CAPITULO 5

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La semana empezó algo complicada y sin Jazz fue el doble de tortura, aunque sabía que pronto regresaría, ya casi era la hora de descanso y yo suponía que la pasaría en el jardín sin nada que hacer.

-Hola –Dijo Franco, creo que estaba ¿triste?

-Hola, ¿todo bien? –Le pregunté

-S-si, espero q-que si. –Dijo titubeando

-Hm, ¿Esperas?

-Es que hace dos días que Jazz no viene a la escuela y estoy algo preocupado.

Quería reirme pero supuse que sería cruel cuando el solo se preocupaba por mi amiga y ciertamente creo que a él le gustaba Jazz.

-Descuida ella vendrá mañana está en un viaje familiar. Le dije e inmediatamente sentí como todo su cuerpo se relajaba ante mi confesión.

Llego el momento de ir a casa y yo daba brinquitos de felicidad mentalmente. Cuando llegue, no pudo evitar desplomarme en la cama, estos días eran agobiantes y entonces recordé a Dom, verlo conectado a esa máquinas y los hematomas por gran parte de su cuerpo, me estremecí de tan solo pensarlo, gracias al cielo no se había pasado a mayores, mientras me duchaba pensé en darle una sorpresa ¿Por qué  motivo? Aún no lo sé solo paso por mi cabeza y como  todo en la vida, lo haría.

-Saldré, llegaré pronto a cenar. –Les dije a modo de despedida a mis padres y me fui.
Cuando estaba a punto de entrar a su habitación me congele y mi cuerpo no recibía la ordenes que daba mi cerebro y reaccione.  ¿Qué hacía ahí? ¿Por qué venir a visitarlo si él era tan idiota conmigo? ¿Por qué? ¿Por qué? ¡PORQUE!

-Pasé-Dijo y me sorprendí ¡Ni siquiera había tocado!

Tome valor y entre…

Para sorpresa mía él ya no se encontraba en su lugar había otro chico, muy lindo, supongo que tenía mi edad, me miro totalmente extraño cuando me vio llegar.

-Perdona, yo vine a ver a otra persona que se encontraba en este mismo cuarto, pero al parecer ya se fue…- dije

-Descuida,  me miro totalmente extraño cuando me vio llegar.

-Perdona, yo vine a ver a otra persona que se encontraba en este mismo cuarto, pero al parecer ya se fue…- dije

-Descuida, todos cometemos equivocaciones. Y me sonrió y vaya que era una grandísima equivocación.
Le sonreí y salí de la habitación, no sin antes desearle su pronta recuperación.

Salí de ese lugar algo decepcionada por la escena en el hospital, pero me lo merecía ¿por qué ir a verle? En fin. Obra del destino, supongo.

Le mandé texto a Jazz para saber si ya estaba en camino, su respuesta fue casi inmediata, ya solo le faltan unas horas y estaría aquí, ¡por fin!
Camine unas cuantas cuadras y llegue a mi centro comercial favorito, decide que tomaría un Capucchino en mi lugar favorito Starbucks, y así pase la tarde, compre algunas cosas que vi y me gustaron entre ellas unas lindas prendas de ropa y un regalito para Jazz.

-Mi móvil sonó y respondí sin ver quién era

-¿Hola?

-Ana soy Nicolas amigo de Thomas tenemos unos problemas con él ahora mismo y dijo que solo tú eras su salvación.

-¡QUE! ¿DONDE ESTAN? ¿QUE AH PASADO? ¿QUE LE HACEN?

-Tranquila tolo estará bien si viene a esta dirección. –Anoté la dirección que me dijo y salí corriendo al lugar.

Llegue lo más pronto posible al lugar, si de mi familia o mis amigo se trataba yo me convertía en leona y dejaba todo, por ir hacía donde ellos  estaban.

Con nerviosismo y sobre todo con peso, porque aunque fueran unas cuantas bolsas en ese mismo momento me estorbaban. Toque la puerta temiendo lo peor y entonces se abrió.

