sentir 16: Siguiendo la Vida

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Los días habían ido pasando rápidamente sin que las chicas lo notaran, a las dos semanas de salir del hospital la mitad latina regreso a HA no hizo falta nada más... ya que conocían lo que había pasado, pero la chica en verdad era talentosa por lo que Helen no puso ninguna queja en la que volviera.

Cuando regreso varias personas se alegraron al verla llegar, escucharon rumores acerca de que estaba en el hospital pero no había a ciencia cierta él porque estaba ahí.

Jade no se le despego... es más estaba como perro guardián... ya que mucho habían pensado que si la otra había perdido la memoria podrían tener una oportunidad, pero se quedaban con las ganas ya que ella y la mitad latina estaban en lo mejor de su relación.

Y con relación a la memoria, no piensen que la otra la había recuperado pero no había sido así, la verdad es que Tori no estaba para nada esperando que eso pasara... ella quería vivir en presente y si en algún momento recordaba... lo agradecería.

–No puedo creer que ese imbécil se haya atrevido a invitarte-Jade estaba molesta

–No le tomes importancia, yo estoy contigo... tu eres mi novia y nadie más-aseguro

–Eso lo sé yo... pero ese imbécil para que no lo sabe, si no fuera porque me detuviste le hubiera clavado mis tijeras-la mitad latina rio

–Si... no quería tener que ir a visitarte a la cárcel-la gótica rio por lo dicho por la otra

–Hubiéramos tenido visita conyugal-movía las cejas de arriba hacia abajo con una sonrisa pícara

–Y yo no pondría pegas-la mitad latina se mordió el labio inferior, eso fue lo que necesito la otra para atraerla a su cuerpo y besarla apoyándola en su casillero.

–Jade besa a tu novia en su tiempo-ese era Sikowitz que venía entrando con su coco en la mano

–Lo estoy haciendo en su tiempo-replico la pelinegra, el maestro amante de los cocos miro su reloj

–Ah es verdad, no vemos en clase-se fue de ahí, mientras sus dos alumnas negaban

– ¿En dónde estábamos?-intento besar a su novia de nuevo, pero esta solo la detuvo

–Hay que ir al salón-la otra le hizo pucheros

–No ¿Por qué?-se quejaba

–Porque tenemos clase, y si te portas bien... cuando salgamos podemos ir a mi casa... mis padres no están y Trina se va con Cat-rio, la pelinegra la miro pícaramente

–Está bien... pero me desquitare... ya verás...-le dio un beso rápido ante de jalarla hacia el salón de clases.

Las horas fueron pasando rápidamente, cuando se dieron cuenta ya era la hora de salida, los amigos estaban en la salida mientras planeaban salir esa misma tarde para poder pasar un rato agradable, todos se quedaron de ver el Karaoke Dokie, además Hayley les había dicho que el di que fueron todo corría por su cuenta, así que estaban felices.

Trina se fue con Cat a la casa de esta, mientras Tori y Jade se iban a la casa de la ojicafe, cuando llegaron la pelinegra no perdió tiempo y sin más se llevó a Tori su habitación, las dos estaban disfrutando de un rato juntas... ya que desde que la de descendencia latina, no habían tenido oportunidad... porque eran vigilados por sus padres... ya que no querían que ninguna de las dos se distrajera en su último año en HA.

El padre de Jade aunque jamás estuvo de acuerdo con que su hija estudiara en esa escuela de Artes ahora lo respetaba... porque sabía lo buena que era en lo que hacía, lo había vista en su obra y desde ese dia se puso a pensar que si estaba bien lo que él pensaba, porque no podía aceptar que su hija eligiera lo que quisiera ser, y desde eso supo que era lo que tenía que hacer, y eso era respetar lo que su hija quería.

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