"¿En qué creo?", es la pregunta central que tenía en aquellos días de confusión, ya eran muchos indicios que me indicaban un algo, un hecho demasiado relevante. Pero esos hechos eran demasiado extraños como para reales.
Fue tantas mis ganas de saber la verdad que decidí hablar con la persona que pudo ser la mayor implicada en todo este asunto, en todo esto del pasado. Necesitaba saber además el por qué aparecían tantas cosas extrañas en nuestras vidas, desde los sueños, hasta personas muertas.
Un día entre semana, que supe que Gabriela no estaría en casa, más su papá sí, le hice una visita a él, algo corta, sólo iba a preguntarle una cuestión básica, al menos por ese momento, relacionado de lo que ahora tenía pruebas físicas, una imagen.
Fui, eran ya las 3 o 3:30 pm, golpee, y este me hizo entrar de forma muy amable, ya me había conocido, pero tenía una manía con verme fijamente, de arriba a abajo, cuando suponía que no lo estaba observando, o por mi parte, eso me parecía. El caso era que se me quedo viendo por un momento, y yo sólo tome asiento, no supe por donde comenzar e hice una pregunta.
-¿Es verdad que venimos del mismo pueblo? Digo, Gabriela me ha contado acerca de eso. Que ustedes además fueron desplazados, victimas del poder de otros.
-Sí, claro, ella ya también me ha mencionado acerca de ti, sino que no le he puesto demasiado cuidado, ya sabes, uno esta demasiado abrumado con el día a día, que aveces no puede pensar bien-todo esto lo dijo antes de pasarme un pocillo con algo de tinto caliente, y sentarse enfrente mío-
-Realmente quiero hablarle de algo en especifico, y no sé que palabras usar, la verdad...-dije de forma algo precavida, y tímida-
-Vamos no ha de ser algo grave, ¿Verdad? -dijo nervioso, con una gran sonrisa en la boca, e hizo golpes con sus dedos en la mesa-
-Bueno, la verdad es que quiero saber- ahí hice una pausa y sentí como el aire del momento se sentía más pesado, sentí en mi espalda un escalofrío, pero sin embargo, sólo solté las palabras, que dije a continuación- ¿Es usted padre de Gabriela?
-Claro, ¿Por qué no lo sería? lleva mi apellido, y nos parecemos de forma barbara, dime tú, ¿por qué no lo sería?
Le note un cierto nerviosismo mayor en el tono de su voz, en su respuesta, en su expresión facial, pero se me pasó por la cabeza que estaba suponiendo demasiado. Entonces tome la foto que tenía en algún lugar de mi chaqueta, esa que me había entregado un alma perdida días antes. Y sólo le dije;
-Creo que entonces puede explicarme esto de forma razonable.
En la foto aparecía mi rostro y el de ella, mucho más jovenes, rondábamos la edad de entre 5 a 3 años, en la imagen. Los dos sonreíamos, y unos adultos nos abrazaban, estos eran hombre y mujer, además poseían características más propias de nosotros en la actualidad, como el cabello de Gabriela, el cual destacaba también en el hombre de la foto, y mi sonrisa, nariz, en el rostro de la mujer. Eso fue lo más extraño, ver a dos personas tan parecidas mucho a nosotros.
-Esto es realmente...realmente extraño. -intento calmarse, pero aquel hombre de mediana edad, no supo que decir y se hizo el silencio en la habitación, durante un momento.- Bueno, es cierto, yo no soy su padre, biológico al menos...Pero, la pregunta aquí es, ¿¡De donde mierdas sacaste la foto!?
-Para mi, también fue un misterio como llegue a encontrar esta foto, y es que la verdad, durante mi vida he sentido que algo, más allá de mi compresión quiere que sepa algo, y por eso hoy lo visite, para revelar, aunque sea un poco de esa verdad, así que por favor, continué.
-Jum - tomo un sorbo del tinto que estaba en la mesa, el cual era el mío y lo dejo de nuevo donde estaba, lo mezclo con algún licor que estaba cerca, y volvio a tomar, cerro los ojos, todo para mi estaba en cámara lenta, al momento prosiguió- Te voy a decir algo, pero nunca en tu vida le digas a Gabriela, por favor, júralo , me mataría si lo llega a saber.
-Lo juro, tranquilo. -dije mirando a otro lado, un poco ya incomodo, esto se hacía pesado conforme el extendía la conversación.
-Ustedes dos, son Hermanos.- Fue en ese momento que sentí un aire pesado en el corazón, en el pecho, en el estomago, quería salir de ahí corriendo, pero preferí seguir escuchando, aunque en mi cabeza la ansiedad que había generado esa afirmación, era incontrolable- Resulta que ustedes eran hijos de un Hombre muy amigo mio, del señor Don Miguel, el poseía una finca algo grande, y era trabajador honrado, se ganaba la vida bien, y le iba bien en ultimas.
>> Sin embargo, un día le quemaron la casa, nunca se supo porque, pero fue en la noche. Se tenía le creencia que fue una guerrilla de por ahí o una "bruja", una mujer bastante loca, que resentida por algunas decisiones de él, le tenía bastante rencor, o ambos, en el campo suceden muchas cosas, y uno ni cuenta se da.
>>Yo vivía cerca, y pude sacarlos a ustedes dos, sus padres ya estaban consumidos por el fuego cuando llegue, por el fuego y por los objetos que le llegaron a caer, a ellos los llore mucho, pero Gabriela me acordaba mucho más a él, a Don Miguel, y quería de alguna forma volverlo a tener cerca, porque yo realmente lo estimaba. Fue por eso que al siguiente día, ya en el pueblo, cuando nos permitieron verlos en el hospital, porque sí, corrí hasta el hospital del pueblo para que los atendieran, dije que me hacía cargo de ella, que no se preocuparan, pero que no podía hacerlo de ambos, que ya era mucho peso, el pueblo sabía que era cierto, que yo no tenía nada, que no más cargaba conmigo, y trabajaba.
>> Quedamos en un pacto entonces, y supe que una amiga de tu madre, que también era algo acomodada se quedo contigo. Fue todo bastante familiar entonces, hasta la alcaldía nos ayudo para hacer los papeles lo más rápido, es que ustedes no tenían familia, los recorría al parecer una especie de maldición, o algo, porque todos morían muy jovenes, y sin conocerse prácticamente los unos a los otros.
Toda esa información me revolvió la cabeza en ese entonces, y es que no sabía como responder, así que al final le pedí que escribiera de forma resumida lo que me estaba contando, para poder entenderlo mejor, lo hizo, aunque su letra tal vez sólo la comprendiera él y yo, realmente, salí de la casa, y pase los días con la cabeza nublada, en otro lugar, en otro tiempo, intentando recordar, recordar algo que no estaba en mi memoria.

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Reflejos
Roman d'amourNarra la historia de Gabriela y David, lo cuales poseen un pasado algo trágico y a su vez incierto, aunque su presente tampoco es menos. Llegando a sumergirse en situaciones realmente extrañas, donde lo sobrenatural y los interrogantes así mismos pr...