-¡Al fin llegó la que tanto esperan! –Dijo un chico detrás mío.
Al entrar vi a Jazz junto a Franco y a Thomas (que era mi razón principal) detrás de ellos dos, lo examiné de pie a cabeza, él estaba bien, sentí que me quite un gran peso de encima.

-¿Q-que e-esta p-pasando a-aquí? –Dije tartamudeando, las manos me temblaban y las piernas también.

-Primita lo siento, sé que en estos m omento debes de odiarnos –Dijo mirando a Jazz- pero te juro que era la única forma de que estés aquí.

Lo fulmine con la mirada esperando más explicaciones

-Decidimos hacerle una fiesta de bienvenida a Dom y él quería que fueras presente y pues si yo te invitaba no ibas a aceptar, entonces “secuestramos” a tu mejor amiga, por cierto –dijo mirando a Jazz- no quise interrumpir tu cita –esto último se siento muy sarcástico viniendo de él- Y luego Nicolás te llamó para preocuparte por mi, sabiendo que así volarías hacía acá. –Se rió

Él muy idiota este, se estaba riendo de lo más estúpido que había hecho en toda su puta vida. ¡IDOTA!

Yo no podía articular palabra, estos estúpidos habían jugado conmigo, esto le iba a tomar mucho tiempo para perdonarlo.

-Ok, ¿podemos hablar en un lugar donde no nos escuche media universidad tuya? –le respondí. Su expresión cambio y el sabia perfecto lo que le esperaba.

Me llevo a una habitación que supongo era suya, después de que entro a la universidad yo nunca mostré interés de donde vivía él al salirse de casa de sus papas, mis tíos

-¿QUE DEMONIOS TE PASA? ¿TE DAS CUENTA DE TODO LO QUE PUDO HABER PASADO CONMIGO CON LO NERVIOSA QUE ESTABA? ¡ERES UN IDIOTA THOMAS!

-No lo culpes princesita, la idea fue mía. –Se escuchó detrás de mí y yo sabía perfecto quién era.

Me acerque sin titubear ni un segundo, la furia ya se había apoderado de mí y cuando menos lo pensé mi mano rebotaba en su mejilla.

-Eres el mayor idiota de la historia, ¿Qué demonio crees que haces, “secuestrando” a mis amigos y convenciendo a mi primo para que te siga en cada estupidez tuya, no sé qué diablos pretendes, pero no vuelvas a molestarme más y tú Thomas, la próxima vez que te atrevas a hablarme a tan solo pretender que yo te preste atención, piénsalo mil veces, porque lo que salga de mi boca, será peor que esto. –sin pensarlo ya estaba caminando hacía la “fiesta” tenía las manos temblando y suponía que estaba rojísima de tanta molestia que broto de mí, tome a Jazz y Franco y con ellos me fui.

Así paso el camino a casa, no quería hablar con nadie, solo quería llegar a casa y dormir un poco, la escena anterior había hecho que mi cabeza casi explotara, una vez en casa, mi amigo decidieron quedarse un rato.

-Sé que no es un bueno momento para decirte esto pero Franco y yo, estamos saliendo –Me dijo  mi amigo y mi rostro se ilumino, sabía que él era un buen chico y estaba alegre por ellos.

-Para hablar de tu felicidad el momento es perfecto nena. –le respondí.

Los dos se miraron fijamente, se les veía feliz y por consiguiente yo era feliz.

-Cierto Jazz –me acerque a las comprar que hice- Te compre esto, quizás te guste.

De la caja salió una cadena con un dije de una nota musical partida a la mitad, yo tenía la otra parte ya puesta.

-Me encanta –Sus ojos se volvieron acuosos- Muchas gracias.

-De nada. Te quiero nena.

Después de un rato, mis amigos se fueron y yo empecé a hacer mis cosas de siempre, sabía que esta semana, sería muy dura sin el inútil que tengo de primo, pero él se merecía esto.

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⏰ Última actualización: May 02, 2018 ⏰

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