｢ baja presión ｣ kookv · ✦.

❥ 07 ●

Taehyung saludó alegremente al mayor, no estaba cansado de correr, pues había comido mucho ese día y estaba muy contento por eso, orgulloso de sí mismo, de poder haber ido en contra de su madre, aunque ésta ni lo supiera -Hola Jungkookie~

-Hola Taetae- Respondió de la misma forma el pelinegro -¿Te fue bien en la escuela? Parece que sí...- Comenzaron a caminar por un costado de la calle, hacia la casa del pelinegro para merendar.

-¡Sí! Hice un amigo y...y ¡Pude comer!- Enrolló su brazo en el del mayor y se escondió sonrojado allí; Parecía otra persona, animado y extrovertido, ni siquiera él se daba cuenta de lo que estaba haciendo -Comí donas, y le convidé a mi amigo, y ambos nos comimos dos hamburguesas- Asintió -Con la gaseosa y las papitas.

-Te queda bonito el uniforme, nunca te vi con uno puesto- Acarició el suave cabello -Te gusta mucho la hamburguesa- Hizo una mueca.

-Es mi comida favorita- Se encogió de hombros, Taehyung sentía un calor extraño en su vientre, que se extendía por los brazos, pero le echó la culpa a los nervios de estar junto a Jungkook.

-¿Y en las clases cómo te fue? No hablaste del estudio- Le interesaba bastante saber si le iba bien a Taehyung o no, no lo iba a juzgar, Jungkook había sido pésimo en la secundaria y ni siquiera había comenzado la universidad, la cual en algún momento debía enfrentar.

-Ah...- El primer día había sido un asco, lo habían echado y regañado, seguro todos los profesores lo recordarían por eso. Por milagro, Taehyung vislumbró en el pilar de una casa un cartel que decía 'Jeon' -¡Mira, tu casa!- Exclamó y señaló, para distraerlo.

Jeon no se olvidó de su pregunta, pero no quería presionarlo, así que se hizo el tonto. Sacó las llaves y abrió la puerta, dejó pasar al pequeño y nervioso castaño y cerró sólo poniendo una trabita -Ve a la sala, yo ya llevaré la comida.

El castaño asintió y viendo todo con detalle se sentó en el suelo, junto a la mesita ratona. Jungkook tenía un gran televisor, la casa era tradicional, seguro era de sus padres. 

Mientras tanto, el pelinegro servía el té en dos tazas y ponía todas las galletas en la bandeja, junto con una jarra de tibia leche. Cargó la colorida bandeja hasta dejarla sobre la bajita mesa. Se sentó en el suelo cruzado de piernas junto al menor y encendió la TV -Pon lo que quieras~

El castaño asintió y sin dudar puso de vuelta el canal que reproducía los conciertos de los idols, sus ojos brillaron y sonrió ilusionado, Kook notó esa magia.

Comenzaron a comer gustosos mientras de fondo se escuchaba la melodía -Hyung...¿Cómo te va en el trabajo?- Preguntó amablemente.

-Pues...bien, es bastante aburrido en realidad- Se encogió de hombros -Siempre es lo mismo, pensé que trabajar en una tienda sería divertido, pero a la larga se convierte en una oficina.

-Ah...yo no sé qué estudiar cuando sea grande- ''Estaba al borde de matarme hasta que te conocí'' Pensó y de alguna u otra forma sus ojos se aguaron.

-¿Ehh?- Jungkook miró sorprendido la expresión triste del menor -Ya lo sabrás...no es necesario romperse la cabeza pensando, y si no sabes, siempre puedes ser psicólogo- Dijo alzando el pulgar.

-¿Psicólogo?- Murmuró confundido y poco convencido.

-¡Claro! Yo estudio eso~- Asintió convincente -Es una carrera corta, en todos lados consigues trabajo y ganas mucho dinero, yo era como tú, no sabía qué estudiar y terminé yendo por eso.

-Y...¿Quién te dijo lo que me acabas de decir para que fueras a estudiar psicología?- Preguntó con un atisbo de celos.

Jungkook rió -Mi padre mi padre~- Había notado los pequeños celos del menor y eso le había dado extrema ternura.

El castaño se frustró por haber sido tan obvio, empezó a plantearse varias cosas ¿Era probable que a Jungkook le gustaran los chicos?¿Sería desagradable para él? Sintió algo de fresco entrar por su camiseta y notó que su clavícula había quedado descubierta, por lo que se acomodó la prenda.

El mayor notó algunas marcas de golpe en su hombro y suspiró mirando con decepción al menor, pero no era decepción hacia él, sino hacia su madre. Era una impotencia tan grande, no sabía qué hacer, no sabía a quién llamar o si iba a funcionar -Tae...

-¿Eh?¿Qué?- El pequeño salió de su mundo para enfocar su vista en Jungkook, de inmediato se encogió en su lugar, era una mirada tan penetrante, parecía que estaba viendo a través de su alma, que sabía todas las mentiras y verdades.

-Dime...¿Por qué estás tan delgado?¿Por qué estás golpeado? Sabes que puedo ayudarte- Poco a poco se iba acercando más a Kim, buscando sacarle la verdad. Aunque Jungkook, en realidad, ya sabía todo por haber estado escuchado a través de la llamada, pero él no le diría eso, no por ahora.

Taehyung comenzó a sentir un cosquilleo en su vientre y sus mejillas se coloraron más de lo que estaban. No sabía si era culpa de las donas, del calor que había estado sintiendo durante todo el día, de haber caminado tanto o de Jungkook. Su mirada temblaba mientras se enfocaba por segundos en el ojo izquierdo del mayor y luego en el derecho -N-No...yo...

Quería que él se alejara y todo se detuviera, no sabía qué estaba pasando, generalmente estar junto a Jeon le daba muchísima calma, pero en ese momento lo único que quería era escapar de esa pregunta. Todos esos pensamientos zurcaron su mente en sólo un par de segundos.

Su cuerpo iba pesando cada vez más, sus brazos, sus piernas, párpados, nuca. Sus sienes comenzaron a doler abundantemente y se mordió el labio recordando parte del sueño, lentamente cerró los ojos sin querer hacerlo.

Jungkook se estaba preocupando -¿Qué sucede?¿Por qué no hablas?¿Tae?- El menor no respondía, pudo notar que articuló con su boca un 'sujétame' sin voz y el mayor no dudó en hacer caso, rodeando con sus brazos la espalda del menor sintiendo cómo se hacía más pesado -Dios...

Lo miró y apoyó la palma en su frente para encontrarse con que estaba ardiendo -Demonios- Frunció el ceño enojado consigo mismo, por no haberse dado cuenta antes, por haberle puesto tanta presión, y allí se dio cuenta de que Taehyung era aún más frágil de lo que parecía.