9 | Especial Jon

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Culpa.

El día en que conocí a Luna fue de lo más.... Extraño y cliché posible. Según las novelas que Diana Lee, si.

Llegaba tarde a clase por quedarme dormido, ni siquiera me dio tiempo de recoger a Diana. En cuanto llegue al estacionamiento de la escuela abrí la puerta del auto de golpe. Escuché un sonoro ruido de la puerta chocar con algo.

Salí rápidamente y me lleve la sorpresa de ver a una chica tirada recogiendo sus cosas.

—Oh por dios!. Lo siento mucho!.

Me acerqué para ayudarle a recoger sus cosas y a levantarse.

—No....no es....necesario. -Dijo levantando  la mirada y entonces, quedé fascinado.

Su cabello era negro como la noche, le llegaba a la cintura, sus ojos eran azul como el cielo y el resto de su rostro, dios, era como el de una niña.

—Disculpa?.

—He....yo....si.... Lo siento. -Ambos nos pusimos de pie y nos miramos por unos segundos antes de hablar.

—Yo....Me llamo Jon, eres nueva?.

Ella parecía nerviosa puesto que se movía bastante en un mismo lugar.

—Me... Yo me llamo Luna y... Si, soy nue... Au!. -Seguía quejo ella y miro su mano, tenía un horrible raspón en la palma de esta.

—Dios, lo siento tanto Luna. Te llevaré a la enfermería para que te atiendan esa herida.

Ella sin protestar acepto ya que de verdad le debía de doler.

Toda la mañana me la pasé mostrandole la escuela, en donde estaba cada salón, la enfermería, la biblioteca, las canchas y por último la cafetería.

Luna es un chica a parte de hermosa, bastante tímida y no confía en las mujeres. Le brinde mi apoyo y amistad para lo que necesitará, ella aceptó.

Conforme  fuimos hablando ella se soltaba un poco más, ya tenía con libertad, ya opinaba sobre algunas cosas pero, cuando llegamos al tema de su familia, ella volvió a ser la misma chica tímida de esta mañana, pensaba en disculparme pero ella comenzó a hablar.

—Mis padres murieron en....un accidente de auto cuando tenía cuatro años. Desde entonces vivo con mis padres adoptivos, no son malas personas sabes, solo que muchas veces siento que no soy parte de una verdadera familia. Muchas personas dicen que no nos parecemos y por obvias razones me aisló. No ha Sido fácil para mí pero, he tratado de salir adelante.

No sabía que decirle así que, la abrace.

Desde que ví a Luna me cautivó de una manera tan impresionante que tardé en salir del shock en el que me encontraba. Paso una semana en la que la recogía para ir a la escuela, en el almuerzo estábamos juntos y a la salida la llevaba a su casa.

Me sentía tan bien estando con ella de una manera inigualable, constantemente me perdía en sus hermosos ojos azules. Estuvimos un tiempo así hasta que decidí declararme y sin esperarlo, ella me dijo que si.

Ese día me sentí el hombre más feliz del mundo, pero entonces, un dia, Luna me dijo que llegaría un poco más tarde a la escuela así que me fui directo de mi casa a la escuela, cuando iba entrando logré ver a Diana pero, había algo distinto en ella.

No mostraba su habitual sonrisa, o sus ojos destellando de felicidad, al contrario, estos carecían de brillo, su sonrisa no estaba y usaba una sudadera demaciado ancha para ella. Con su cabello tapaba la mitad de su cara.

Simplemente no era ella misma.

Cuando me iba a acercar a ella con mi seño notablemente fruncido, Luna llegó por detrás de mí abrazándome.

Cicatrices del Silencio © (CC #1)  |  CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora