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Había pasado una semana desde lo de la llamada y aun no se habían visto la cara, Adam trataba de evitar todo contacto con el ojiazul diciéndole que estaba ocupado, que tenía trabajo, que no estaba en la ciudad o simplemente le decía que no quería verlo, Tyler estaba harto de la situación, le parecía ridículo e inmaduro de su parte además, ambos lo habían pasado bien y solo quería tocarle o mirarle los ojos frente a frente pero el rubio se reusaba, no sabia que le iba a decir o tal vez se sonrojaria cuando lo tuviese frente a él. Era lunes por la tarde y Tyler volvia de algún lugar en su auto cuando vio al rubio cruzando la calle, esto le lleno de coraje ya que este le había dicho que estaba en París asique aceleró un poco y se detuvo justo enfrente del rubio.

-¿Sabes? Eres muy malo inventando excusas cariño, necesitamos hablar  - hablo el ojiazul luego de bajar la ventanilla del lado del acompañante.

-Te dije que no me llamaras así - respondió ignorado lo anterior.

-Vamos, sube al auto, quiero hablar contigo - repitió, esta vez quitando el seguro de la puerta del acompañante.

-¿Y qué pasa si me niego?

-Por favor Adam...¿En serio quieres hablar así, de esta forma y en este lugar? - el ojimiel vio la súplica en esos preciosos ojos azules y no pudo negarse aunque quisiera, en ese momento se maldijo por el estupido fetiche que tiene por la gente con ojos de color - Adam, por favor ¿si? - Adam abrió la puerta y se adentro en el vehículo.

-¿Y ahora? - hablo el ojimiel.

-Espera, voy a llevarte a un lugar mejor que una calle del centro, es muy ruidoso aquí - dicho esto Tyler arranco y se dirigieron al estacionamiento de un McDonald que estaba cerca de la carretera.

-¿Es en serio? ¿esta es tu idea de "un lugar mejor"? - dijo marcando las comillas con sus dedos - aquí apesta a muerte y cadáveres - refiriéndose al olor de las hamburguesas.

-Lo siento, iba a llevarte a las colinas pero íbamos a tardar mucho en llegar y en verdad quiero preguntarte algo... - Adam levanto su mirada encontrándose con la del ojiazul, esos rubíes eran algo intimidantes aveces -...¿porqué estuviste evitandome toda esta semana? - el rubio estaba atónito, no sabia que decir y ya no quería mentir, no es su fuerte definitivamente - responde, ¿acaso hice o dije algo estupido? No sabes lo frustrante que es para mi no saber porque el chico que me gusta me ignora y me miente descaradamente - Adam en verdad se sentía mal en estos momentos, no sabia lo mucho que le había afectado esto a Tyler, fue un poco egoísta lo que había hecho.

-Tyler yo... - hablo el rubio - ...yo, lo siento, se que no debí mentir o evitarte así pero esque, no sabia como iba a mirarte a la cara después de...¡ahg! Estaba muy apenado porque luego de la llamada n-no sabia como iba a reaccionar y...solo di que me odias para irme... - finalizó este cabizbajo.

-¿Qué? Claro que no te odio tonto - habló mientras con su mano lo tomaba del mentón - sólo quería la verdad y acabas de darmela, y a decir verdad yo estaba un poco avergonzado también porque nunca hice ese tipo cosas con alguien, pero luego de eso solo quería verte, tocarte, besarte y decirte lo mucho que te aprecio - Adam había desviado su mirada y estaba súper rojo de la pena - porque de eso se trata esto, te quiero - el moreno corto todo espacio entre ellos para besarle, besarle con cariño, que se note lo mucho que lo había extrañado y el cariño que tiene por él.

Luego del beso ambos chicos se dirigieron al asiento trasero, el rubio se acomodo arriba del moreno, recostandose contra el pecho de este y colocando su cabeza a un lado de la del moreno, observando desde abajo.

-Y...¿de donde venias cuando te encontré hace un momento? - dijo Tyler jugando con esos cabellos dorados.

-De la casa de un amigo, él me enseña a... - se aclara la garganta - tocar el piano.

Atomic Blonde Donde viven las historias. Descúbrelo ahora