L U J U R I A
Deseo sexual desordenado e incontrolable.
POV'S Stuart
Eran apenas las 2 de la mañana. Ya era normal para mí estar a estas horas bebiendo. Cada día una chica diferente en mi cama. Me gustaba jugar con ellas, a pequeños juegos, para al final llenarlas de ''gloria''. Todos me conocían por ser un hijo de puta con las chicas, pero siempre caían en mis brazos. ¿Por qué? Pregúntaselo a ellas.
Recuerdo que el fin de semana anterior salí con una chica, se llamaba... Al diablo, no importa su nombre. Su cabello era corto y negro. Llevaba zapatillas negras y una corbata roja. Camisa negra de botones, que hacía resaltar su figura. Tenía un lunar muy sexy que reposaba arriba de sus labios. No era un adefesio pero tampoco una belleza. Normal. El punto es que lo hicimos en el baño de mujeres, muy mala idea Stuart. Pensé que por ser mujeres serían más limpias, cosa que no fue así. Aparte que era incómodo, ya que había un grupo de amigas platicando de sus decepciones amorosas con una botella de alcohol a lado. Nunca más lo vuelvo hacer en esos baños.
La noche era tranquila, casi no había gente. Tal vez unas 50 personas, la mayoría bailando. Creo que no era mi día de suerte, la otra opción sería meterme con un hombre. No me desagradaba la idea, pero era más complicado.
Vi como entraba un grupo de amigos. 2 chicas y 3 chicos. Una de ellas fue la que llamo mi atención. Estatura media, cabellos rubio y lago. Shorts y blusa de rayas. Logrando ver gran parte de su espalda. Una hermosa mujer. Era mi próxima víctima.
Espere a que los 3 chicos se fueran para ejercer con mi plan. Pasaron 20 minutos exactos para que los chicos fueron a la barra en la que me encontraba. Me dirigí hacia ellas, se veía presa fácil.
— ¿Que tal la noche chicas?—me senté a lado suyo, con una botella de alcohol.
— Disculpa, ¿te conocemos?—dijo la de ojos achinados.
— No seas grosera Noodz. Hola, todo bien—ahora entendía las películas donde salían chinos, siempre arruinaban la situación.
— Me alegro, ¿cómo te llamas lindura?
— Rachel, ¿y tú?
— Hey, no te hagas ilusiones. Tiene novio—aún mejor.
— Shh... cállate. No le hagas caso—se acercó a mí y me susurro al oído—. Está en sus días.
— Lo entiendo—dije sonriendo—. ¿Te parece si hablamos en otro lugar? Hay mucho ruido, sería una lástima no poder oír tu hermosa voz.
— Me parece una gran idea—tomo de mi brazo, dirigiéndome al baño. Genial, otra vez los baños. Tenía que hacerle caso, sino no conseguiría lo que tanto deseaba.
Empezamos a platicar y a beber de mi botella. Era una chica muy linda, agradable y un poco inocente. Me contó algunas cosas de su vida. Trabajaba en el mundo de la actuación. Teníamos la misma edad, 21 años. Cosas de ese estilo. Oh, también tenía novio, pero ya no lo veía como tal. Hicimos una buena conexión, o como otros le llaman ''química''.
Ya empezaba a marearse y hablar con un poco de dificultad. Mi momento había llegado. La empecé a besar suavemente, llevando mis manos a su cintura. Era una delicia de persona. Se quería meter al baño de mujeres pero había fila, así que la lleve al de hombres. Encerrándonos en el cubículo 3. Se notaba la diferencia del baño de mujeres entre el de hombres.
Me empezó a quitar los pantalones, siguiendo con los bóxers. Dios, su boca era magnífica. No había conocido a una mujer que lo hacía de tal forma. O tal vez era porque ya estaba bajo el mundo del alcohol. Sentía que en cualquier momento me podía correr, así que decidí detenerla. Le quite su blusa, logrando ver su pecho descubierto, tenían buen tamaño. La recargué en la pared, subiendo sus piernas a mi cadera. Nos empezamos a besar de nuevo, cada vez intensificando más el beso. Hasta que se acabo la diversión.
— Perra desgraciada—se escuchó que alguien dio un portazo —. ¡Sal de ahí ahora mismo!
— No le ha-hagas caso—empezó a reírse sin sentido—. Él es mi novio je, está un poco... ¿Cómo se dice? Lo he olvidado.
