7 pecados capitales [2doc]

Lujuria 2-2

POV'S Stuart

Otra ronda de whisky, nada mal Stuart, haz roto tu propio récord. Amaba escuchar esas voces que aclamaban mi nombre: "¡Vamos una más Stuart!" "¡Stuart, Stuart, Stuart!"

No estaba tan ebrio como otra veces, pero aún así, no me encontraba en mis 5 sentidos. Así que me fui a sentar en la barra de siempre a observar a las personas que llegaban y salían como siempre. Vi a una figura conocida y de pronto, ese deseo entro de nuevo en mí. Era algo instintivo en mí cada vez que veía alguien atractivo. 

— Vaya, vaya, ¿pero mira quién es?—le hablé.

—  ¿Y tú eres?

— Soy quien me metí con tu novia en los baños, una disculpa.

— Oh, ¿tú eres el de cabello bonito?

— ¿Que?

— Sisi, el que metió la cabeza en el escusado. Ya lo recuerdo, hola.

— Claro, el que casi se folla a tu novia. Por cierto, ¿dónde esta?

— Ex—se acercó un mesero a la barra—. 1 tequila.

— 2, por favor. ¿Quién a quién?

— Ella a mí.

— Era muy sexy, ¿te dio razones de porqué?

— No, sólo dijo adiós.

— Aquí tienen caballeros.

— Gracias.

— Vaya, ¿al menos te la follaste?

— Demasiadas veces—reí ante su comentario.

Desde ese momento la noche comenzó a ser amena, no pensé que fuera una persona tan agradable. Comenzamos a hablar de nuestra vida personal, las típicas preguntas que uno hacia para conocer a la otra persona. Era extraño platicar con alguien que te metiste con su novia, ahora ex. Ahora sabía que se llamaba Murdoc Niccals, un bonito nombre para alguien tan sensual.

Seguimos platicando hasta que pasamos al tema del sexo, un tema común en mí. 

— ¿Lo haz hecho en algún lugar público?

— ¿Cuenta en el carro?—río.

— No, yo me refiero donde haya muchas personas, como aquí.

— ¿Quién lo haría? Quiero decir, suena estúpido.

— Pero es más divertido, sientes esa adrenalina en el pecho—reí.

— Oh viejo, ¿tú lo haz hecho?

— De las mejores experiencias—le susurré en el oído, cosa que aproveché para lamer su oído.

— Por Satán, no hagas eso. Es asqueroso—se limpió la oreja.

— No seas nena. Para mí es excitante.

— ¿Lamer orejas? No lo es, esto es excitante—dirigió su mano a mi entrepierna, apretándolo ligeramente. Después alejo su mano.

— Tal vez tienes razón—sonreí—. ¿Me acompañas al baño?

— ¿Para? No somos mujeres.

— Tú sólo ven—me paré de la barra. Tomé su mano y fuimos al baño, ya tenía un plan, esta noche iba a ser mío.

— ¿Y ahora?—lo aventé a un cubículo, haciendo que se estremeciera por un momento— ¿Qué demonios te pasa?

— Sólo quiero acabar lo que alguna vez empezamos—quité su cinturón para después desabrochar su pantalón, dejando ver sus boxers. Empecé masajeando lentamente su miembro contra el mío.

— Demonios Stuart... mgh—se recargó en la pared del baño—. Ahora entiendo lo que decías.

— Cállate, sólo disfruta—me deshice de mis pantalones para estar más cómodo, el hecho de estar así con alguien mayor me excitaba demasiado. Sentí como su mano acariciaba mi pene lentamente. Decidí hacer lo mismo con él—. Muy bien guardado te lo tenías ahí Niccals.

— ¿Te gusta?—sonrío. Al mismo tiempo acelero sus movimientos de mano, inevitablemente solté un pequeño gemido al aire.

— Ah... Me encanta honey—era un poco incómoda la posición, pues estábamos parados pero eso no le quitaba lo excitante. Sentía que estaba en el cielo, su mano recorría todo mi miembro, creando un vaivén muy placentero. 

— Quiero más—exigió. Aceleré mis movimientos, quería que él también disfrutara. Me acerqué a él, haciendo que nuestros penes chocaran. Era una sensación inexplicable pero jodidamente ardiente. Vi como cerraba sus ojos y mantenía la boca abierta.

— Estás muy duro luv—me agaché, quedando a la altura de su miembro. Era bastante grande, realmente no estaba preparado para metermelo por el culo en un lugar público, eso sería para otra ocasión. Seguí acariciando su miembro hasta que paré. 

— ¿Qué haces? Oh Satán mío...—abrí mi boca y me lo metí, agarrando su falo para seguir con los movimientos de mi boca. Miré por un momento a mi acompañante, sentí como crecía un poco más su miembro. No dudaba que esa escena fuera excitante. 

Subía y bajaba a un ritmo rápido, era agradable saber que todo esto había sido ocasionado por mí. Escuchaba como soltaba pequeños gemidos roncos, era un gran regalo. Me alejé un poco de él y empecé a lamer la vena que más se le marcaba, también, a veces daba pequeñas mordidas o pasaba mi lengua sobre la punta de su pene, haciendo que gimiera un poco más alto. Empecé a bajar la velocidad, quería hacerlo delirar por mí, pero era para una buena causa.

— Follame la boca.

Eso fue suficiente para él para tomar el control de todo. Agarró mi cabello firmemente y comenzó a mover mi cabeza a su gusto, era rudo. ¿Por qué había aparecido tan tarde a mi vida? Era la pareja perfecta, a ambos nos gustaba el sexo y él era un Dios en eso. 

Un gemido ronco se escuchó por todo el baño, ya se había venido en mi boca. Yo aproveché eso y tragué su semen, sabía dulce y era agradable su sabor. 

— Eres una zorra—sonrío.

— Ahora tú ayúdame con esto—me levanté del suelo y comencé a besarlo. Tenía los labios muy suaves, como lo recordaba de la primera vez que nos besamos. Tomé su mano y la puse en mi pene. Era mi turno de jugar.

Grax por el apoyo <tres