Last Signal - 001

Capítulo 12

Ya tan solo quedaban dos días para la tan esperada reunión que habíamos organizado.

Con la llegada de Ayumi ahora éramos 30, lo que nos permitía hacer una mejor estratégia a la hora de buscar y derrotar al boss.

Pero hasta ese día, íbamos a seguir farmeando, ya que ahora tendríamos que comprar también la equipación de Ayumi.

Ella era bastante patosa y estos últimos días se los había pasado en la calle llorando queriendo volver a casa. Por las noches también se quedaba en la calle, ya que como no había farmeado por miedo a morir, no tenía oro para alquilar una habitación.

Así que le ofrecimos una al lado de la nuestra, ella la aceptó sin pensarlo.

- 27 de abril de 2024 -

De madrugada, nos despertaron unos sollozos provenientes de la habitación de Ayumi.

Nos levantamos para comprobar que estaba bien. Tocamos en la puerta, una vocecilla débil y triste respondió

¿Si? - Dijo -

Soy Otachi, ¿Puedo pasar? - Dijo tímido -

E-entra, está abierto - Respondió tartamudeando -

Os dejo solos. Mañana saldré a farmear muy temprano, os esperaré en la pradera - Dije cerrando la puerta -

En lo que se cerraba la puerta, pude ver como Otachi se sentaba en la cama al lado de Ayumi. Ella apoyó su cabeza en su hombro mientras se abrazaban.

Realmente era una imagen aterradora, casi tanto como la de las hojas tocando las brasas. Esa cara destrozada por no poder volver a casa, ver a su familia, realmente una imagen que no querría ver de nuevo. Por ese tipo de cosas, me juré a mí mismo salvar a toda esa gente de este juego que lleva a la desesperación. No quería ver a Ayumi sufrir más, pero ni a ella ni a ningún otro jugador.

Esa era una de las razones, a decir verdad, la más importante, aunque también yo tenía ganas de ver a mis dos hermanas mayores de nuevo, a mis padres, a mis abuelos y sobre todo a mis amigos del instituto. Nunca lo había pensado, pero de verdad que los echaba de menos.

Yo me sentía completamente solo en ese juego, aunque tuviese a Otachi y ahora a Ayumi, me sentía muy solo. Por ello, iba tantísimas horas a farmear, por eso, no paraba de luchar contra todos aquellos monstruos, todas aquellas cosas que habían ya matado a tantos jugadores, jugadores que nunca volverían a ver a sus familias ni a sus amigos. Ni podrían hacer sus sueños realidad. Por todo eso, juré que sacaría yo a toda esa gente de este juego tan sinsentido.