En el rostro de Petunia surgió una sonrisa al despedirse del cliente que había comprado un ramo de rosas para su esposa, por su aniversario de casados. Flaky metía el dinero en la caja registradora; cuando terminó, fue a la pequeña bodega a buscar más flores para colocar en el exhibidor. En el poco tiempo que llevaba trabajando aprendió rápido todo lo que se hacía en el local, desde hacer la limpieza hasta elaborar arreglos florales.
Conoció más a fondo a todos los que trabajaban en el centro comercial; a Petunia le gustaba que todo estuviera limpio y reluciente, era muy tranquila y amable con todos, su carácter cambiaba un poco con Handy —incluso Lumpy los molestaba con que ya se casaran cada vez que discutían—; y en los tiempos libres hablaban de cosas. Flaky le contó el problema que tuvo en su anterior trabajo, Petunia se enojó mucho, jurando que si ese tipo venía, nunca le vendería flores y lo correría con el agua de la manguera. Cada vez que Nutty las visitaba les regalaba dulces, él mismo le contó que sus padres lo obligaron a trabajar hasta que subiera sus notas en la escuela y Russell era muy atento, le contaba historias acerca de su juventud, incluso le mostraba fotos de cuando ganó un torneo de pesca; en cambio, Lumpy fue despedido y contratado de nuevo, ahora como vigilante en un local de venta de ropa, comprendió que no era bueno en los trabajos.
Todos se reunían a la hora de comer para conversar. Algo que le llamó la atención fue un tipo grande con cabello largo que le tapaba los ojos, vendía paletas, Petunia le dijo que no hablaba mucho y era muy serio.
El sonido de la campanilla en la puerta indicó la entrada de un cliente. Petunia se alegró porque más personas entraran al local y se sorprendió al ver a una chica bien vestida.
—Buenos días, ¿en que puedo ayudarla?
—Buenos días —Dijo la joven—. ¿Se encuentra Flaky?
—¿Quien la busca?
La dueña desconfió un poco ante la joven vestida elegantemente, ambas se miraban con desconfianza. Flaky apareció con flores en la mano y se sorprendió al ver a Giggles en su trabajo.
—¿Que haces aqui? —Se acercó.
—Supe de Flippy que encontraste trabajo —Su amiga hablaba con su primo una vez al día y se sorprendió mucho cuando le contó que Flaky estaba trabajando y que ella no se hubiera enterado primero.
—Que, por cierto, es un local muy pequeño.
—No por mucho —Interrumpió Petunia, que tomó una manguera y comenzó a regar las flores para que no se marchitaran.
—Disculpa, jefa. ¿Puedo hablar con mi amiga afuera? —Dejó las flores que tenía en sus manos en una cubeta con agua y empujo a Giggles fuera del local—. ¿Quieres que me despida? —Sabía cómo era su jefa enojada cuando peleaba con Handy. Su amiga a veces no medía sus palabras.
—Por supuesto que no, es solo que me preocupas —Le miró con ojos de ternura—. Decidí pasar a verte, pero veo que te va bien, aunque pude darte trabajo en la empresa conmigo —Se cruzó de brazos fingiendo estar enfadada.
—Gracias por preocuparte por mi, pero ya has hecho mucho, así que de ahora en adelante tengo que valerme por mí misma —le sonrió—. Y por favor no hagas enojar a mi jefa.
Giggles no podía enojarse con su amiga, era tan amable e inocente con todos.
—Está bien, tú ganas.
La abrazo fuerte a lo que la pelirroja le susurraba que no podía respirar. Cuando retomo aire nuevamente, pensó que no la había presentado debidamente.
—Que tonta, ven quiero presentarte a mi jefa, es muy buena persona —Ambas entraron al local nuevamente.
—Petunia, quiero presentarte a Giggles es mi amiga de la universidad. Giggles ella es mi jefa.
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Mi nueva compañera
RomantizmLa historia gira en la vida de Flaky una chica universitaria que trata de hacer su vida como todos, al fin consigue un lugar en el que puede vivir independientemente, pero lo hará ¿viviendo con un chico?.