Día 34.
Uf. Llevo sin dormir otra vez 2 días. Se me ha quitado el apetito. Hoy es mi primer día de vuelta al instituto. No quiero ir. No quiero que me digan nada. Pero tengo que acabar el curso.
Peeeeero... puedo saltarme algunas clases más. No! Laura piensa en ti, no creo que Emilia quiera eso de ti. Sácate un futuro por ella joder. ¿Por que pienso en ella si alomejor me culpa por su muerte?
Mientras estoy buscando qué ponerme, si un chandal que no sugiere mucho o unos leggins un poco estropeados, intento no pensar y escuchar una de las canciones que más me han impactado estando con ella. Aprendí, de Ocer y Rade. ¿Que os esperábais, una cursi o una de rock metal? Espero que ni siquiera se os haya pasado por la cabeza el Reggaeton, bueno sí, está guay, pero el menospreciar una mujer no es lo mío.
Bueno, todo lo que le he hecho yo a Emilia es algo de eso.. Uf.
Bajo las escaleras esperándome que mi madre estuviera lista para preguntarme como estoy y yo decirle lo de siempre, que no lo sabía, pero esta vez ella no estaba.
-¿Mamá? --dije con un tono más alto, por si estaba en el jardín.
Encima de la mesa había una nota, ella sabe de sobra que odio las notas y que no me digan las cosas tal cual están pasando en la cara.
He tenido a hacerme una revisión al hospital, me encontraba mal anoche cariño, tienes el almuerzo en el frigorífico. Buena suerte y pasa un buen día cariño! Te mandaré un Whatsapp nada más salga del hospital cariño. Te quiero.
Odio esto, no me dice el por qué es la revisión y tampoco me dijo que anoche estaba mal.
Estoy llegando al instituto, y ya veo que hay varias miradas hacia a mi.
-No pienses en nada, sigue recto. Haz lo que debes de hacer. --me repetía a mi eso en todo momento por si recaía a llorar por culpa de el bullying qué ya me han hecho.
Entro en clase de Geografía, y veo que hay dos personas nuevas, y en la segunda fila, Aitor.
¿Que hace aquí? Parecía más mayor. No entiendo nada. Ay. ¿habra venido por mi? AY NO ENTIENDO NADA. Socorrito.
-Hombre, Laura! Cuanto tiempo! —Dijo Agnes, la profesora.— Espero que no vuelvas a faltar. —dijo con un tono jocoso, pero serio.
-Buenos días, esperemos que ya pueda venir a diario. —Dije con un tono algo tímido, no quiero que nadie me diga nada. No quiero más bullying. No quiero nada.
Me incorporo en uno de los pupitres de atrás, y miro sin parar a Aitor. ¿Ha venido por mi?
Acaba la clase y ya escucho unos chismorreos y miradas que incordian. Me dirijo a Aitor, esperando respuestas a cada una de las preguntas que no me dejan dormir por las noches. Más le vale que me conteste, a todo.
-Perdona, Aitor!!!! Aitor!!--Iba desesperada tras él.

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Hola, te odio.
RandomLaura, en su intento de descubrir la muerte de su mejor amiga, le suceden tales cosas como el fin de su propia vida, nadie consigue lograr que deje de culparse su muerte y va en busca de la carta y de la muerte de su media mitad.