Otro día más de escuela y es hoy justo hoy, que no quiero pararme de la cama ni para ducharme. Después de unos minutos me reparo al fin.
Bajo a la cocina y veo a mi querido primo comiendo de mi serial favorito, él era alto, de tez blanca, y una hermosa y respingada nariz, llevaba el cabello castaño, tenía los ojos marrones súper claro y unas pestañas extremadamente largas y unos músculos de infarto, que a cualquier chica le quitaría el aliento y eso él lo sabía muy bien, pues el ego y la seguridad que se tenía eran increíblemente grande, como no -rodé los ojos al prensarlo- si por eso tiene a tanta tipa detrás de él y él que no quería... ¡Mujeriego!
-¿Acaso hoy llueve?- Sí este era el saludo que se merecía este por ser mi único primo y llevar tiempo sin venir a verme. Insensible.
-Hola primita, también te amo.- Puso los ojos en blanco.
-Y bien, ¿Cómo entraste y para qué me necesitas?
-Los tíos tan buenos que tengo me abrieron y me dejaron pasar y también me dijeron que desayunara... contigo pequeña gruñona y luego se fueron a trabajar para darte la vida de princesa que llevas. -Dicho esto me giño un ojo y le di una mirada para que siguiera y me respondiera la otra pregunta. Me abrazo con fingida inocencia mientras yo buscaba mi desayuno, ¡lo sabía! Quiere algo de mí.
-¿Pueden acompañarme hoy tú y tus preciosos ojos -fingió estar poseídos por ellos cuando dijo esto último- a una salida con mi conquista y otras personas más?
Bufé- No.
Cuando él quería algo de mí siempre se le daba por alagar mis ojos, pensando que así yo aceptaría todo lo que me pedía rápidamente pero no siempre le funcionaba, yo sabía muy bien lo que era y lo que tenía y como usarlo. Yo era delgada, de cabello castaño muy claro, muy largo y unos ojos preciosos color grises verdosos si algo raros, pero hermosos y unas pestañas largas pero no tanto como las de él. Nos parecíamos en la nariz, teníamos la misma, respingada, y perfecta como si la hubieran dibujado solo para nosotros. No era tan alta pero estaba feliz con la contextura y el cuerpo que poseía.
Decidí ignorarlo yo ya había tomado mi decisión, me propuse a tomar mi desayuno en silencio. Pasamos unos minutos así me daba pena ver como se apagaban sus hermosos ojos -pero yo sabía que esa era su técnica para que aceptara, eso no sucedería- No Ana, resistencia, resisten... resis...
-Está bien Thomas, pero es la última vez. ¡La ultima!- Lo fulmine con la mirada cuando dije esto. Él siempre ganaba.
Hizo una mueca y beso mi frente. -Gracias princesa. Ahora vámonos también te iré a dejar a la escuela.
De camino a la escuela iba meditando y lamentando haber aceptado su invitación, pero bueno después de todo, solo era una cena, ¿Qué podría salir mal? Me encantaba subir a su auto, siempre él tenía dulces y a mí me gustaba pensar que eran solamente para mí. Aunque conociéndolo, quizás era para sus conquista, me dio mal sabor de boca recordar lo mujeriego que era y a pesar de eso no podía enojarme con él, no cuando solo éramos los dos, yo era hija única y él también solo tenía una media hermana producto del divorcio de sus padres, compartían el mismo papá y Elena era aún muy pequeña.
Después de 10 minutos llegamos a la escuela.
-Te recojo en la noche, ponte bella -pensó un rato y continuo- ponte más bella de lo que eres - me dio un beso porto, tenía un color de tez que parecía un bronceado recién realizado, una nariz pequeña y ojos grandes, hermosos. Ella solo era mayor que yo por 06 meses, dadas las casualidades de la vida, nacimos el mismo día, el mismo año pero diferente mes. ¿Loco no? Pero perfecto para nosotras.
-Hola, te vez hermosa -Dijo ella.
-Gracias también estas bella.
-Te trajo él, ¿Te pidió algo? -Sé que quería información a ella le gustaba mi primo, demasiado.
-Una cena con su conquista y sus amigos. -La amaba pero no podía mentirle, lo hubiera descubierto, soy fatal mintiendo y ella me conoce desde siempre.
Vi cómo se le apagaba la mirada, pero eso no la detuvo me dio la mirada más normal que pudo y me dijo: ¡Suerte Anita! y yo solo le sonreí. -Te veo en el break, ¿Va? Te amo. -Me fui sin respuesta alguna.
Solo tenía dos clases con ella, y era fatal, entre a clase de Historia con el Sr. Godard, para ser sinceros a mí me encantaba esa clase, él sabía cómo hacerla amena.
Pasaron las horas y fui a mi encuentro con mi otro corazón, o sea Jazz. Esta vez la vi más animada.-¿Y esa sonrisa?
-¡No sabes lo que paso en clase! -Canturrió
La mire fijamente esperando que siga y al ver que no reaccionaba le casi grité. -¡Sigue Jazz!
-Un chico nuevo a llegado, se llama Franco y viene de Alemania, y esta -Ahogo un gran suspiro- Be - llí- si - mo.
Solo atiene a reír, mientras ella habla y me contaba que se hizo su amiga y que sabía algo más de él. Comí en silencio ella lo vio venir y le hizo con gesto con la mano para que él se acercara. Y sí, así fue.-Hola, soy Franco Methan -Dijo él, algo temeroso.
-Hola soy Anabella Brooks puedes llamarme Ana, un gusto. Y ella Jazz Hale pero ya lo sabes -Le sonreí.
Él era más alto que nosotras dos, tenía unos ojos celestes claros y era de tez blanca, como papel, muy blanco, era rubio y delgado, pero con músculos, nos contó que venía de Alemania, que estaba aquí por el trabajo de su papá creo que era militar o algo así, no estuve muy atenta la verdad, y tenía diecisiete años. Salí de mis pensamientos cuando sonó mi celular, ahogue un grito de sorpresa al ver la hora y conteste, era papá.
-¿Cómo amaneció mi princesa?
-De lo mejor papá -Sonreí, él era el mejor, entonces continúe- Y tú, ¿Qué tal el trabajo?
-Pues ser el dueño ayuda - Escuche una risita de su parte- solo llame para saber si estaba bien y ya que lo estas... Nos vemos en un rato en casa. Un beso preciosa.-Y cortó.
Me despedí de todos y me dirigí a casa, esta vez quise caminar, quede con Jazz en que hoy, después de la cena con mi primo pasaría tiempo con ella, hoy sería una girls neigt.
Llegue a casa y para mi sorpresa ya estaba papá y mamá esperándome para almorzar, saludé, subí a ducharme y hacer todo lo que hace uno cuando llega de la escuela y baje para unirme a ellos.
Como siempre papá en la cabeza, mamá en la derecha y yo a su izquierda, comimos lentamente y ellos me contaba cómo les había ido en el trabajo, tenían una empresa de telecomunicaciones y mamá tenía un pequeño proyecto de planificaciones de boda, y es que si esta casa era lo que era, era exclusivamente por ella, tenía un gusto exquisito por la moda y por el diseño, y creo que eso lo herede de ella.-Hoy iré a cenar con Thomas y sus amigos, ¿Esta bien? -Yo tenía una seguridad tremenda si de salidas y pijamadas se trataba, sabía bien mis límites y ellos lo entendían y siempre agradecían por como yo era y se los debía a ellos.
-Está bien -dijeron los dos al unísono- No llegues tarde -volvieron a decir y yo solo me reí al igual que ellos.
-Y Jazz hoy se queda a dormir aquí. -Los miré con amor, esperando una respuesta positiva.
Los dos me miraron y mama dijo. -Anabella, nos cae de maravilla Jazz. ¿Pero no saldrás con tu primo? -Yo asentí y agregue: Pero es solo un rato y ella se quedara viendo a mi amor Stefan, ellos solo rieron y aceptaron al final. Eran increíbles.
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EN TU MIRADA
Teen FictionEran dos polos opuestos, tenía manera distintas de ver la vida. Ella era una chica muy segura de si misma, aplicada y con una vida tranquila, él era un joven de universidad , totalmente frío, y sin limites. Todo lo que las chicas desean. Ambos huian...