17.

7 0 0
                                    

 
Tyler.

Ya por fin estábamos juntos, hacía cinco minutos atrás había pasado por el aeropuerto a recoger a mi novio, cuando íbamos por el autopista un pequeño antojo de mi niño había hecho que fuésemos a un café ya que quería mucho tomar un té con galletas, eso lo hacía muy feliz, podía verlo en su rostro y yo amaba verlo así de feliz, al instante accedí así que aquí estábamos, ya habían pasado cinco minutos desde que le habían traído su comida a Adam.

-Lo estás disfrutando mucho ¿verdad? - pregunte mientras reposaba mi cabeza en el espaldar del sillón donde estábamos, mirándolo, posiblemente con cara de estupido enamorado.

-Muchisimo, en Canada no hacen el té tan delicioso como aquí, además, supuse que por la hora el lugar estaría un tanto vacío y estaba en lo cierto, ¿tu no vas a ordenar nada? - tenía las mejillas sonrojadas y la boca llena de galletas, es tan adorable.

-No amor, estoy satisfecho viéndote comer, además, es muy temprano aún y mi apetito sigue dormido - como no acostumbro a despertarme tan temprano, aún no estaba en mis cinco sentidos, a duras penas y podía apreciar a ademán con la vista porque aún podía escucharlo a lo lejos y mi boca se movía muy lento al hablar, soy un flojo.

-Come una galleta al menos, me da pudor que no comas nada mientras yo me devoró esto - si me lo pedía con esa carita tan dulce ¿cómo iba a negarme?, así que accedí tomando una magdalena de su plato.

-Esta bien, oye...y ¿qué quieres hacer luego? Se que querrás ir a tu casa a dormir un rato pero, ¿luego de dormir?

-Bueno, quería hacer un poco de ejercicio y la noche salir de compras, ¿tu qué propones?

-Vaya, no figuro en ninguno de tus planes - y pensar que quería pasar todo el día con él.

-Tyler no seas tonto claro que vendrás conmigo, no hace falta que lo diga - Adam estiró su mano hasta donde estaba la mía para así entrelazar nuestros meñiques - ¿puedes abrazarme?

-Claro que sí cariño - me levanté de mi lugar para sentarme en la silla que estaba a su lado para tomarlo de sus hombros y acercarlo a mí, me gustaba sentirlo cerca, se sentía tan mágico cuando podía oler su dulce olor y sentir su anatomía entre mis brazos sintiendo que podía protegerlo de cualquier cosa - me gusta que me pidas estas cosas - susurré en su oído, noté un su leve incomodidad así que cambié de tema - por cierto, no me has traído ni un solo regalo pequeño engreído - me separe un poco de él para comenzar a hacerle cosquillas.

- T-tyler para p-por favor...hay g-gente aquí - decía el rubio entre risas silenciosas, en realidad las únicas personas en el local éramos nosotros y la amable chica del mostrador que miraba divertida la escena.

- Es tu castigo por no pensar en tu novio cuando sales de viaje, ni siquiera un recordatorio barato del aeropuerto - a decir verdad no me importaba mucho eso pero me gustaba molestarlo un poco.

- Okay ya, ya - Adam trataba de tomar mis muñecas pero no lo dejaba - ¡dije que pares! - y me pellizcó en la panza,  pare de tocarlo para situar mis manos en la zona afectada - te lo dije.

- Eso si que dolió pequeño mocoso...

- ¿Sabes? Es chistoso que me trates como si nos lleváramos diez años de edad - lo sabía bien pero me gustaba sentirme como si en realidad fuese así, de pronto recibí un mensaje en mi celular, el cual era una invitación para una fiesta hoy por la noche, se me hacia molesto este tipo de invitación ya que nunca iba a ese tipo de fiestas y menos de ricachones como estos que fingían ser mis amigos, pero ya que tenía a Adam conmigo y no se me ocurría nada para hacer...

- Oye, acabo de recibir una invitación a una fiesta esta noche, ¿quieres que vayamos?

- Um...no lo sé, el ambiente nocturnono es lo mío - podía percibir un leve pudor en Adam.

Atomic Blonde Donde viven las historias. Descúbrelo ahora