Era una de las mañanas (digamos madrugada mejor) más tranquilas de Tokio. Aún estaba oscuro y cierto pelinegro llacía dormido en su cama.
Era un dormitorio muy ordenado, una mesa de estudio con una lámpara, un portátil, algún póster de volleyball, una estantería llena de libros, la cama era bastante grande... En fin, era una habitación muy acogedora.
Ah, una cosa más. ¡No nos olvidemos del importantísimo póster de la escuela Fukurodani! Para el azabache, esa escuela era perfecta. Siempre soñaba con poder entrar a esa preparatoria.
Claro, aún le queda un año...—Hmm... ¿Qué hora es? —Se preguntó Akaashi a sí mismo.
El pelinegro le echó un vistazo a su despertador, suspiró y se levantó de la cama.
Este hizo su aburrida rutina de por la mañana (insisto, madrugada.)
Al terminar de vestirse bajó al comedor para sentarse y empezar a desay--No, no fue así.
Un par de ojos dorados y brillantes se encontraron con los suyos...
Keiji se quedó paralizado y asombrado.—Sus ojos... —pensó detenidamente—. Son muy brillantes...
—Keiji, ¿te gusta? —preguntó su madre desde el marco de la puerta.
—Pero no es mi cumpleaños...Su madre suspiró y sonrió con una pizca de tristeza.
—Keiji, cariño... —suspiró de nuevo—. Sé que lo pasas mal en la escuela. No tienes muchos amigos, ¿verdad? Además... Últimamente regresas a casa con pequeñas heridas. ¿Seguro que es por el club de v--
—Mamá. Estoy bien, en serio —sonrió cariñosamente y se acercó al animal—. Me encanta, muchas gracias.Justo al terminar la frase el búho voló hacia el azabache, posándose así, en su hombro derecho.
Se miraron a los ojos detenidamente, tomándose su tiempo. Hasta que Keiji recordó que tenía que ir a clase[…]
—Buenos días alumnos y alumnas —saludó la profesora de historia.
Se escuchó un «buenos días señorita Sara» con mucha desgana por todo el aula.
No les gustaba la asignatura a primera hora de la mañana y la profesora menos aún.—Abrid el libro por la página 43 y subrayad lo que os lea.
La mañana pasó lentamente, demasiado para el gusto de los estudiantes. Todos menos Akaashi, él era muy aplicado, le gustaban todas las asignaturas, tenía un comportamiento y seguimiento del trabajo escolar excelentes. En fin, todo un santo y como era de esperar, era el delegado de la clase.
Sin embargo, debido a esto había estudiantes que pensaban que era la típica mascota del profesor.Vale. Pausemos aquí.
Nuestro lindo Akaashi, obviamente, sabe esto y prefiere evitarlos. Esto hace que se enfaden con él por ignorarlos, el pobre Keiji solo quiere paz.
[…]
—Me da que sus neuronas no sirven para el razonamiento —dijo el azabache por lo bajo.
Lamentablemente, fue audible para la persona que le estaba agarrando por el cuello de la camisa.
El pelinegro sintió su cuerpo golpear el frío suelo y una patada en su estómago. Lo último que vio fue la cara del matón.
Todo se nubló y decidió cerrar los ojos.—Ji... Eiji... ¡Keiji!
El azabache abrió sus ojos de golpe y se levantó, quedándose sentado.
—¿Dónde...? —susurró mirando hacia los lados.
—Keiji, menos mal...Un par de brazos le abrazaron y este sintió la calidez de aquel cuerpo.
—Mamá... ¿Qué hacemos en el hospital? —preguntó un tanto desconcertado.
—Keiji, te diste un golpe en la cabeza y casi te desangras... No sé qué hubiera hecho si--
—Mamá, no digas más. Estoy aquí... Eso es lo que importa —dijo abrazándola con más fuerza.Los días pasaron, Akaashi dejó de ser molestado.
Digamos que todo volvió a la normalidad... Bueno, eso creía Keiji.Hey hey hey there!
Aquí un fanfic BokuAka, espero que les guste~
~Lunnie

ESTÁS LEYENDO
El búho que robó mi corazón||BokuAka
Fanfiction[CANCELADA] No es nada fuera de lo normal tener a un búho como mascota, ¿verdad? Hay gente que tiene serpientes..