minutos estoy en tu casa. Avisa a tus padres de que te vienes conmigo. Lleva ropa de repuesto y todo lo necesario para pasar la noche fuera. — Sin decir nada más cuelga y JungKook queda perplejo.
— Wow, fue más fácil de lo que creí. — Ríe y empieza a realizar lo que el mayor le ha dicho.
Será la mejor manera de acabar este hermoso día.
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One-Shorts VKook/KookV
FanficLes presento señoras y señores un libro donde escribiré todas mis ideas que no dan para una trama de un libro. -> Todos los relatos serán KookV o VKook a no ser que yo lo diga 7u7