El tiempo se apoderó de las letras y siluetas que lentamente acariciaban tu recuerdo. Esos dulces colores que calmaban mi llanto, esos dulces colores que amargan mis mañanas y queman mis párpados.

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El tiempo se apoderó de las letras y siluetas que lentamente acariciaban tu recuerdo. Esos dulces colores que calmaban mi llanto, esos dulces colores que amargan mis mañanas y queman mis párpados.