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Nayeon se encontraba conmigo en el aeropuerto, esperando mi vuelo a Taiwán.
Maldije a Dara, realmente su existencia me mataba, si no fuese por su maldito acoso no estaría abandonando todo lo que amo, desde mis amigas, hasta al amor de mi vida.
-Llamé a la gordis, al igual que a la pingüina satánica, ellas vendrán y se podrán despedir de ti como se debe.- Trató de animarme.
- No las llames así Nayeon.- La miré seria. Ella sólo rió torpemente.
- No puedo evitarlo. Incluso a Jeong le apode como "avestruz".-
Revire los ojos con fastidio.
Mi padre no se andaba por las ramas, era directo, el me advirtió sobre que pasaría si mi comportamiento era malo estando con Nayeon. Hasta ahora mi único delito fue ser reprobada injustamente.
Mina llegó, parecía triste, fui corriendo hasta ella y la abracé.
-¿Qué pasa Tzuyu?, ¿te vas de viaje?.-
Ella correspondió a mi abrazo, sollocé en su hombro.
- Me voy para siempre, Minari.-
Me aferre a su delgado cuerpo, ella como pudo me abrazo fuertemente.
-Pequeña, ¿qué sucedió?.-
Preguntó en un dulce susurro.
Me solté del abrazo para responder.
-Sandara Park.-
Hablé de la manera más amarga que podía salir mi garganta.
Con sólo pronunciar su nombre sentía mi estómago revolverse.
-¿Quién es ella?.-
Me miró confundida.
-Mi profesora de cálculo. Me reprobó injustamente.-
Mina parecía no comprender, ¿qué caso tenía contarle lo sucedido?.
- No te entiendo Tzuyu, ¿qué pasó realmente?.-
Le expliqué a Mina que había sucedido, la vi poner los ojos en blanco, era obvio que fui una tonta al no decirlo antes.
-Tzuyu, debiste decirme o a Nayeon.-
Acarició mi cabello con dulzura, mientras que Nayeon estaba parada con su teléfono sin decir nada.
Mina se acercó a esta para saludarla y Nayeon como la diva que es la obligó a besar su mano.
Mina rió divertida y lo hizo, después de todo conocía a Nayeon a la perfección.
-¿La gordis no vino contigo?.- preguntó Nayeon.
Mina negó e hizo una mueca.
-Bueno, ni modo hermanita, te vas sin despedirte de tu mami. Es lo que hay, te aguantas.-
Me abrazó fuertemente, sentía como revolvia mi cabello, de la nada se detuvo y escuché sus leves sollozos.
-Perdón por no prestarte atención, te amo Tzuyu, trataré de hacer entrar en razón al anciano.- Dijo Nayeon entre sollozos.
Me aferre a sus brazos y lloré, lloré porque tenía que irme, lloré aún más porque  JiHyo nunca apareció.
- Te extrañaré chewy, te quiero, por favor escríbeme cuando llegues a tu destino.- Me abrazó Mina por última vez.
Llamaban para tomar el avión, termine de despedirme cuando una voz chillona y horrible pronunció mi nombre.
-¡Zhou Tzuyu!, te aprobé, cambie las calificaciones al último.-
Gritó haciendo que la gente nos mirara, mientras que yo moría de vergüenza ella se acercó a mi para abrazarme.
-Suelteme profesora.-
Me moví totalmente incómoda, ¿quién se creía está idiota?, me safe de su agarré empujandola bruscamente.
Mina miraba expectante a lo que ocurría, mientras que Nayeon salía rápidamente a atender una llamada. Supongo que es de JeongYeon, porque para que Nayeon saliera rápidamente era imposible, de las únicas personas que Nayeon responde de esa manera son mi padre y su actual pareja.
- No sabía que te irías si te reprobaba, Park JiSoo me obligó a decir que era un mal entendido, perdón por haberte causado esto.-
Me abrazó nuevamente, la alejé porque me tocó el trasero.
-Pervertida.- Dije por lo bajo.
-Tenía que aprovechar el momento, perdón.-
Sonrió y me guiño.
- No se que está pasando aquí, pero acaba de llamar nuestro padre y  dice que ya canceló tu vuelo, dice que es mejor que te quedes aquí.-
Dijo Nayeon realmente emocionada. Tanto que se tiró sobre mi haciéndome caer sobre la imbécil de Sandara.
Sandara se quejó de dolor y Nayeon lloraba  de felicidad sobre ambas.
-Nayeon quítate de encima mío, lastimas a Sandara.-
Nayeon se levantó, ayudó a Sandara, cuando Sandara estuvo de pie Mina se acercó a ella y le dio una bofetada.
El sonido fue demasiado fuerte, la mejilla de mi profesora quedó marcada. Sandara abrió los ojos y miró a Mina con incredulidad.
-¿Quién eres?, ¿por qué me golpeas?.-
Gritó a Mina, mientras que la empujaba.
-Por acosar a Tzuyu, enferma.- Escupió Mina. - Aléjate de Tzuyu.-
Dijo Mina con su típica mirada asesina.
Sandara asintió torpemente y salió de ahí.

Mina se fue porque tenía que ir por Chae al colegio.
Nayeon y yo nos dirigimos a nuestro hogar. Hablábamos de cosas triviales en el camino.

Al llegar vimos a JiHyo en la puerta con un ramo de rosas.
Sentí mi corazón latir muy fuerte, corrí hasta ella para besarla.
Ella correspondió a mi beso, hasta que un carraspeo nos sacó de nuestra burbuja.
Miré avergonzada a Nayeon quien me veía con una ceja levantada.
- No puedo creer que perdones tan fácilmente a la gorda, solo te trae flores y ya caes a sus pies.-
Rió Nayeon quien miraba a JiHyo divertida, JiHyo se encontraba sonrojada.
-¡Nayeon, no me llames gorda!.-
Se quejó JiHyo.
- Es con cariño, gordita.- Se acercó a JiHyo para apretar su abdomen claramente plano y marcado, además de arrebatarle las flores.
Nayeon corrió hacía dentro de la casa para huir de la ira de JiHyo.
Escuché a JiHyo suspirar de frustración.
- No soy gorda.-
Dijo con la mirada en el suelo, a ella siempre la habían molestado por su peso, pero a mi no me importa, para mi es perfecta. Gorda o no, la amo.
- No lo eres cariño, eres hermosa.-
Me acerqué con timidez a ella y la tomé de la cintura.
-Para mi eres perfecta JiHyo.- Susurre en su oído.
Ella rio en mi cuello, con sutileza colocó sus manos en mi cuello y me besó. Nuevamente se había atrevido a besarme en la calle.
Sentía las mariposas revolotear en mi estómago.
Quería explotar de felicidad, nunca había pensado que llegaría tan lejos con JiHyo.
- Eres lo mejor que me ha dado la amistad de Nayeon, te amo pequeña, te amo tanto.- Me abrazó fuertemente.
-Y yo te amo a ti JiHyo, gracias por salvarme de ir a Taiwán.-
Nos encontrábamos abrazadas en la puerta de mi casa, Nayeon desde la ventana nos tomaba fotos.

JiHyo se tuvo que ir, mientras que yo tenía que sacar mis cosas de las maletas.

Sugar Mommy~ (Jitzu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora