Juego de Tronos: La otra Stark

Capítulo 41

Capítulo 41

Una semana pasó y mis nervios solo incrementaron, y al parecer ya no era solo Meg la que notaba algo distinto si no todos en la cocina. Después de decirle a Rickon lo de Osha estuvo distante y apenado. Ambos sabíamos que salir de aquí, sería más difícil de lo que creíamos. Con Meg detrás de mí era cada vez más difícil hacer algo, siempre me seguía o insistía en acompañarme, temía que sospechara algo o peor que Ramsay le haya ordenado eso. Solo en la noches cuando la mayoría dormía era donde podía identificar los pasadizos, así que después de mucho al fin concretamos el plan de huida, lo primero sería conocer la efectividad de las hierbas para adormecer del maestre Ludwin.

La penultima noche de encierro había llegado, me dispuse como siempre a llevar la comida a los guardias y a Rickon, escondí las hierbas en las mangas del vestido, estos no sintieron el sabor agregado, espere que terminaran para entrar a la celda y ahí yacia mi hermano con una corta cadena que colgaba de su pie como pudo se acercó por el plato.

- Come rápido niño.- ordenó uno de ellos.- la sirvienta no puede quedarse mucho tiempo. Pasaron unos minutos cuando el primero se recostó cansado y luego siguió el otro, quien simplemente se desplomó, quedándose profundamente dormidos.

- Ojala y sirva Lyra.- susurró mientras ultimábamos detalles de la huida, los guardias aun no daba indicios de despertarse, pero igual tenido que apurarme para que nadie sospechase nada.

- Lo hará, ya sé cómo funciona esto.- dije señalando a los hombres inconscientes

- Mantente tranquilo esta será la última vez que estaremos así. Adiós.- se levantó acercándose

- Adiós hermana

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Todo sucedió tan rápido. Todo se fue a la basura por culpa de una tonta chica enamorada.

Aun sentía el golpe en mi mejilla, el sabor a sangre pendía en mis labios.

Espere con tranquilidad la noche siguiente, todo iba bien, Meg llevó la cena a Bolton y yo a los guardias, estos ya se encontraba dormidos, después de esperar que el efecto de las hierbas, tome las llaves del cinturón de uno de ellos, que como ayer dormían plácidamente, fui a por mi hermano, quien tiro la cadena lejos cuando estuvo libre de ella. Ambos nos miramos y sonreímos. La cual duraría muy poco cuando vi quien entraba por la puerta con otros dos guardias detrás y una delgada muchacha que mantuvo la mirada hacia el piso

- Nos dejas tan pronto Gilly o prefieres Lady Stark.-