Aquí dentro sigue siendo otoño

De ella...

De ella...

De ella aprendí a contemplar la vida,

a sentir la lluvia y a disfrutar los amaneceres,

sí, porque antes de ella yo era un pasado olvidado

en un presente con sabor a sal, donde todo era agridulce.

De ella que me hizo llorar, que me hizo sentir

y que me hizo querer, si de ella....

Porque cada que el vacío me encontraba

ella migraba la primavera en mis mañanas

solo para que yo despertara con el sol en mi ventana

y el corazón siguiera funcionando tal como el alma,

y no me quedaba más que sentir la vida

y las cicatrices se fueron transformando

en poemas con voz, con alma y melodía.

De ella que llego justo en el momento preciso

para borrar el punto y final a mi historia

y darle un nuevo giro a esta alma congelada

que fue derritiéndose para de pronto

volver a sentir la luz de un abrazo,

y escuchar la voz de un gorrión posándose en mi pecho.

Si de ella, que vino a romper los esquemas

de un destino sin pena ni gloria, para darle

un nuevo guion que incluyera un beso

que despertara el fervor de un verano

en un eterno invierno del cual fue liberado

para volver a ser un águila que vuela en libertad.

Si, de ella aprendí

que cuando se ama, la vida no tiene límites,

porque un alma enamorada lo dejara todo en cada beso,

y por cada latido también habrá un te amo

viajando al alma para llenarla de luz, de dicha y vida

porque así es el amor que te viene a ser suyo

cuando ya no crees pertenecer a nadie.

By: HectorXp

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