Molesto ➳ YugKook | #5 [Saga: Homofóbica]

OO3 | Sorpresivo

»¿Qué esta pasando? ¿Por qué me siento así de esa manera?

Eso pensaba el chico Jeon en esos momentos mientras se había quedado paralizado de la impresión.

Eso le paso a Jungkook en esos momentos, porque no se había esperado aquella reacción del menor ─vaya que esperaba incluso que Beyonce apareciera por la calle─, a que eso sucediera.

No supo ni como rayos Kim Yugyeom sacó valentía para hacer tal acción, pero Jungkook conocía perfectamente que el menor era alguien extremadamente tímido en cuanto a las demostraciones de afecto, verlas e incluso hacerlas. Solía sonrojarse hasta las orejas cuando veía a alguien besarse y apartar la mirada.

Jungkook estaba siendo acorralado en ese solo y casi oscuro callejón por el menor quien le sostenía con fuerza de las caderas para no dejarle escapar, cosa de la cual estaba sorprendido. Era peligroso estar tan tarde en un lugar como ese, incluso para ellos, siendo alumnos de tercero de secundaria les iría mal y podían resultar dañados.

»Míreme por favor, Kookie sunbaenim.

En ese momento el tímido Yugyeom se encontraba besando los labios del mayor, siendo solamente una unión de labios sin movimiento, cosa que había tomado por sorpresa a Jungkook quien para nada se había apartado del contrario.

Para el joven Kim Yugyeom desde algún tiempo atrás había deseado el poder aunque fuese solo un roce, besar los labios de Jungkook ─y ahora que por fin había tenido el valor para besar al mayor, después de pensarlo seriamente una y otra vez con la almohada, leer libros, ver series vergonzosas─, lo había hecho, aunque estaba demasiado avergonzado.

Eran suaves, así que con valentía Yugyeom comenzó a mover sus labios, haciendo que el pobre Jungkook sintiera su corazón acelerado por la acción del más alto. Para Yugyeom, los labios del mayor eran adictivos, el más alto delineaba los labios del más bajo con su lengua.

»¿Por qué no quiero alejarlo?

Ese era el pensamiento que abrumaba a Jeon.

Yugyeom siempre se imaginaba que los labios del chico serían suaves, púes siempre que le observaba hablar parecía así y vaya que si había resultado en lo correcto. Púes una cosa era imaginarlos y otra besarlos para confirmar sus sospechas que tanto tenía.

─Gigante molesto, ¡Déjame! ─se quejó el pelinegro tratando de alejar al más alto aunque realmente no quería hacerlo, ¿Por qué Yugyeom era tan alto?

Además el mocoso tenía fuerza. Se sentía avergonzado, pues siendo él "mayor" de ambos, se estaba dejando a que Yugyeom hiciera lo que quisieran con él y no era justo. A ese paso podía violarlo y le aterraba demasíado.

Aunque no le había desagradado para nada el beso, y eso era lo que estaba poniendo nervioso a Jungkook.

Yugyeom hizo un puchero, negando ante aquella petición mientras se separaba de los labios de Jungkook. Después de haber dado su primer beso, quería hacerlo más y más. Jungkook era su primer beso y tenía por seguro de haber sido el primero de Jungkook.

— N-No lo haré Kookie sunbaenim, yo desde bastante tiempo quise besarte y no te desagradó en lo absoluto — sollozó mirando al contrario mientras le abrazaba con posesión. Había soñado tanto estar de esa manera con él chico de cabellos negros y por fin tenía la oportunidad — ¡Me gustas mucho! ¡Yo quiero que seas mi novio!

Jungkook le miró alzando una ceja. ¿Acaso Yugyeom le estaba reclamando cómo suyo?

— ¡¿Acaso me estás reclamando cómo tuyo, Kim Yugyeom?! —exclamo con fingido enojo Jungkook, mirando un poco impresionado al más alto.

Yugyeom asintió serio. Jungkook era suyo, sólo de él y nadie más.

—Yo te quiero Kookie — dijo mientras enterraba su cabeza en el cuello del mayor —¡Sé mi novio, por favor!

El más bajo se separo avergonado.

Jungkook se cruzó de brazos para avanzar a su casa, con las mejillas sonrojadas y él corazón latiendo rápidamente.

De alguna manera esas palabra habían provocado que los sentidos de Jungkook se pusieran alerta, eran muchas emociones nuevas.

Yugyeom sonrió victorioso, sintiéndose realizado de haber podido avanzar más con Jungkook y haberle hecho avergonzar.

Bebés, espero que nos puedan ayudar a seguir estas dos bellas cuentas.

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