Luna y estrellas

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Luna y estrellas


Recostado sobre el pasto, boca arriba viendo hacia el cielo

un chico recitaba versos al viento, al frio, a la luna

y quizá para las estrellas, y porque no para sí mismo también,

simplemente en las noches de luna llena él acudía a la cita

sin importar las horas, la soledad o el silencio,

miraba al infinito imaginando que allá arriba se encontraba su doncella

y le susurraba a la luna sus tristezas que sus ojos no podían expresar.


Pero en noches de cuartos menguantes la soledad dolía mas

porque la oscuridad no se percibe solo físicamente

si no que se infiltra en nuestro ser para cazar las mariposas en el estomago

y en ocasiones también marchita el sentimiento y seca las emociones,

y así el alma llora a sus versos muertos,

pero las estrellas, aunque pequeñas eran piadosas

porque no se valían de los números y las fases, ellas eran infinitas

y aun en la lluvia ellas seguían allí como queriendo decir

oye chico nosotros no somos superficiales,

la luna por el contrario es seductora, caprichosa

y le da falsas esperanzas al hombre dándole uno que otro alunizaje, pero al final

solo muestra su espalda porque nunca ha dado la cara en sus millones de años.

¿Y tú qué sabes de brillar? si cuando vez a una estrella resplandecer es porque

está muriendo para que tú la veas a ella, para que tu corazón pueda darte un saltito más,

para iluminar, aunque sea un tantito tu mundo solitario,

¿y tú qué sabes de amar? si cuando ves una luz en el cielo en una noche oscura

es porque una estrella pensó en ti hace miles de años y desde entonces

no ha parado de enviarte sus suspiros titilantes solo para que tú aun creas en el amor,

¿y tú qué sabes luna de sacrificios? si nunca has caído, desintegrado o como quieras llamarle

solo para que ese chico pueda seguir inspirándose y creer en los sueños,

dime luna ¿tú qué sabes de iluminar? si cuando quieres te vistes de gala solo para romper corazones,

si, tú la que se entrega al sol eclipsando en tristeza y soledad a tu planeta que te vio nacer,

la luna meticulosa simplemente se fue ocultándose, y el chico entonces comprendió

que el amor se encuentra más allá, de lo que uno percibe a través de sus ojos, y con una sonrisa agradeció el sacrifico de las estrellas para que el pequeño caos de sus versos

sigan etéreas como el propio bing bang cósmico de su mente y de su corazón.

By: HectorXp

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