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Capítulo 26.

"Salgamos". Harry trata de salir, pero quien quiera que sea, lo empuja hacia adentro.

"No, me encantaría conocer a esa encantadora Tabitha". Él dice, y Harry asiente, dando un paso atrás para dejar espacio para que él entre.

No me muevo de mi asiento en el sofá, y es principalmente por miedo. Si Harry escucha a este hombre, debe ser poderoso. Miro mis uñas y pretendo que no me importa cuando oigo que se cierra la puerta. El sonido de los pasos contra la madera se acerca a mí hasta que veo sus botas negras.

"No soy Medusa, cariño. Puedes mirarme". Se ríe para sí mismo, y escucho a Dylan forzar una risa.

Mis ojos vagan por su cuerpo, deteniéndose cuando se encuentran con sus ojos marrones. Parece que se preocupa por su aspecto más que por Dylan o Harry, ya que se peinó y se quitó el pelo de la cara. Él me da una pequeña sonrisa, pero no la devuelvo.

"¿Quién eres tú?" Susurro, mi voz regaña mi miedo.

"Mi nombre es Liam, pero eso es bastante aburrido. Creo que quisiste preguntar, ¿qué soy?" Él levanta las cejas, y asentí, "Bueno, soy el ángel de la muerte".

Sé que su título probablemente debería ponerme miedo, o debería inclinarme, pero no sé nada de todas estas criaturas sobrenaturales, así que simplemente lo miro confundida.

"¿Nunca has oído hablar de mí?" Se sienta a mi lado, y me obligo a no escabullirme.

"Quiero decir, he oído hablar de los ángeles". Me encojo de vergüenza.

"Cuando mueras, estaré allí. Soy el motivo por el que la gente muere".

"Entonces, ¿no deberías estar haciendo eso ahora?"

"Conseguí a alguien para cubrir mi turno". Él me guiña un ojo y me siento aún más incómoda.

"Si eres un ángel, ¿por qué estás a punto de trabajar con demonios?"

"No soy el ángel del que escuchas en la iglesia. Puedo ser bueno o malo".

"Tabitha, creo que ahora es un buen momento para esto. Necesitamos hacer estrategias con él". Harry entra, agarrando mis brazos y obligándome a levantarme.

"Probablemente tenga razón". Liam me hace señas con su mano.

"¿Estás aquí para luchar por mí, y ni siquiera puedo preguntarte sobre ti?" Llamé mientras Harry me empujaba por el pasillo hacia la habitación.

"Quédate aquí". El advierte.

"¿O que?" Levanto una ceja y doy un paso más cerca de él.

"O te ataré a la cama". Él me da una sonrisa sugestiva, y mis mejillas se encienden.

"Eso es completamente estúpido. Solo vete". Me siento en la cama, mostrándole que me quedaré aquí, y él se marcha en silencio.

Me vuelvo a dejar caer en la cama con un suspiro. Me he convertido en prisionera de estas cosas. Mis ojos deambulan por la habitación, buscando algo que hacer, cuando veo una foto de Liam en el escritorio. Salto para mirarlo más de cerca y jadeo porque está desnudo.

Devolví la imagen al escritorio, boca abajo. Aparentemente, Harry es aún más pervertido de lo que había pensado. Comienzo a abrir los cajones del tocador, y cuando abro el tercero, veo otra foto desnuda de Liam. Tienes que estar bromeando.

Justo cuando estoy a punto de cerrarlo, veo un pedazo de papel. Tiene una bella caligrafía que dice: ¡Solo estoy jugando contigo!

¿Quién está jugando conmigo? ¿Y a qué? ¿Acosar? Miro hacia atrás al periódico con frustración, pero las palabras han cambiado. Ahora dice: ¡Soy Liam, tonta!