Mi destino en la boca del lobo.

XI

     En medio del bosque los árboles no permitían que el sol iluminará, por lo tanto, la luz era casi nula siendo las ocho de la mañana de acuerdo con el celular de Víctor. Un tramo que avanzamos fue perfecto para que cientos de preguntas surgieran en mi cabeza. ¿De quién era esa voz? ¿Cómo sería el que la portara? ¿Lo conocería?

     Sin duda, la voz me fue conocida y la pronunciación se me hizo familiar, más no sabía de quién era. ¡Estaba en un dilema! Y peor con Víctor que no cooperaba.

— ¡Víctor! Quédate quieto, recuerda que tengo autoridad sobre tí —mencionó el "desconocido con hermosa voz".

— Y tú, recuerda que llegamos a un acuerdo, que debes de respetar el acuerdo y más siendo Alfa —interceptó Víctor con una firmeza y postura dominante.

     ¿Dudas? Por supuesto que tenía, mi mente empezaba a trabajar acerca de sucesos y conocimientos, sin embargo, no lograba dar con algo. Para mí beneficio Vanessa interrumpió:

— ¿Alfa? Dijiste Alfa, entonces tu amigo es un Alfa —en un movimiento brusco logró soltarse del brazo de Víctor, ella salió liberada, no obstante yo fui sujetada con más firmeza de parte de Víctor, Vanessa se giró y pronunció—: Pues no te queda mal el título.

     La intriga se apoderó de mí y un deseo salió de mí: saber quién era el hombre. La curiosidad bien fue fijada en mi persona. Víctor trató de tomar a Vanessa, pero ella lo esquivó.

— Está bien, te quedas —dijo Víctor hacia Vanessa, después se giró hacia donde estaba yo— Vamos Cami, camina.

     A partir del primer paso fui sujetada por el codo, una mano me jaló hacia atrás. Víctor al notar esto se apresuró a sostenerme directo a su lado. Algo cómico que puedo decir, es que el desayuno no estaba en mi estómago, así que no podía sufrir de un vómito o malestar en mi pancita. El "desconocido de hermosa voz" ganó y choque contra su cuerpo, ¡wow! ¿así de firme era? ¿tan fuerte? ¿no estaba soñando? Creo que no 7u7.

     No obstante, el encantamiento duró poco, ¿la razón? Víctor me tomó con mucha más fuerza y me arrastró corriendo velozmente tras el bosque. Gritos se escuchaban de la parte de atrás, tanto del "desconocido de hermosa voz" como de Vanessa por ser abandonada. En la salida del bosque, donde la luz se podía ver con claridad, Víctor me abandonó y corrió de vuelta a donde yo supuse la dirección donde se encontraba Vanessa.

— No te muevas de aquí, estás bajo mi responsabilidad Camila — fueron sus últimas palabras antes de irse.

     Nunca pensé que el segundo día de mis vacaciones pasaran sucesos extraños e inusuales, la canción que retumbaba en mi mente logró calmarme y esperar pacientemente a Víctor. ¡Já! Esa ni se la creía Trump, mi curiosidad y mi atrevimiento me mandaron directo al bosque en busca de mis amigos. Lo cierto es que necesitaba saber dónde estaba mi amiga, la valentía de ella era mucha a comparación de la mía, y algo de lo que podía estar segura era de que ella en mi lugar, correría por mí.

     Justo en mi caminata Víctor apareció frente a mí, con Vanessa a su lado refunfuñando. Una mueca surgió en mi cara por no seguir con mi aventura, pero fue interrumpida por mi mejor amiga quien se abalanzó a mí y empezó a contarme acerca del "desconocido de hermosa voz"

— ¿Qué les ocurre? ¿Cómo pueden ir al bosque solas? ¿Y si les pasaba algo? —cuestionó nuestro salvador.

     Odiaba ser regañada, desde pequeña no aceptaba las correcciones y huía cuando Alfredo y Carolina me los iban a dar. ¡No era mensa!

— ¿A nosotras? Tú nos preocupaste ayer cuando te fuiste de aquella tienda. ¡No llegaste a la casa en todo el día! —mencioné.

— Yo conozco estas tierras, aquí fuí criado, ¡Ustedes no! —recalcó.