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Taehyung se encontraba muy triste, hacía días que no veía a Jungkook y lo extrañaba demasiado. Su madre lo había golpeado mucho pero eso no le importaba, le dolía más el hecho de no poder verle.

Su madre le había quitado el teléfono celular y no podía contactarse con él. Tampoco el mayor se había presentado en la escuela, Taehyung creía que era porque su mamá amenazó a Jungkook por teléfono días atrás.

El castaño se encontraba cortando cartulinas y pasando hilos entre ellas para crear unos banderines, pues se acercaba el festival escolar. Se trataba de una especie de clase abierta, donde los padres y gente de afuera podía entrar a ver qué habían preparado los alumnos.

Era muy divertido, Jimin soltaba risitas cada vez que alguien se caía por andar apurado con muchas cajas, faltaba poco para que las puertas del colegio se abrieran al público y todos trabajaban con presión y velocidad.

Pero Taehyung parecía estar en otro mundo, un mundo gris, no escuchaba nada, era como estar en el fondo del mar. Calmado, silencioso, pero triste y oscuro.

El castaño colgó los banderines en la pizarra y comenzó a escribir con una letra bonita el menú. Porque ellos harían una cafetería en el salón. Era obvio que ni la señora Kim ni Park iban a venir, pero Jimin no estaba triste porque aún tenía la esperanza de que su papá viniera a verlo.

Taehyung en silencio juntó los pedazos de papel y basura del suelo para ir a sacarlos afuera. Avanzó tranquilo hasta la parte de atrás del colegio, que era un pequeño patio con algunos columpios, un proyecto de extensión de la construcción para primaria, pero nadie lo continuó.

-Taehyung- Escuchó un susurro pero no le prestó atención, varias veces escuchaba su nombre dicho por voces de conocidos que no se encontraban allí, sabía que no era real.

-Tae, vamos- La voz se hizo más audible mientras el adolescente vaciaba el tacho de basura en un contenedor. Sintió una mano en su hombro y se volteó asustado.

Wah!- Casi se caía al suelo de no ser por unos fuertes brazos, que lo rodearon y estrujaron sacándole algunos quejidos de dolor, sonidos que hicieron que el dueño de esas extremidades se separara -¿Kookie?

Los ojos del castaño se aguaron y esta vez él lo abrazó -Kookie...- Parecía un sueño y no quería despertarse, estuvieron separados por semanas.

-Tae...lo siento, lo siento mucho, no pude protegerte- Acarició su cabello y quiso separarse para ir a algún lugar más cómodo, pero el menor no lo dejó, poniendo resistencia.

-N-No pasa nada- Sollozó -Has hecho mucho por mí Kookie- Confesó. Había imaginado ese encuentro miles de veces y tenía una gran lista de cosas para contestar.

-Tu mamá puso a unos tipos delante de tu escuela, casi me golpean una vez y pincharon como cinco veces las ruedas de mi moto- Comentó Jungkook y Taehyung sólo sintió culpa.

-Lo siento...

-No, no, está bien, valió la pena-agitó su mano-Ví que había una puerta trasera y vine aquí, pero nunca estabas y el portero no me dejaba pasar, pero hoy no había nadie ¿Sucedió algo?- Preguntó curioso, alegre al tener tan cerca el bello rostro de Kim, aunque tenía varias curitas.

-Ah...h-hoy hay una muestra en la escuela- Alzó un poco sus comisuras -O-Oye, no me mires tanto- Se tapó la cara y limpió sus lágrimas. Tenía menos confianza que antes, su mamá lo había dejado lleno de moretones e hinchazón, aunque con el tiempo su rostro mejoró, pero aún dolía.

-Lo siento- Corrió las manos de su menor y se acercó a darle un corto beso, logrando un sonrojo en ambos -¿Entonces puedo entrar a ver?- Sonrió ampliamente.

-¡Claro!- Sonrió rectangularmente, muy orgulloso, siendo que hacía diez minutos estaba hundido en la angustia -Ven- Le dio la mano y empezaron a caminar dentro.

Ya en el interior de la escuela, la mayoría de los chicos estaban con sus padres o hermanos, mostrando los proyectos, casas de fantasmas, laberintos, obras de teatro que habían preparado. Incluido Jimin, que saltaba como un cabrito enseñándole a su padre todas las decoraciones que había hecho, sus ojos brillando al sentir una corta caricia en su cabello.

Taehyung le enseñó la cafetería que habían simulado en el salón de clase, sirviéndole a Jungkook un café y un waffle, también se sentó con él contento, parecía una cita.

-Tae, yo te traje comidita ¿Estuviste comiendo en casa?- Abrió una bolsa con muchas viandas.

-No comí- Puchereó -¡Gracias Kookie!- Miró sorprendido el interior de la bolsa, tenía comida como para una semana.

-Ah, también te traje mi celular viejo, te lo regalo, no es el mejor pero servirá para hablar al menos- Le acercó uno de esos teléfonos que tenían botones y tapas, con su respectivo cargador.

-Gracias gracias gracias- Acarició la mano de su novio y miró el celular curioso.

El mayor bebió y comió con una sonrisa, admirando con ternura la manera en la que Taehyung comía y toqueteaba el celular.

-Kookie~ hay una foto tuya- Soltó una risita, enseñándole en la pequeña pantalla una foto de un Jungkook de catorce años como mucho.

-Hehe~ me olvidé de borrar las fotos y la música, si quieres borrarlo hazlo Tae.

-¡Claro que no! Esto es material preciado para mí- Acercó el teléfono a su pecho.

-Bien bien, oye Tae...- Su mirada se oscureció con preocupación -Creo que deberías decidir qué hacer con tu madre- Hizo una mueca de incomodidad -Ella te hace daño, Taetae, no puedes seguir así.

El castaño bajó la mirada -Creo que sí quiero denunciar- Confesó -Y-Ya me cansé, mi madre...e-ella es mala y trato de ignorar todo esto pero...me da miedo morir, tengo miedo de que me mate Kookie.

Jungkook se acercó a contener a un castaño llorando, acarició su cuerpo con suavidad y limpió sus lágrimas con cuidado de no quitarle las curitas del rostro.

-Está bien, yo también estoy preocupado Tae, todo estará bien- Asintió llenando de besitos el rostro ajeno -Te ayudaré a escapar de esto ¿Sí?- Sintió el tembloroso cuerpo entre sus brazos removerse en asentimiento.

-G-Gracias Koo-kie- Sollozó, necesitaba tanto desahogarse, no le importaban las miradas preocupadas o burlescas de los demás.

-Muy bien- Alzó su mentón, lo besó y sonrió para él -Hoy mismo hablaré con un superior de la universidad, él es abogado y podrá ayudarnos, nunca perdió un caso.

-Sí...v-ve rápido ¿Sí?- El menor abultó sus labios matando de ternura al chico frente a él.

Pasaron la tarde viendo los proyectos de otras clases y mostrándose el cariño que se tenían. Unos minutos antes del fin de la muestra Jungkook se despidió para no ser visto por nadie.

La madre del castaño lo llevó a casa en el auto. El pelinegro puso en marcha su plan.



「 baja presión 」 kookv  · ✦.Where stories live. Discover now