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Chou Tzuyu, una adolescente hormonal de tan solo diecisiete años de edad, siempre había tenido una fuerte atracción hacia las mujeres, en especial por las mayores, y esto, no era algo que asombrase a la gente de su al rededor. Era algo que a su hermana mayor la ponía de nervios, Tzuyu siempre había sido pretendida por gente mucho mayor que ella, prueba de esto eran algunas maestras con las que Tzuyu siempre quiso estar liada, pero gracias a Nayeon, no lograron arrebatar la inocencia de la menor. Aun así, Tzuyu tenía en lo más profundo un amor "secreto", una mujer madura, dedicada y apasionada rondaba por la cabeza de la pequeña, sin embargo este "amor" no era correspondido, y con justa razón, pues su edad no era nada en comparación de la persona que ella amaba.

Im Nayeon, hermana mayor de la joven sabía de sus preferencias y no la juzgaba, debido a que ella también pertenecía a la comunidad LGBT, junto a Myoui Mina, formaban una pareja idónea, eran el ejemplo a seguir. Sin embargo, Nayeon también era dueña de un fuerte carácter al igual que Tzuyu poseía un gran y oscuro secreto. 

La vida normal de Tzuyu era común y rutinaria, sus idas al colegio, frecuentar a sus amigas. Lo comun en gente de su edad.

-¿Le mandarás el mensaje?, o es que acaso eres una cobarde, como Jeongyeon.- Retó una joven pálida, de nombre es Dahyun. La más extrovertida de su grupo de amigas.

-He dicho que no. No hará caso a  ninguno de tus consejos, ni tuyos, ni los de esa tal Momo.- Contestó una joven de cabellos cortos.

-¿Desde cuando te metes en donde no te llaman?- Dijo una joven muy guapa con una sonrisa un tanto burlona.

Tzuyu miraba a las tres  jóvenes sin expresión alguna, ella solo esperaba a que llegasen por ella y ser feliz un momento con su amada.

-Lo haré.- Respondió al fin. Dejando atónitas a las tres chicas que le miraban sorprendidas. Dahyun le sonrió a las demás demostrando así que había ganado la batalla.

-Apuesto a que luego se arrepiente, después de todo, perdería todo si esa mujer descubre que estás enamorada de ella. Digo, ella es la mejor amiga de tu hermana y no creo que Nayeon te apoye a que salgas con una anciana.- Dijo una joven que apenas se incorporaba al grupo, la más "pequeña " de las cuatro. Tzuyu le dedicó una mirada profunda y con un suspiro debatió. -Esta vez no será así Chaeyoung, ya verás.-  Respondió con total seguridad la más pequeña.

-De no hacerlo nos dejarás el almuerzo toda la semana, ¿estás de acuerdo?- Aprovechó Dahyun.

Tzuyu miró la mano de Dahyun en el aire y la estrechó. -Acepto. Te aseguro que tú darás el almuerzo a partir de mañana.-

Con una sonrisa triunfal Tzuyu desapareció del campo de visión de sus amigas, debido a que su amada había llegado por ella. Corrió con desespero hasta el auto aparcado.

Al subir al auto, como de costumbre, la jovencita saludó a su mayor.

-Buenas tardes Tzuyu, te extrañé toda la mañana.- Dijo la mayor con un tierno puchero en los labios que causó que el corazón de la pequeña se derritiera de ternura.

-Yo también te extrañé Jihyo...- Dijo Tzuyu completamente nerviosa. Aun no sabía de donde reuniría valor suficiente como para enviarle unas fotos que se tomó con ayuda de su amiga Sana.

En el camino ambas charlaban de como estuvo el día de cada una, cada una se escuchaba atentamente y esto era lo que más amaba Tzuyu de esa mujer; que la escuchaba y le daba la atención que tanto quería.

-Nos vemos mañana, bonita.- Le sonrió a la taiwanesa al mirarla bajar de su auto.

-Te quiero...- Dijo con total sinceridad la pequeña haciendo que Jihyo, sonriera aun más grande. -Y yo a ti, hermanita.- Le sonrió y sin decir más se marchó. Dejando a la pequeña un poco rota, y es que, una sola palabra le arruinó su día. "Hermanita", jamás pasaría de ser eso. Con un suspiro pesado Tzuyu se adentró a su hogar, siendo sorprendida por una dulce vocecita proveniente de la cocina. 

-Hola Mina. ¿No ha llegado Nayeon?- Saludó cordialmente a la joven. -Está en su habitación, durmiendo. Me dejó cocinando, mientras ella descansa.- Sonrió con amabilidad. 

Tzuyu siempre había admirado la paciencia y templanza con la que trataba a su hermana, porque Nayeon era un tanto... insoportable. 

-Deberías dejar que mi hermana haga la comida, no siempre tienes que hacerlo tu.-Dijo Tzuyu de manera seria, dejando a Mina un tanto sorprendida debido al tono inusual de voz de la menor.

-No es nada, lo hago, porque la amo, y te quiero a ti también Tzuyu, pero, ¿pasó algo con Jihyo?, te noto un tanto apagada.- Preguntó la mayor dejando de lado la pasta que preparaba momentos atrás.

-No es nada Mina, iré a cambiarme y enseguida te ayudo con el almuerzo.- Tomó su mochila para dirigirse a su dormitorio. 

Momentos mas tarde ambas chicas se encontraban divertidas en la cocina, riendo y jugando con la harina para el pan. 

Una visita inesperada dejó a Tzuyu sorprendida. Minutos antes, de tanto jugar con la harina Tzuyu dejó caer un vaso con agua haciendo así que ambas cayeran al suelo quedando en una posición un tanto prometedora. Ambas sabían que solo jugaban mientras se miraban y reían, una sobre la otra. Pero cualquiera podría llegar a mal interpretar y poner la escena fuera de contexto.

-¿Interrumpo algo?, Mina, creí que Nayeon...- Dijo la mayor en un tono gélido. Como un rayo, Tzuyu se puso de pie, dejando a Mina en el suelo, sin importarle nada. Sentía la necesidad de explicar lo que pasaba.

No era la primera vez que JiHyo entraba y las veía así, la mayor era parte de la familia, así que podía salir y entrar a la casa cuantas veces quisiera, porque Nayeon le había dado una copia de la llave.

-No Jihyo. Solo jugábamos... y nos resbalamos. Es todo.- Trató de explicar seriamente Tzuyu. La expresión de Jihyo parecía no creerle y se veía un tanto desconcertada y se podría decir que Tzuyu la notó dólida, o quizá solo era su percepción. 

-Por favor, no lo mal interpretes... yo.- Titubeo Tzuyu. Siendo interrumpida por la mayor.

-No me expliques nada Tzuyu, tu y Mina son libres de hacer lo que les venga en gana, al fin de cuentas, es problema de Nayeon, no es algo que me incumba. Solo venía a almorzar con ustedes, pero si Nayeon no está no le veo el caso. Me retiro.- Mina se había puesto de pie con la intención de hablar con JiHyo, pero viendo su actitud no lo consideró prudente.

Como alma que llevaba el diablo salió JiHyo dejando a ambas, que se miraron entre si, sin palabras

-A mi parecer... estaba celosa.- Bromeó Mina. -Por cierto, gracias por dejarme tirada. igual estoy bien.- Dijo MIna en un tonito irónico, mientras arreglaba su ropa. Tzuyu se disculpó con ella y subió a su habitación.

Esa misma noche Tzuyu tenía pensado como arreglar lo que había "arruinado".

Fue así como llevo  a cabo el plan de Sana y Dahyun, y también el comentario de la amiga de Nayeon; Momo.



Sugar Mommy~ (Jitzu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora