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El momento había llegado, finalmente los humanos ganarían la guerra, el rey mago había creado la alianza entre los elfos y los humanos hace mucho tiempo, los humanos robaban y mataban a los elfos a pesar de tener un tratado de paz, todo esto era ordenado por el rey mago Cartman, al percatarse de la situación el rey elfo le declaro la guerra a los humanos, después de varios días de enfrentamiento los humanos se acercaban cada vez mas al reino de los elfos. En medio de la lluvia y toda la masacre un joven elfo corría desesperadamente con una espada en su mano y un casco con una pluma de color rojo sobre este.

---Debo darme prisa.- se dijo a si mismo mientras corría.

La razón de la desesperación del chico era que los humanos planeaban llegar al castillo y matar al rey elfo cortándole la cabeza, el soldado no lo permitiría, era su mejor amigo y era su deber protegerlo, al llegar al castillo el joven elfo recargo su espalda en las grandes puerta para descansar por todo lo que había corrido mientras observaba el pueblo escuchando los gritos de los habitantes y veía las luces que se movían por en pueblo, estas indicaban que los humanos se acercaban cada vez más, rápidamente abrió las grandes puertas del castillo, dentro tomo unos estandartes que se encontraban a los lados de las grandes puertas y los puso entre las estas dejándolas bloqueadas, corrió nuevamente por los pasillos del castillo observando hacia todos lados hasta llegar a una gran sala donde se podía apreciar una persona frente a una chimenea observando en fuego y sosteniendo un gorro verde con una corona hecha con ramas.

---Rey, tenemos que irnos ahora.- se detuvo frente al rey mientras este volteaba a verlo.

---¿Irnos a donde?.- pregunto el rey un tanto confundido mientras observaba a su soldado que jadeaba recargado sobre sus rodillas y se notaba el agua de la lluvia cayendo por su cuerpo empapando todo el piso.

---Los humanos están muy cerca, debemos irnos antes de que lleguen aquí.- se acerco al rey elfo tomando su brazo pero el rey se soltó de su agarre.

---¡No¡, Yo no me iré de aquí.- miraba al soldado que estaba confundido sin expresión en su rostro.

---¿Que esta diciendo?, si se queda podría morir.- la desesperación crecía mas al estar sin hacer nada sabiendo que los humanos ya debían estar en las puertas del castillo.

---Stan, tu sabes que he cometido muchos errores, muchos han muerto por mi culpa, merezco morir, solo así acabara todo y tu y los otros elfos podrán seguir con vida.- sus ojos se humedecían y sintió como su soldado lo tomaba bruscamente de los brazos haciendo que queden cara a cara.

---¡No quiero perderte!, Kyle eres mi mejor amigo y lo único que tengo, es mi misión protegerte y si cuece necesario daría mi vida por ti.- ambos estaban con cara de tristeza manteniendo su mirada el uno en el otro, el Rey bajo la mirada y suspiro.

---esta bien, iré contigo.- lo miro con una leve sonrisa en su rostro y sus ojos cristalinos.

Mientras, fuera del castillo los humanos trataban de romper los estandartes que estaban bloqueando las puertas, entre varios soldados empujaban la puerta al mismo tiempo para lograr romper los estandartes, el soldado y el rey elfo escucharon los gritos y los ruidos estruendosos de las grandes puertas que eran empujadas, el soldado tomo al rey de su brazo y ambos corrieron a la salida trasera del gran castillo, fuera había un trono hecho con grandes ramas mojado por la lluvia, detrás de este había un un gran muro, detrás del trono el muro tenia un gran agujero que llevaba a un bosque, el bosque tenia muy mala reputación ya que ahí habitaban animales salvajes como lobos, osos, serpientes venenosas y se dice que es el hogar del mítico Hombre-Oso-Cerdo, además de criaturas desconocidas. El rey elfo quedo inmóvil un momento observando su trono recordando todo lo que hizo en su reinado, los dos chicos entraron en el agujero del muro y corrieron hacia el bosque antes de que los humanos llegaran al lugar, sabían que nadie sería capaz de entrar a ese lugar, en un momento se encontraban caminando sin rubo por el bosque.

---¿Ahora que?.- pregunto Kyle caminando detrás del soldado.

---No te preocupes, encontrare un lugar para que podamos descansar... ¿Que tal allí?.- el soldado se detuvo y apunto hacia una cueva que se encontraba cubierta por un montón de ramas.

Ambos entraron en la cueva, estaban empapados por la lluvia, el soldado encendió fuego  frotando dos ramas secas de árbol que se encontraban dentro de la cueva mientras el rey elfo estaba sentado junto al soldado observando la lluvia temblando por el frío.

---Espero que el fuego dure toda la noche.- comenzó a soplar para avivar las llamas.

---¿Crees que nos encontraran aquí?.- pregunto Kyle sacándose su túnica para que se secara y extendió sus manos hacia el fuego.

---Espero que no, no creo que se atrevan a entrar aquí, de hecho estoy sorprendido de que aun estemos con vida.

---Creo que no deberíamos estar aquí.

---¿porque lo dices?, ¿acaso le temes al hombre-oso-cerdo?.- hizo un gesto con sus dos manos como si fuera un monstruo.

---No soy estúpido, eso es solo un mito.

---¿Como podrías saberlo?.

Mientras hablaban los truenos y relámpagos iluminaban el cielo y el interior de la cueva con un ruido estruendoso haciendo que ambos chicos se acercaran cada vez mas hasta el punto que sus brazos quedaban juntos, ambos se sentían protegidos al estar juntos. Mientras Kyle dormía Stan quedo despierto haciendo guardia pero al ver al pelirrojo durmiendo en posición fetal en el suelo sintió que tenia que estar junto a el y se acostó a su lado en la misma posición que el chico dirigiendo su mirada hacia este, lo observo toda la noche confundido por los sentimientos que le provocaba verlo así, pensar en perderlo lo destrozaba y daría lo posible por protegerlo, con estos pensamientos cerro sus ojos y se durmió.

•Te Protegeré• [SouthPark/Style]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora