Capítulo 13

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El molesto despertador sonó otra vez, sonaba con aquel molesto "bip-bip-bip".

Tengo que cambiar el tono de la alarma, pondré alguna canción - pensé -

Me vestí corriendo y fui directamente a la pradera, sin desayunar y sin hacer nada más. Aún era muy temprano, no había salido siquiera el sol. Pero, sin embargo, iba con una sonrisa de oreja a oreja por la calle, estaba contento porque iba a salvar a todas aquellas personas, solo era necesaria la constancia y el esfuerzo.

Aparecieron Otachi y Ayami, ya habían pasado más de 4 horas desde que yo había salido, eran alrededor de las 9 de la mañana. Venían con algo en las manos, pero no sabía lo que era. Parecía una especie de cesta.

¡Hola! - Les saludé alegre con la mano -

¡Hola! - Respondieron ellos al unísono -

¿Que lleváis ahí? - Pregunté curioso -

Es el desayuno, imaginamos que no habías desayunado, así que te lo trajimos - Dijo Ayumi alegre -

Muchas gracias, pero no hacía falta, chicos - Dije tímido -

Nos sentamos a comer. Habían traído unos dulces con mermelada de fresas por encima, rellenos de crema y con una base de bizcocho, estaban muy buenos. Y de beber habían traído un batido de chocolate, también muy rico.

No tardé mucho en volver a la acción, junto a mí vinieron Otachi y Ayumi, quienes parecían estar muy contentos y bastante más cercanos. Eso me alegró mucho.

Estuvimos farmeando hasta por la tarde. Aunque hicimos una pequeña pausa para almorzar. Cuando nos fuimos, fue porque queríamos ir a comprar ya la equipación. En estos días ya habíamos ahorrado entre los 3 casi 35 de oro.

Fuimos a una tienda que había en una de las esquinas que daban a la plaza de La Luz.

Compramos cada uno la mejor armadura y arma que podíamos, además de pociones de vida y unos pocos pergaminos que nos permitían teletransportamos a donde elegíamos, servían para abandonar una pelea si estabas en peligro, pero eran muy caros.

La armadura de Otachi parecía una armadura de Samuray, pero un poco más sencilla.

La mía parecía más bien la de un ninja, era completamente negra, con protecciones en la parte frontal.

La de Ayumi era la misma que la mía, era negra, pero con detalles azules en los lados.

En cuanto a las armas, eran exactamente las mismas, lo que las encantamos para que hicieran un poco más de daño, ya que ya teníamos las más fuertes hasta ahora.

Los encantamientos se les podía hacer a las armas para que hicieran más daño y no tener que comprar armas nuevas cada vez, esto era muy bueno ya que así te podías acostumbrar siempre a la misma arma sin tener que cambiarla.


Last Signal - 001Donde viven las historias. Descúbrelo ahora