— ¿No quieres salir maldita? Bien, yo te haré salir—demonios. No quería pelear ahora, no había necesidad de hacerlo.
— Ponte la ropa, rápido—le susurre.Mientras que su ''novio'' intentaba abrir la puerta.
— Sólo porque tú quieres bebé—espere a que se vistiera para poder abrir la puerta.
— ¿Qué pasa, galán? ¿Has perdido a tu chica?—sonreí y abrí la puerta. Mostrando mi lado divertido. Ella se fue del lugar, dejándonos solos. El tipo no era feo, aunque un poco extraño. ¿Piel verde? Llamaba de mi atención sus ojos bicolores.
— ¡Eres un hijo de puta!—puso su puño en mi mejilla. Ya no recordaba como pelear. Oh, claro, punto débil. Los huevos.
— Y tú novia una belleza—pateé en sus partes bajas, haciendo que inclinara sus rodillas a causa del dolor. Otro golpe en el estómago. Y otro, tras otro. Empezaba a ser divertido. Cayó al suelo, escupiendo un poco de sangre. Me acerqué a él, agachándome para ver su cara. No era feo a decir verdad— ¿Estás bien cariño?
— Ah...—genial, ¿lo maté? No lo creo— Mucho mejor que antes bastardo—se abalanzó contra mí. Quedándome en el suelo. No podía respirar—. ¡Ay! Pobrecito, te estás poniendo rojo. Llamen a la ambulancia, este hombre está a punto de morir—no podía ni siquiera tragar saliva, me estaba ahorcando— ¡Ja! ¿Quién ríe ahora?
Con mi poca fuerza que me quedaba subí mi rodilla para darle un nuevo golpe. Aflojó su agarre en mi cuello, cosa que aproveché para aventarme contra él. Hice puño mi mano para darle otro golpe, pero me detuvo.
— Ni se te ocurra estúpido—dijo, tomando mi puño con su mano. Rodeando mi cintura con su otra mano.
— Si querías tener sexo conmigo sólo tenías que hablar—mencioné, acercándome a su cara. Sabía que lo hizo para no dejarme ir, pero debía usarlo en su contra.
— ¿Qué? ¿De qué demonios hablas?—realmente no entendía mi comentario.
— Oh, vamos niño. ¿No ves la posición en la que estamos?—yo no tuve la culpa. Yo estaba encima de él, con las piernas a cada lado suyo. Él rodeándome con sus brazos. Estaba jugando con su orgullo.
— ¿Pero qué?... Eres un fenómeno. ¡Suéltame!
— Mira, yo quería tener sexo con tu dulce novia pero un tonto llego aquí a arruinarlo todo. Así que cállate y déjame hacer mi trabajo—me acerqué a él para besarle. Sus labios eran suaves. Muy suaves.
— ¡Agh! Yo no soy un homosexual de mier...—no lo deje terminar la frase cuando ya estaban mis labios de nuevo en los suyos. Aproveché para meter mi lengua despacio. No tenía todo el tiempo del mundo. Al fin había empezado a mover sus labios. Besaba demasiado bien para ser verdad.
— Shhh... Sólo disfrútalo—nuestro beso sabía a alcohol con fresa, ¿quién rayos iba a una discoteca a beber refresco de fresa? Un estúpido.
— Demonios no, para—me separo, tomándome de los hombros—. Este es asqueroso.
— Cállate—metí mi mano dentro de su pantalón, estimulando su miembro. Ya estaba duro el cabrón—. Al parecer a alguien le está gustando esto—sonreí.
— Vamos adentro del baño, puede venir alguien en cualquier momento—me levanté, tendiéndole mi mano para pararse e ir a un lugar más cómodo que el frío piso. Seguido de esto, me dirigí al cubículo donde antes estaba con su novia. Pude sentir como el agua de escusado se impregnaba a mi cabello. Me había pateado por la espalda, provocando que cayera allí—. Por maricón. Y no quiero volverte a ver con MI novia. ¿Escuchaste?
Me levanté rápidamente, me estaba asfixiando por segunda vez en la noche. No era mi día de suerte. O tenía que dejar de llevarme por mis instintos sexuales.
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7 pecados capitales [2doc]
Fanfic"A veces las apariencias engañan. A veces los inocentes son los culpables. A veces el mal gana." Soberbia, lujuria, envidia, gula, avaricia, pereza e ira.