sentir 2: Conociendo la verdad y Seattle

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La pelinegra consiente que necesitaba hablar con Cat, agarro las llaves de su auto y salió corriendo de su casa, sin importarle que su padre estuviera ahí y gritara para que se quedara.

Arranco lo más rápido posible para ir a casa de Cat, necesitaba saber la verdad, lo necesitaba ya, quería quitarse esa duda, y si Cat le confirmaba que todo había sido un mal entendido entonces pediría una disculpa a la afectada en este caso a Tori.

Al llegar a la casa de Cat se dio cuenta que estaba el coche de Trina, pero no le importó sabía que la otra mitad latina tenía ganas de golpearla por lo que le había hecho a su hermanita, pero no lo haría ya que ella la amenazaría primero y sabía que le tenía miedo, pero estaba consiente que lastimo a su hermana y creo que eso es más fuerte que cualquier miedo, de cualquier forma ella tenía su tijeras favoritas con ella, por si acaso deba de utilizarlas.

Bajo de su carro, y camino hacia la puerta de la pelirroja se tuvo justo enfrente, cuando levantaba la mano para tocar la puerta era abierta por una castaña que la miro con sorpresa pero también con rabia.

– ¿Qué demonios haces aquí?-le grito furiosa

–Eso a ti que te importa-contesto bruscamente mientras la fulminaba con la mirada

–Claro que me importa-estaba seria –estas en la casa de mi novia- viéndola

–ah, no importa que pienses, vine a ver a Cat-dijo –así que no te metas que tú no tienes que ver nada aquí-molesta

–Mira West-señalándola –lo que le hiciste a mi hermanita, eso tenlo presente porque te lo juro que lo vas a pagar caro-le espeto molesta –y vas a suplicar por piedad, ya no me das miedo bruja, lo que le hiciste a Tori, eso jamás lo voy a olvidar como tampoco lo hará ella-sonrió con burla cuando vio algo de dolor en los ojos de la got –ella te ama hoy, pero te puedo asegurar que mañana te odiara, y si eso pasa tu estarás acabada-le sonrió –pasa, Cat está en la sala-se hizo a un lado –yo me voy-saleando de la casa

La pelinegra entro cerrando la puerta tras de ella, pero podía sentir que las palabras que Trina dijo, eran todas verdad porque no pudo replicar ninguna, ella tendría razón, si Tori la odiaba ella estaría acabada, no podía ser verdad la mitad latina era incapaz de odiar ¿verdad? Vega no podría… ¿o sí? Dios tendría que aclarar esto lo antes posible esto, porque si no se volvería loca, pero es que el solo el hecho de pensar que Tori la odie, hacia doler su pecho.

La got camino hacia donde le indico Trina que estaba su peliroja amiga, y efectivamente ahí estaba abrazando a Mr. Purple.

–Cat-le llamo llegando

–Jade-susurro – ¿qué haces aquí?-le pregunto con molestia en la voz

–y… yo… ¿estas molesta conmigo?-la vio

–No-negó –como crees-ironizo –estoy feliz contigo por lo que le hiciste a Tori-sarcásticamente

–Ok-acepto –si estas molesta-trato de sonreír –no puedo creer que después de que tú y Vega hagan una maldita apuesta, tú te molestes conmigo, cuando debería ser yo la molesta-recrimino

– ¿Apuesta?-estaba confundida – ¿que apuesta?-que ella recordara no había hecho ninguna y eso es porque Trina le dijo que no lo volviera hacer

– ¿cómo que, que apuesta? La que hiciste con T… Vega-se corrigió al final

–No he hecho ninguna apuesta con Tori-la miro –así que no tengo idea de lo que estás hablando-

–No mientas Cat, yo las escuche-le replico

– ¿así? Entonces dime que fue según tú lo que apostamos-le miro seria

–Ok-concordó –Tú le dijiste a Vega que apostabas lo que quisieras a que ella no era capaz de decirme que me amaba-le conto seria

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