— Oh no, esa bruja maldita ¿Qué es esta vez? – expresé mi enfado en público.
Luna estaba un poco sorprendida por todo, al igual que yo, sinceramente un cosquilleo se apoderó de mi estómago ¿Qué es lo que esta diabla quería conmigo ahora? ¿No había sido suficiente el juicio? Yo ya había cumplido con mi parte, no tenía por qué acusarme ni derecho a exigir mi presencia ahora. Sea como fuera me acerqué al oficial.
— ¿Señor Simón Álvarez? – preguntó el oficial mientras nos encaminábamos hacia el para sentarnos frente a su escritorio donde Ámbar se encontraba. Al momento de verla a los ojos fue una situación muy extraña, ella me miraba fijamente, pero no como siempre, había incertidumbre en aquellos ojos azules.
— ¿Simón? – preguntó la rubia curiosa, a lo que puse mis ojos en blanco. ¿Ahora qué? Esa chica había destruido mi fin de semana de relajación. Así que más valía que fuera por una buena causa.
— ¿Ahora qué ha pasado? – pregunté y exhalé cansado. Estaba esperando su respuesta pero quien respondió fue el oficial, que me miraba extrañado y con una ceja alzada.
— Bueno, esta mujer se encuentra mal de la cabeza – Respondía el oficial mientras apuntaba a la rubia. Él iba a seguir continuando pero yo le interrumpí.
— Eso ya lo sabemos – bromé ante el comentario del oficial, pero este me miro de forma seria que hizo que mi sonrisa se borrara de mi rostro. Tosí un poco aclarando mi garganta y Luna me dio un codazo en el hombro. El celular de la chica vibró así que se levantó del asiento.
— Tengo una llamada, disculpen – dijo Luna y se acercó a mi oído – Más te vale que no metas la pata en lo que contesto. Compórtate Simón. – Yo asentí y esperé a que el oficial siguiera explicando. El señor de traje policiaco que a duras penas el entraba seguro por comer tantas donas me miró fijamente.
— No joven, me refiero a que – el oficial suspiro— La señorita tuvo un accidente automovilístico
– Abrí los ojos asombrado. Y volteé a verla para corroborar que estaba bien. ¿Por qué hice aquello? No lo sé, tal vez porque soy un ser humano y es muy normal que me preocupe por una persona que tuvo un accidente. La conversación se estaba tornando sería así que lo dejé continuar. — y estuvo internada en el hospital, pero se ha escapado tres veces sin tener reposo ya que ha querido comunicarse con usted. – Carraspeó – Por eso la terminaron trayendo para acá, pensando en que pudiéramos encontrar su paradero.
El oficial explicó y yo miré con extrañeza a la rubia que sorpresivamente me tomó de las manos y las apretó contra las suyas.
— ¿Vos sabes quién soy verdad? – su voz suave y sus ojos esperanzados me tomaron por sorpresa.
— Si – respondí extrañado y volteé a ver al oficial
— Ha perdido la memoria y lo único que encontramos a lado suyo fue un celular con un único número – el oficial pausó dando a entender la respuesta obvia.
— El mío – respondí frustrado al recordar el celular que me había ofrecido aquel día que nuestro contrato terminó, seguramente fue el día que tuvo el accidente.
— El hospital se hará cargo de los gastos médicos pero, necesita un guardia y pensamos que
— ¡Podrías ser vos! – finalizó alegre la chica interrumpiendo al policía
Enserio que el perder la memoria la hace parecer ser mejor una persona, pareciera que la chica que estaba frente a él fue cambiada totalmente por otra persona. ¿Seguro que los aliens no raptaron a la Ámbar original y dejaron esta copia para que nadie se enterara? Es tan distinta, aunque sus modales siguen intactos.
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Novia por Accidente
RomanceSIMBAR. Ella pierde la memoria, y él se hace pasar por su novio. Ámbar es una niña rica mimada, la cual aprovechándose de una deuda que Simón le debía le hace la vida imposible. Pero el destino cambia cuando Simón tiene la oportunidad de vengarse. ...