🌹 Flores de muerte 🌹

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La enfermedad lo consumía bastante y aún así se esforzaba para estar siempre presente, siempre alegre y en la mejor disposición que su persona le dejaba, ahora reposaba la cabeza en el hombro del oscuro, después de haber regresado todo lo que este le ofrecía junto con aquellas flores que ahora bajaban con más frecuencia de sus adentros, estaba por culminar y lo sabía pero estaba de acuerdo con ello al menos un bello recuerdo se llevaría de ello. Mientras el otro demonio solo fijaba la mirada hacia un punto en concreto sintiendo la cálida palma del albino la cual le transmitía calma una que nunca había experimentado y que le daba escozor y un poco de asco junto a otros sentimientos.

Y qué pensaba ese villano, después de todo el gestos y los acuerdos dados la enfermedad parecía no querer parar y no, no se lo reprochaba si no que sentía que los científicos lo habían engañado, o eso quería creer, el decirle que si le regresaba el “afecto” a su contrario este sanaria, para el esto era una mentira un total engaño White Hat parecía no sanar y es más desde que tenían esas visitas entre ambos parecía que empeoraba su estado de salud, el mental no lo sabía siempre le pareció extraño y escabroso el por qué un demonio igual a él quisiera sentir cariño y ayudar a los humanos si estos parecían odiarlos pero ahora ese no era el punto, volteo la vista al sereno rostro del blanco que dormía junto a él o encima de él, resopló con enojo y un poco frustrado y volviendo a perderse entre sus malvados pensamientos.











La tarde había pasado rápido anunciando la llegada del anochecer, la brisa soplaba y entraba por el ventanal arrastrando con ello los pétalos regados en el suelo llevándose los entre las coronas y esparciendo los de manera juguetona por la habitación y regando los por la ventana corriendo junto a ellos hasta donde estos y el mismo aire los sostuvieran.  Lentamente se escuchó un rechinido de una puerta abrirse y de ella una esquina de una bolsa se vió asomándose cuidadosamente sin hacer mucho ruido, aunque creía que lo había descubierto, revisando el interior del lugar notando algo que a sus ojos parecía una tierna escena, dejó la puerta entreabierta Para llamar al otro y poder comprobar que su preocupación era de un modo exagerada.

— Te dije que estaba bien.— susurró sonriendo por debajo de la bolsa.

Ambos jóvenes veían a los demonios dormidos uno sobre otro, White reposaba el rostro sobre el pecho del demonio oscuro y una mano sobre éste de igual modo, Black estaba debajo de él abrazándolo con una mano en su espalda y la otra llegaba al suelo, su cabeza en uno de los antebrazos del sofá acomodada en un cojín de terciopelo negro, y los primeros sombreros sobre el suelo el blanco y el negro tapando  el rostro de su dueño, nadie sabe cómo es que terminaron de ese modo, ellos no fueron testigo de ello, pero era algo bastante agradable para su vista, con cuidado ambos salieron del lugar cerrando la puerta detrás de si.

— Tanto drama para que ambos estén durmiendo no crees. — aún seguía con su tonito burlón ante el de bata negra, el cual  sostenía su mano. Por lo cual recibió un gruñido molesto por el científico del blanco.

— Esos idiotas espero que esto de emparejar los funcione no quiero venir a trabajar por más que me guste el mal, junto al idiota de tu jefe. — refunfuñaba con horror tan solo el imaginarlo.

— Bueno yo creo que mi jefe es bastante narcisista como para no fijarse en el bueno de tu jefe, solo que tiene que separar ese odio que le tiene al bien o volverlo malvado, lo que ocurra primero. — no le prestó importancia a sus palabras pues el mismo no era un santo y le gustaba demasiado lo que hacían en esa corporación, pero al otro  no le pareció por lo cual fuertemente golpeó su nuca con su tabla de apuntes y lo vio bastante molesto.

— White Hat no dejará el bien, él tiene más moral y principios de lo que tú y tú estúpido jefe creen y aún así le gusta ayudar a los demás no lo encasilles con ustedes o con migo. — Slug creía en el héroe por mucho que este tuviera motivos ocultos, era lo único que le hizo cambiar un poco, creer que un poco de bien aún existía o al menos alguien se esforzaba por ello aún después de que supiera que sus motivos son mero aburrimiento o el hecho de poner a prueba a ambos bandos no entendía al demonio tanto como quisiera pero era entretenido y podía ver que éste aunque no lo dijera o se hiciera el desentendido adoraba hacer el bien.

— Auh jes. Puedo notar que le quieres mucho. — hablo molesto sobando su cabeza volteando la mirada.

— Ni se te ocurra pensar algo de más, para mí White es como un padre o un mentor nada más idiota. — abrazo la tabla con desprecio y no dio más explicaciones, por lo cual recibió un abrazo del otro embolsado y siguieron su camino…….— ¿Quieres que te prepare un sandwich? — hablo burló el de polera roja soltando una risa malvada, al sentir como el que lo abrazo tembló solo por escuchar la palabra sandwich.

— E-Eres un idiota, no quiero nada de eso. — se quejó y le empujó a modo de juego y así se fueron hasta la planta baja…..











Su agradable sueño fue interrumpido por una pequeña tos la cual le hizo sacar pétalos que lo ahogaban en la garganta, sobresaltado se y tociendolos sobre el pecho en el que estaba recostado, sin darse cuenta, despertó de sobresalto al ver el rojo manchado de su propia sangre de color celeste y las flores que habían sobre este, alzando el rostro y viendo que el otro simplemente lo veía con la mirada fuera y fija en el no hablaba nada solo un silencio sepulcral es lo que había en el. De igual forma se dio cuenta que ahora yacía sobre este lo cual no recordó cómo sucedió y un nuevo espasmo salió de el, levantándose con fuerza y rapidez de el cayendo de rodillas sobre el piso y dejando salir las flores una y otra vez con rama y espinas que desgarraba  su garganta con fuerza y dolor en el pecho, después de todo ese mal tiempo se quedó intentando recuperar aliento y que su cuerpo re regenera se un proceso agotador para ojiazul.

— Lo siento…..No era mi intención. — pronunció con un hilo de voz sumamente avergonzado, viendo el suelo dejando caer más pétalos de su boca, escuchó un suspiro que seguramente venía de su contraparte, mantuvo la cabeza baja escuchando atento que este camino hacia el y se agachó a su altura con la mirada sería sacó un pañuelo de dentro su ropa y limpió la boca del de piel blanca, eso fue repentino pensó más no rechazó la ayuda, ofreciéndole su mano para pararlo, el cual la aceptó y puso de pie junto a él estaba apunto de hablar nuevamente cuando su contrario le interrumpió, pero no hablando si no que de la nada y sin pensar junto sus labios a los del blanco dejando un liviano beso de media luna sobre estos llevándose en lo suyos el sabor de liguero los jazmines y rosas, de azúcar y flores que este desprendía saboreandolo un poco, odiaba lo dulce pero este sabor lo disfrutó.

HanahakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora